Redacción Madrid | viernes, 16 de noviembre de 2012 h |

Un 20 por ciento del mercado nacional de consumer health está relacionado con la Dermofarmacia. Un dato que puede tener un doble análisis. Por un lado, este porcentaje avala la importancia del asesoramiento profesional acompañado a la dispensación y justifica los miles de consultas que al respecto se reciben a diario en las boticas nacionales. Por otro, se trata de un dato que confirma la importancia que puede tener este campo en la facturación de una oficina de farmacia.

La Dermofarmacia es, según los expertos, el área que mejor permite la combinación de la faceta sanitaria y empresarial del farmacéutico. En ambos casos, la excelencia en la gestión permitirá a la oficina de farmacia diferenciarse de otras boticas e, incluso, de otros establecimientos donde también pueden adquirirse alguno de estos productos. Para todos aquellos profesionales que quieran buscar esa excelencia en el servicio, y ser reconocidos por ello, EG y la Fundación de Ciencias del Medicamento (Fundamed) ponen a su disposición el proyecto ExcelFarma, que reconocerá a aquellas boticas que realicen una óptima Atención Farmacéutica en dermatología, buscando a su vez la mejor rentabilidad. Toda la información de esta iniciativa está disponible en www.excelfarma.es.

Salud y economía

Las patologías dermatológicas requieren un especial control y seguimiento, ya que la posible falta de resultados visibles (y rápidos) en el paciente, así como la posible cronicidad de las mismas, obliga al farmacéutico a redoblar esfuerzos en aras de la correcta adherencia del paciente a sus tratamientos. Igualmente, la mayor interacción que tienen los tratamientos dermatológicos con otros medicamentos, además de la posible dispensación de otros productos complementarios al tratamiento prescrito por el médico, como puede ser el caso de las cremas, elevan la importancia de llevar a cabo una atención personalizada cara al paciente.

A este respecto, el área de la Dermatología favorece una de las estrategias de negocio más recomendada por los expertos: las ventas cruzadas. Y es que, además de la adquisición del tratamiento prescrito, el paciente dispone en su botica de otros productos que pueden contribuir a la mejor evolución de su patología o, simplemente, mejorar su calidad de vida.

Sin embargo, puede que dichos productos sean desconocidos por el cliente, por lo que será función del boticario informar sobre su existencia, recomendar su utilización según cada patología y resolver todas aquellas dudas que pueda generar su uso. Esta implicación por mejorar los resultados en salud del paciente afectado por patologías dermatológicas es clave para fidelizar clientes.

Como no podía ser de otra manera, el farmacéutico tiene en la formación la principal herramienta para mejorar su capacitación en dermatología y llevar a cabo la mejor atención farmacéutica posible. Así, desde todos los eslabones de la cadena del medicamento se ofrecen herramientas para ello. ¿Un ejemplo? La iniciativa ExcelFarma puesta en marcha por EG y Fundamed.