Alberto Cornejo Madrid | viernes, 30 de agosto de 2019 h |

Vaya por delante. Lo sentimos por los nostálgicos que esperaban encontrar en las siguientes líneas un homenaje al que fue uno de los programas estrella de la televisión de los 90’. Sí, hablaremos de ‘el precio justo’. Pero no de aquel que intentaban adivinar los concursantes respecto a cualquiera de los objetos que les presentase Joaquin Prat. Lo haremos, en concreto, del precio ‘justo’ —sin pasarse, ya saben— que los farmacéuticos reclaman para los medicamentos financiados. Si no completamente justo, cuando menos coherente.

Esta histórica ‘batalla’ del sector ha vuelto a ser rescatada por la patronal farmacéutica nacional FEFE en su último Observatorio del Medicamento, en el que aboga por acometer una profunda reforma del actual sistema de precios de referencia vigente en España. Entre las diversas reclamaciones de la empresarial, FEFE insiste en la necesidad de establecer un precio mínimo (PVP) para cualquier medicamento financiado que, a su juicio, “nunca debería ser inferior a tres euros”.

Cabe destacar que, desde 2014 y a tenor de lo estipulado por el RD 177/2014, se fija un umbral mínimo de 1,6 euros —en este caso, a PVL— para los medicamentos incluidos en el SPR, si bien solo aplicable a los incorporados a partir de esta fecha, pudiendo conservar un precio inferior aquellas presentaciones ya incluidos en anteriores órdenes.

Por ejemplo, este umbral mínimo ha sido aplicado a más de un millar de presentaciones en la orden de precios actualmente vigente (publicada en este 2019). No obstante, se siguen atisbando conjuntos y presentaciones con un PVL mucho menor a los 1,6 euros. Por ejemplo, en principios activos de alta prescripción y consumo como el paracetamol (con presentaciones a 0,43 euros PVL) e ibuprofeno (0,63 euros).

Un aumento del 20% del PVL mínimo

Aunque el que podría considerarse “umbral mínimo” que propone FEFE se basa en el PVP y, por contra, el que estipula desde 2014 el RD 177/2014 lo hace sobre el PVL, las comparaciones son posibles.

Si se ‘descuentan’ los márgenes oficiales que fija la legislación tanto para distribuidores (7,6 por ciento) como para oficinas de farmacia (27,9 por ciento), el hipotético umbral mínimo a PVL que sugiere esta empresarial se situaría en los 1,93 euros (+ 0,32 euros). Así las cosas, en términos porcentuales supondría un incremento del 20,7 por ciento respecto al tope actual (por lo bajo) de la Administración.

Si el análisis se traslada al PVP, cualquier medicamento financiado al que se le aplicase actualmente el umbral mínimo de 1,6 euros en su PVL debería subir su precio final de facturación en farmacias en 0’50 euros, pasando así de los actuales 2,5 euros a los 3 euros que propone FEFE (al margen de los copagos a aplicar y que en todo caso reducirían total o parcialmente el importe que abonaría el usuario). No obstante, la propuesta de FEFE, al aludir a “cualquier medicamento financiado”, pasa por tanto por su también aplicación a los que actualmente están eximidos de dicho umbral.

En todo caso, desde FEFE se considera necesaria esta subida no solo de cara a facilitar una mayor rentabilidad económica de las farmacias, sino especialmente para asegurar la viabilidad en el mercado de los propios medicamentos, evitando así que unos precios bajos o “irrisorios” desincentiven su producción o, cuando menos, provoquen desabastecimientos crónicos.

Por ejemplo, cabe recordar que la patronal de genéricos Aeseg ya ha trasladado recientemente su preocupación al Ministerio por el aumento en los últimos tiempos de los costes de fabricación de medicamentos como el ibuprofeno — en especial de las materias primas utilizadas—, una situación que, denuncian, obliga a replantear una revisión de la OPR en lo que respecta a estas presentaciones. La industria se suma así a las peticiones de los farmacéuticos y otros agentes ajenos a la cadena del medicamento (CNMC) de modificar el actual mecanismo de fijación de precios.

Umbral mínimo: tintes ‘guadianescos’

No obstante, la historia del úmbral y/o precio mínimo de los medicamentos financiados siempre ha mostrado cierto carácter ‘guadianesco’ en España en lo que va de siglo.

Tras figurar este criterio en las primeras órdenes de siglo (la Orden 2958/2003 lo fijaba en 2 euros), acabó desapareciendo para resurgir en 2014 con el mencionado importe de 1,6 euros. Incluso, entre medias el Ministerio llegó a tomar en consideración sustituir un umbral mínimo fijo por otro variable.

La idea era establecer el precio industrial de referencia mínimo conforme a la regla general de cálculo del 15 por ciento del gasto medio por receta facturada al Sistema Nacional de Salud del último ejercicio disponible previo a la publicación de cada nueva Orden.

Es más, una disposición adicional del propio RD 177/2014 permitía la posibilidad de, aun con cada Orden publicada y en vigor, de revisar los precios de ciertos medicamentos ‘sobre la marcha’ —y aunque implicase hacerlo por debajo del umbral mínimo— si se comercializaban en la Unión Europea a un precio inferior al aplicable en España.

No obstante, en 2015, el Tribunal Supremo anulaba esta disposición por ser contraria a la por entonces Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento (Ley 29/2006) y al considerar que “resulta improcedente trasladar aritméticamente a nuestro sistema, sin más, el precio industrial con el que se comercializa la presentación en cualquier país de la Unión Europea sin valorar en absoluto las circunstancias o especificidades de los distintos países afectados y sin contemplar siquiera parámetros tales como renta per cápita, características del correspondiente sistema público sanitario o eventuales fluctuaciones del valor de sus divisas”.


El umbral mínimo (1,6 euros PVL) no se aplica a las presentaciones ya incluidas en OPR anteriores a 2014



En la OPR en vigor pueden encontrarse presentaciones a 0,43 euros (paracetamol) y 0,63 euros (ibuprofeno)