on motivo de la Semana de las Enfermedades Digestivas (DDW, por sus siglas en inglés) Johnson & Johnson Innovative Medicine ha celebrado un encuentro online donde se han abordado las últimas novedades en el manejo de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y algunos de los resultados clave de diversos estudios de patología digestiva.

María Raad, vicepresidenta y líder de estrategia comercial de las áreas de inmunología y retina de Johnson & Johnson EMEA, señaló durante su intervención de apertura que “la EII es una constante que a menudo se utiliza para describir un grupo de condiciones no relacionadas que comparten vías comunes. Por ejemplo, hablamos de úlceras y otras enfermedades intestinales”. En este sentido, subrayó que en muchos casos estas se vuelven crónicas e incluso mortales.

El dolor, la fatiga y la incapacidad para realizar actividades diarias son los síntomas más evidentes para los pacientes. Esta enfermedad puede desarrollarse a cualquier edad y puede tener un gran impacto en la calidad de vida. “Estas enfermedades se extienden más allá de los pacientes, ya que también impacta en sus familias y cuidadores. Además, vemos que existe un estigma social asociado a los pacientes que viven con este tipo enfermedades”, añadió Raad.

En el evento, aunque se hizo un análisis general de estas patologías, se centraron en la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, dos enfermedades muy prevalentes en Europa, ya que se estima que las padecen seis y dos millones de personas respectivamente. “Existe una necesidad continua de innovar, ya que la mitad de los pacientes con EII desarrollará alguna de estas patologías y no entrarán en remisión”, indicó María Raad, que también insistió en que “se va a impulsar la evolución de la atención al paciente mediante el desarrollo de terapias innovadoras. Esto lo haremos colaborando con comunidades, desde médicos hasta grupos de pacientes, para mejorar realmente su salud y su calidad de vida”.

Ensayo QUASAR

En esta línea, Laurent Peyrin-Biroulet, profesor de gastroenterología en el Hospital Universitario de Nancy, Francia; expuso los resultados de eficacia y seguridad de guselkumab, que bloquea la IL-23, en pacientes con colitis ulcerosa activa de moderada a grave. “Este ensayo proporciona una gran cantidad de datos sobre seguridad, que es lo que necesitamos: seguridad a largo plazo. Además, el perfil de beneficios de este medicamento es fantástico”, aseguró el especialista.

En los casos de colitis ulcerosa de moderada a grave tratados con guselkumab se ha observado que alrededor del 60 por ciento de los pacientes alcanzó la variable de respuesta clínica y cerca del 30 por ciento presentó una mejora endoscópica en comparación con placebo. “Si los pacientes responden al medicamento, es probable que este logre la remisión clínica y haga que se sientan bien en términos de síntomas. Estos datos son claramente lo mejor que hemos observado con el biológico en la colitis ulcerosa. Datos muy impresionantes”, señaló Peyrin-Biroulet. “Con este tratamiento para EII y CU en lo que nos centramos tanto es en que pueda cambiar la vida del paciente. En pocas palabras, cambiar el curso de la enfermedad, prevenir la hospitalización y lo que llamamos modificación de la enfermedad”, puntualizó el experto.

De acuerdo con los resultados del ensayo QUASAR mostrados por Peyrin-Biroulet “un tercio de los pacientes volverá a hacer vida normal, tendrá una buena calidad de vida, sin sufrir fatiga”. El control temprano y profundo de la enfermedad es clave para prevenir la hospitalización. En este sentido, los resultados de este ensayo permiten analizar la remisión y utilizar agentes a largo plazo siempre estando muy pendiente de la seguridad. Según el especialista “la seguridad es fantástica y también muestra una buena eficacia, es decir, de un solo medicamento se puede obtener todo: un muy buen control de la enfermedad y un mantenimiento a largo plazo”.

Ensayo GALAXI

Por otro lado, el profesor de gastroenterología endoscópica en el Hospital IRCCS San Raffaele, Italia, Silvio Danese; presentó los resultados del ensayo clínico GALAXI 2 y 3. En este se trataron con guselkumab a pacientes adultos con enfermedad de Crohn activa de moderada a grave.

“Se trata de un estudio diseñado no solo para mostrar la eficacia de guselkumab, sino también para analizar su mantenimiento”, expuso Danese. “Vemos como el paciente evoluciona bien al inicio cuando inicia el nuevo tratamiento y la remisión clínica completa de los síntomas se observa en la semana 48. No obstante, se trata de una enfermedad que dura toda la vida, por lo que conviene tener una ventana de observación de un año”, añadió el experto.

Entre los resultados presentados se ha comprobado que el 47 por ciento de los pacientes presenta remisión clínica en la semana 12, ya no tienen síntomas. Además, en la prueba endoscópica alrededor del 40 por ciento de estos logran una respuesta. “Cuando miras la instantánea de 12 semanas y observas qué tan rápida es la actividad del medicamento en comparación con el placebo, ves que hay una diferenciación muy significativa entre ensayo GALAXI 2, que fue anterior, y el GALAXI 3 que es el actual”, indicó Danese.

Uno de los puntos clave en los que ambos expertos coincidieron tajantemente y quisieron resaltar es que los ensayos presentan se muestra una importante capacidad para mejorar la calidad de vida de los pacientes, un factor esencial cuando se trata de enfermedades crónicas que afectan tanto al día a día de quienes la padecen.


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