Sandra Pulido Madrid | viernes, 13 de diciembre de 2019 h |

El estudio Coralleen del grupo académico internacional SOLTI ha demostrado que la combinación de ribociclib (Kisqali), un inhibidor de las proteínas CDK4/6 que regulan el ciclo celular, con letrozol (Femara), un tratamiento hormonal, tiene una eficacia similar, en el contexto neoadyuvante, a la quimioterapia, en pacientes con cáncer de mama hormonosensible precoz con un alto riesgo de desarrollar metástasis en los próximos 10 años.

La pregunta ahora es si este fármaco biológico puede sustituir a la quimioterapia como tratamiento estándar en este tipo de cáncer. “La respuesta es no mañana. Aquí estamos ante unos fármacos que no son nuevos, ya que ribociclib se utiliza en cáncer de mama hormosensible avanzado y ha cambiado el curso de la enfermedad metastásica. Ha permitido que la quimioterapia quede relegada a cuando el biológico deja de funcionar”, explica a GM Aleix Prat, Jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona, presidente de SOLTI y co-investigador principal del Coralleen.

Los fármacos que inhiben CDK4/6 como el ribociclib, en combinación con hormonoterapia, han demostrado una eficacia extraordinaria en el cáncer de mama metastático. En cambio, en pacientes con cáncer de mama precoz y alto riesgo de recaída, no está aún definido el rol de estos fármacos biológicos. “La cuestión que ha surgido ahora es que si estos fármacos son tan eficaces. ¿Podemos utilizarlos para evitar o suplir la quimioterapia en estos pacientes de alto riesgo?”, exponía el oncólogo para justificar el desarrollo del estudio que se expuso durante el Congreso Mundial de Cáncer de Mama en San Antonio (Texas, USA).


Los inhibidores CDK4/6 con hormonoterapia han demostrado eficacia en cáncer de mama metastático


Menos toxicidad

Coralleen es el primer estudio en el mundo en utilizar datos genómicos en tiempo real para seleccionar de forma más precisa las pacientes con tumores de alto riesgo. Concretamente, se utilizó el test genómico del PAM50/Prosigna para seleccionar tumores con el perfil Luminal B, que representa el 30 por ciento del cáncer de mama que expresa los receptores hormonales.

“Es un grupo en el que el 99 por ciento de las veces daríamos quimioterapia sí o sí. En este ensayo, la mitad de los pacientes recibió el tratamiento estándar mientras que la otra mitad recibió riclociclib junto al tratamiento hormonal durante seis meses, antes de la intervención quirúrgica”, continúa Prat.

“Lo que vimos es que la actividad de este fármaco biológico junto al tratamiento hormonal es prácticamente similar a la quimioterapia y mucho menos tóxico. Lo cual, la hipótesis que manejábamos es cierta y abre una nueva puerta para utilizar estos fármacos en enfermedad precoz sin quimioterapia”, añade.

Joaquín Gavilá, jefe Clínico de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología, miembro de la Junta Directiva de Solti y también co-investigador principal del estudio, resaltó durante la presentación del estudio que “desconocíamos realmente el potencial de estos fármacos para de-escalar la quimioterapia neoadyuvante. Este ensayo nos demuestra por primera vez que es un camino que tiene que ser explorado y apunta a cómo deberá hacerse”.


Coralleen es el primer estudio en el mundo en utilizar datos genómicos en tiempo real para seleccionar pacientes


Para alcanzar este resultado, 106 pacientes de 21 hospitales en España participaron en el estudio durante 1 año y medio. Además, el estudio ha sido el primero en integrar datos clínicos, patológicos y genómicos para medir la respuesta al tratamiento y demostrar que en cerca de la mitad de las pacientes el tratamiento con ribociclib y letrozol administrado durante seis meses transforma los tumores de alto riesgo de recidiva en neoplasias de bajo riesgo.

“Este estudio no cambia la practica clínica mañana mismo pero abre una vía a que se hagan estudios definitivos para llevar a cabo este objetivo de una forma clara”, incide el experto.

70 por ciento

Dentro del grupo cáncer de mama, el 70 por ciento desarrolla el tumor hormonosensible. Asimismo, de este 70 por ciento, un 20 por ciento, más de 1 de cada cinco pacientes, tienen riesgo de desarrollar metástasis en los próximos 10 años.