Una Sanidad pública y universal que apoye a sus sanitarios

Carmen Castilla, portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados

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Recién empezada la XV Legislatura y arrancando este nuevo año, se impone realizar un balance de lo conseguido en el anterior mandato y de manera simultánea establecer las prioridades que nos marcamos.

La prioridad general será la de reforzar nuestro sistema sanitario haciendo hincapié en lo público, de cobertura universal y de calidad, como consagra nuestra Carta Magna y como siempre hemos defendido los y las socialistas. De hecho, el gasto sanitario público a nivel nacional no ha dejado de incrementarse en los últimos años, siendo en el año 2018 de 68.507 millones, lo que supuso 1.472 euros por habitante y con un porcentaje sobre el PIB de un 5,9 por ciento. Unos datos que han pasado a convertirse actualmente en 94.700 millones, lo que supone 2.001 euros por habitante y un impacto en el PIB de un 7,8 por ciento.

Ha sido mucho lo conseguido en estos últimos años marcados por la pandemia de la Covid-19 y que, por desgracia, le ha costado la vida a más de 120.000 españolas y españoles. Hemos aprendido lecciones que no olvidaremos, como que el sistema debe estar perfectamente financiado para evitar pasar por situaciones de desabastecimiento provocadas por unas políticas con un marcado perfil de austeridad en lo referente al tema sanitario de las manos de la derecha de este país.

En la pasada legislatura aprobamos la Estrategia de Salud Pública para estar preparados por si surge otro evento pandémico y así, de una manera más práctica, se ha capacitado la Estrategia de Vigilancia en la Salud Pública, financiada con partidas procedentes de los fondos europeos.

“La prioridad será reforzar nuestro sistema sanitario público, de cobertura universal y de calidad. Trabajamos por la aprobación de la ley de Equidad, de donantes vivos y de regulación de los tiempos de espera”

También se ha priorizado la lucha contra el cáncer actualizando la Estrategia después de 10 años, que tiene por objeto no solo a las personas que sufren un proceso oncológico sino también a su entorno familiar. Se seguirán desplegando tratamientos innovadores para luchar contra esta patología como, por ejemplo, la implantación de la protonterapia como modalidad radioterapéutica.

Por otro lado, entre los logros normativos de especial relevancia, se puede destacar la aprobación de la Ley de la Eutanasia, una ley pionera que permite despenalizar y regular una prestación de ayuda para morir, permitiendo poner fin al sufrimiento intolerable que ningún ser humano debería soportar.

Se eliminó el copago farmacéutico que afectaba a casi siete millones de españoles, especialmente a pensionistas, menores con discapacidad, rentas bajas y perceptoras del Ingreso Mínimo Vital. Se apostó por la ampliación de la cartera de servicios comunes del SNS y entre ellos, en lo concerniente a la salud bucodental.

Además, conscientes de la importancia de la digitalización y de la necesidad de aumentar la interoperabilidad de la información sanitaria en el ámbito nacional e internacional, así como el análisis de datos y la explotación de estos, fue aprobada por primera vez la Estrategia de Salud Digital del Sistema Nacional de Salud.

Gran actividad parlamentaria en el Congreso

Hay que destacar la nutrida cuantía de Proposiciones no de Ley (PNL) que se aprobaron en la Comisión de Sanidad y que han tenido un amplio espectro, tal como la relativa a la parada cardíaca súbita, la referida a la prevención y control de resistencia a los antibióticos, la que hace alusión a la extensión del entorno virtual de las prestaciones sanitarias y la que aborda el conocimiento y la prevención del ictus, entre otras.

No nos podemos olvidar de unos de los pilares más importantes que tiene nuestro sistema: sus magníficos profesionales. Personas que han demostrado su valía más allá de la obligación del deber en momentos tan cruciales como la pandemia. Razón por la que desde el gobierno socialista procedimos a poner en marcha la máxima oferta de plazas de formación sanitaria especializada de toda la historia con 11.171 plazas, un 40 por ciento más que cuando gobernaba la derecha. De igual modo, se promovió el mayor proceso de estabilización laboral, mejorando las condiciones respecto a su estabilización a más de 85.000 profesionales.

Otro de los objetivos fundamentales para los y las socialistas es el fortalecimiento de la atención primaria: se elaboró un plan de acción de Atención Primaria y Comunitaria que ha destinado a las comunidades autónomas más de 1.000 millones de euros.

La salud mental entre nuestras prioridades

Otro de los objetivos prioritarios es la atención a la salud mental y la prevención de la conducta suicida, destinando un montante presupuestario a un plan de acción de Salud Mental que contó, entre otras, con la puesta en marcha del teléfono 024. Otro logro fue la creación del título de médico especialista en Psiquiatría Infantil, ofertando en la primera convocatoria 20 plazas de esta especialidad. Tan importante es para nuestro grupo parlamentario la protección de la salud mental que en la recién iniciada legislatura se ha aprobado, con el apoyo de la mayoría del arco parlamentario, una PNL para un Pacto de Estado por la Salud Mental.

Conocedores de que tenemos una tarea de gran magnitud por delante y de que quedan retos por conseguir, sin duda, lucharemos para que se conviertan en objetivos conseguidos. Trabajamos por la aprobación de la Ley de Equidad con el firme propósito de que la salud no esté condicionada por el lugar de nacimiento o por las condiciones socioeconómicas, por una Agencia Estatal de Salud Pública, por el impulso de una ley de donantes vivos, la promulgación de una ley que regule unos plazos de tiempos máximos de espera para intervenciones quirúrgicas, consultas externas especializadas y pruebas diagnósticas. Queremos impulsar