El cáncer sigue constituyendo una de las principales causas de morbi-mortalidad del mundo. Aunque la incidencia ha ido aumentado de forma sostenida y se prevé que continúe así hasta 2040, el último informe de SEOM sobre ‘Las Cifras del Cáncer’ arrojó que la esperanza de vida para los pacientes oncológicos se ha duplicado en los últimos 40 años en España.

El principal factor detrás de esta cifra es la innovación terapéutica, que ha logrado reducir casi un 30 por ciento las muertes por cáncer en España en la última década. En concreto, el estudio The Relationship Between Pharmaceutical Innovation and Cancer Mortality in Spain, From 1999 to 2016 arroja un retraso significativo de 2,77 años en la edad media de muerte por cáncer durante el periodo de 1999 a 2016. Esto representa un aumento del 96 por ciento en la esperanza de vida de los pacientes, atribuible a las nuevas moléculas desarrolladas gracias a la innovación farmacéutica.

«La tasa de incidencia de cáncer ha aumentado desde principios de 1990 debido, también, al incremento en el número de diagnósticos. Sin embargo, se observa una significativa reducción en los años de vida perdidos. La edad media de muerte se ha retrasado en aproximadamente tres años desde el año 2000, según los certificados de defunción», ha expuesto Frank R. Lichtenberg, profesor de la Universidad de Columbia (EEUU), y responsable del estudio en el seminario celebrado por Farmaindustria ‘¿Qué efecto han tenido los nuevos tratamientos oncológicos en la esperanza de vida de los pacientes con cáncer en España?‘.

El estudio también destaca la heterogeneidad del cáncer según la ubicación del tumor. En particular, se observa un gran aumento en la edad media de la esperanza de vida de los linfomas y leucemia, mientras que en tumores hepáticos y pancreáticos se registra un retraso de menos de dos años en la edad de fallecimiento.

«Por ejemplo, entre 1999 y 2016 se destaca el mayor aumento en años de vida en leucemia mieloide aguda, con un incremento de 10 años, seguido por el cáncer de colon y recto. En contraste, en el cáncer de vejiga e hígado el aumento es de menos de cinco años, lo que sugiere diferentes niveles de innovación en estos casos», ha puntualizado.

Por su parte, según las conclusiones del profesor Lichtenberg, España registró 42.132 muertes por cáncer menos de las esperadas en 2016, el último año del estudio, es decir, una reducción del 29,2 por cierto en el número de fallecimientos. «Mi objetivo con este trabajo es demostrar que la innovación disminuye la mortalidad en cáncer, reduce el número de hospitalizaciones y mejora la calidad de vida», ha continuado.

«La cifra de 3.000 euros por año de vida ganado respalda la hipótesis de que la innovación farmacéutica contribuye a la reducción de la mortalidad y demuestra que es coste-eficiente con datos en vida real»

Núria Mas, profesora ordinaria del departamento de Economía en el IESE Business School, Barcelona.

Inversión en medicamentos: coste-eficiente

El trabajo de Lichtenberg también analizó la rentabilidad social de la inversión en innovación de medicamentos contra el cáncer. En 2016, España invirtió un total de 1.090 millones de euros en medicamentos contra el cáncer autorizados entre el año 2000-2016, según datos de la consultora Iqvia.

Al considerar esta cifra junto con el aumento en los años de vida ganados por los pacientes (con una media de 2,77 años), Lichtenberg calculó que el coste para el sistema de salud por cada año de vida ganado fue de 3.269 euros. Estos datos implican un alto nivel de coste-efectividad.

«Este trabajo es muy importante en un momento en el que los recursos son limitados, hay presión financiera y disponemos de numerosos nuevos tratamientos. Este tipo de datos ayudan a priorizar en las evaluaciones», ha señalado Núria Mas, profesora ordinaria del departamento de Economía en el IESE Business School, Barcelona, durante el seminario,

«La cifra de 3.000 euros por año de vida ganado respalda la hipótesis de que la innovación farmacéutica contribuye a la reducción de la mortalidad y demuestra que es coste-eficiente con datos en vida real», ha añadido.

En este sentido, Nils Wilking, profesor en el Instituto Karolinska, de Suecia, ha lamentado que en los países nórdicos faltasen datos de vida real para llevar a cabo este tipo de análisis.

«El gasto en el año de vida ganado es significativo debido a que los precios de los nuevos medicamentos son elevados, lo que dificulta su inclusión en los sistemas de salud. Sin embargo, se observa que cuando estos medicamentos se convierten en genéricos, tienen un impacto positivo continuo, aportando beneficios de manera sostenida», ha resaltado.

«Está muy claro que si los fármacos pudieran estar disponibles antes para los pacientes llevaría a una reducción tanto en la mortalidad como en los años de vida perdidos»

Frank R. Lichtenberg, profesor de la Universidad de Columbia (EE. UU.).

Retraso en el acceso

El director general de Farmaindustria, Juan Yermo, ha recordado que el último Informe W.A.I.T. (Waiting to Access Innovative Therapies) señaló que los tiempos de acceso a las terapias innovadoras oncológicas en 2022 en España fue de 611 días mientras que en 2021 fue de 469.

En este contexto, Lichtenberg ha puntualizado que disponer de la innovación de forma más temprana impactaría positivamente en la mortalidad en cáncer. «Está muy claro que si los fármacos pudieran estar disponibles antes para los pacientes llevaría a una reducción tanto en la mortalidad como en los años de vida perdidos», ha destacado.


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