El peso de las vacunas dentro del pipeline de las compañías farmacéuticas ha incrementado significativamente. Muestra de ello es la importante cartera de vacunas innovadoras que prometen revolucionar el panorama de las enfermedades infecciosas en Europa. Y es que Vaccines Europe, el grupo de vacunas de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (Efpia), ha lanzado por primera vez una revisión de los proyectos de sus 15 compañías miembro, en la que se incluyen 100 vacunas candidatas (a fecha de julio de 2022).

El 46 por ciento de este centenar de vacunas que están en proyecto van dirigidas a enfermedades para las que aún no existen vacunas, mientras que el 54 por ciento están destinadas a mejorar las ya existentes.

A pesar de que aún queda mucho por hacer en el área de las vacunas, ya que la viruela es actualmente la única enfermedad erradicada gracias a la vacunación, estas son cruciales para abordar los desafíos presentes y futuros, como la carga de las infecciones respiratorias, la resistencia antimicrobiana, el envejecimiento de la población, el cambio climático o las infecciones zoonóticas, mediante una amplia gama de nuevas plataformas tecnológicas.

“Hay alrededor de 27 enfermedades infecciosas, cánceres relacionados y uso y mal uso de antibióticos que se pueden prevenir con vacunas, no solo para niños sino también para adolescentes, adultos y mayores”, apunta Sibila Quilici, directora ejecutiva de Vaccines Europe.

Diversificación de vacunas

En esta revisión del pipeline de vacunas se pone de manifiesto que la innovación fortalece la diversificación de vacunas aportando distintas plataformas tecnológicas para atender las distintas necesidades de los pacientes.

La tecnología más utilizada (tal y como se muestra en la gráfica 1) para las vacunas candidatas es ARN mensajero. Sin embargo, el resto de tecnologías son igual de importantes, pues la diversificación de las tecnologías de vacunas es clave para abordar una variedad de enfermedades y diferentes patógenos. Las vacunas combinadas son un enfoque que se ha utilizado durante muchos años en la rutina inmunización.

La mayoría de las vacunas candidatas están destinadas a enfermedades infecciosas causadas por virus (27 vacunas candidatas para COVID-19, 2 para COVID-19 y gripe y 45 para otros virus), pero también hay un portfolio importante de vacunas contra infecciones bacterianas (19 vacunas candidatas). Destacan las vacunas que están por llegar en VIH (2 vacunas de tecnología de ARNm que están en fase I y una de vectores que está en fase III), así como vacunas para la inmunización de embarazadas contra el virus respiratorio sincitial (VRS) o el grupo B de las infecciones por Streptococcus.

Por otro lado, más de la mitad del pipeline de los miembros del grupo de vacunas de la Efpia (52 vacunas candidatas) va dirigido a enfermedades respiratorias, incluyendo coronavirus, gripe o el VRS.

Vacunas y resistencia antimicrobiana, ¿cuál es su relación?

La vacunación está estrechamente relacionada con una gran amenaza para la salud pública: la resistencia a los antibióticos. Se estima que la resistencia antimicrobiana podría ser la responsable de 10 millones de muertes anuales para 2050 y suponer un coste anual de un trillón de dólares para 2050 en todo el mundo.

Mientras continúa la búsqueda de tratamientos efectivos contra las resistencias antimicrobianas, las vacunas pueden contribuir a disminuir la propagación de bacterias resistentes a los medicamentos: son efectivas antes de que la bacteria comience a multiplicarse y antes de que afecte a diferentes tejidos y órganos. Asimismo, juegan un papel importante en la disminución del uso inapropiado de antibióticos, ya que reduce las prescripciones erróneas para tratar con antibióticos infecciones virales.

Actualmente, hay 11 vacunas candidatas dirigidas a bacterias resistentes a los antibióticos, muchas de ellas incluidas en la lista de patógenos prioritarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así, para abordar el desafío de las resistencias antimicrobianas, los miembros de Vaccines Europe están desarrollando vacunas para Klebsiella pneumoniae, C. difficile, Staphylococcus aureus, Shigella spp., Escherichia coli patógena extraintestinal y Streptococcus pneumoniae.

Por ejemplo, la bacteria Escherichia coli es responsable del 70-90 por ciento de infecciones del tracto urinario y, aproximadamente, del 50 por ciento de infecciones nosocomiales. Esto supone un gran impacto en la salud pública y la economía por su alta incidencia, que puede evitarse con la vacunación. Por otro lado, Klebsiella pneumoniae, resistente a un tipo de antibióticos llamados carbapenémicos, pasó del 8 por ciento en 2014 al 10 por ciento en 2020. Y el Streptococcus pneumoniae es la principal causante de neumonía adquirida en la comunidad y la resistencia del neumococo a los antimicrobianos es un grave problema que va en aumento año a año en todo el mundo.

Respecto al uso inadecuado de los antibióticos, la COVID-19 es un claro ejemplo. La evidencia muestra que, mientras los antibióticos se utilizan en el 75 por ciento de los pacientes que padecen COVID-19 grave en Europa, únicamente el 15 por ciento de ellos desarrollan superinfecciones bacterianas.

En este contexto, cabe mencionar también la importancia del cambio climático, pues la alteración de los ecosistemas provocará nuevas infecciones pandémicas por la estrecha relación entre animales y personas. Es más, se estima que el 60 por ciento de enfermedades infecciosas en humanos tienen origen animal. Por ello, el grupo de la Efpia está desarrollando vacunas contra diversos coronavirus (MERS-CoV, SARS-CoV-2), gripe, Ébola, rabia, enfermedad de Lyme, fiebre amarilla, malaria o dengue, entre otras.

Inmunización de la población adulta

Con esta revisión lanzada por Vaccines Europe queda patente el interés y compromiso de la industria a la hora de garantizar vacunas que benefician a toda la sociedad. Además, una gran parte de las vacunas candidatas (el 80 por ciento) van dirigidas a la población adulta, algo que refleja los desafíos que se avecinan y la necesidad de un cambio de paradigma hacia un enfoque de la vacunación a lo largo de la vida

Las vacunas COVID-19 son un ejemplo de dicho cambio. De hecho, la vacunación ha sido la respuesta clave a la pandemia, salvando 20 millones de vidas, aproximadamente, durante el primer año de la implementación de los programas de vacunación COVID-19.

Desde Vaccines Europe apuntan a la urgencia de priorizar e implementar la inmunización de adultos de manera eficiente y reclaman cuatro acciones para ello:

  • Incorporar la inmunización de adultos en los programas nacionales de inmunización y garantizar una financiación sostenible.
  • Aumentar la conciencia de los beneficios de la vacunación de adultos entre los ciudadanos y los profesionales de la salud.
  • Mejorar el acceso y la conveniencia de la inmunización para adultos.
  • Establecer registros de vacunación digitales para mejorar las tasas de cobertura de vacunación.

“Necesitamos actuar ahora para garantizar que se cumplan los objetivos establecidos en el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer y la Agenda de Inmunización 2030“, demanda el grupo de vacunas de la Efpia, que pide diálogo, colaboración y coordinación con todas las partes interesadas para hacer de Europa una región atractiva para la industria de vacunas innovadoras. Así, considera que se debe “dar forma al ecosistema europeo de investigación” en la futura revisión de la legislación farmacéutica de la UE.


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