“Los farmacéuticos deberían tener mayor autoridad para resolver la escasez de medicamentos cuando éstos se produzcan y los gobiernos deberían, tan pronto como sea posible, instruir a las autoridades reguladoras de medicamentos para que desarrollen iniciativas que otorguen mayores poderes a los farmacéuticos ante los desabastecimientos”. Esta es una de las recomendaciones que recoge una nueva Declaración política sobre faltas de medicamentos publicada este 16 de septiembre por la Federación Farmacéutica Internacional (FIP).

“Las causas de la escasez son varias, multifactoriales y, a veces, impredecibles. En el contexto de una compleja cadena de suministro y un mercado globalizado, existe una creciente preocupación entre todas las partes interesadas, incluidos pacientes, profesionales de la salud, organizaciones gubernamentales, mayoristas e industria farmacéutica, sobre el futuro del abastecimiento de medicamentos en todo el mundo ”, apunta Lars-Åke Söderlund, presidente del Comité Político de Escasez de Medicamentos de la FIP y presidente de la Sección de Farmacia Comunitaria de esta federación.

Los desbastecimientos “no diferencian” por países

Este representante avisa: “Existe evidencia de que el desabastecimiento de medicamentos está empeorando con el paso del tiempo, creando cada vez más dificultades para los profesionales sanitarios y comprometiendo la seguridad del paciente”. “Se han constatado situaciones de escasez en países de todos los niveles de ingresos, los cuales se producen en todos los entornos sanitarios (farmacias, hospitales, etc.) e involucran a medicamentos esenciales que salvan vidas, medicamentos de uso muy común y medicamentos tanto de alto como de bajo precio“, añade.

En esta declaración política, la FIP y sus organizaciones miembros asumen cuatro compromisos, incluido el desarrollo de pautas basadas en evidencia y programas de desarrollo de competencias dirigidos a las funciones de los farmacéuticos para mitigar el impacto de este problema.

Otras recomendaciones en la declaración política de la FIP incluyen:


• El uso global de una definición única de desabastecimientos de medicamentos y un conjunto de criterios armonizados para identificar y monitorear la escasez a nivel nacional, regional e internacional, a fin de mejorar la comprensión del problema a nivel mundial a través de datos más precisos, confiables y comparables.
• Desarrollo de un proceso global para determinar la lista de productos críticos o vulnerables.
• Que cada país establezca una base de acceso público para proporcionar información sobre la escasez de medicamentos.
• Que todos los compradores de medicamentos avancen hacia procesos activos de adquisición que aseguren la continuidad del suministro de medicamentos de calidad.