carmen m. lópez Madrid | viernes, 19 de septiembre de 2014 h |

La innovación y la salud están reorganizando el espacio sociosanitario. Aunque España podría liderar este mercado fuera de nuestras fronteras, hay que ser ágiles para solucionar los problemas que obstaculizan la plena implantación. La necesidad de adaptación de los sistemas de información, la fragmentación de los sistemas de salud, la falta de financiación o la protección de la privacidad son algunas de las barreras que deberían solventarse para la efectividad del modelo. Así se puso de manifiesto durante la jornada ‘Innovación, TIC y sostenibilidad de la Sanidad’, organizado por el Foro de Empresas Innovadoras.

Los expertos coinciden en que uno de los retos de las TIC en el sector está en saber ajustarse como una herramienta que puede ayudar al profesional y al paciente. Mediante la provisión de servicios asistenciales, la formación y autogestión de crónicos, el apoyo a los diagnósticos y tratamientos con evidencia clínica y el conocimiento de factores de riesgo que permitan minimizar el impacto de las enfermedades. Sin embargo, insisten en que hay que pasar de la teoría a la práctica con la colaboración de todos los agentes implicados: Administración pública, empresas tecnológicas, proveedores de salud, industria y paciente. Castilla-La Mancha, Andalucía, la Comunidad de Madrid y la Valenciana están en pleno desarrollo de estas innovaciones. Aunque a diferente ritmo, son algunas de las regiones más avanzadas en este ámbito.

En el caso de Castilla-La Mancha, el consejero, José Ignacio Echániz, reconoce que el reto no es tanto la interoperabilidad entre las comunidades sino los problemas de cohesión que existen. Eso sí, añade, “es el momento oportuno para implementar estas innovaciones ya que la Unión Europea nos exigirá estar igualados al resto de países”.

En la Comunidad Valenciana el secretario autonómico de Sanidad, Luis Ibáñez, explicó que la sostenibilidad de los sistemas sanitarios en los países desarrollados es un problema de primer orden, por el previsible incremento de la demanda de estos servicios derivado del creciente envejecimiento poblacional.

Pero aunque la e-Salud implica una gestión más eficiente, si no se incorporan herramientas ágiles que faciliten el trabajo a los profesionales, la innovación sostenible no será posible. Involucrar a los profesionales en su creación facilitaría la agilidad de las mismas, según la directora general de sistemas de información del Servicio Madrileño de Salud, Zaida Sampedro. Ella opina que los acuerdos con la industria son necesarios para obtener resultados tangibles.

Junto a los profesionales, los ciudadanos deben ser los grandes beneficiarios. Según Juan Jesús Bandera, director del plan estratégico de TIC del sistema sanitario público de Andalucía, la región ha resuelto el tema de la interoperabilidad. El principal problema, para él, es que a pesar de que muchas de las nuevas herramientas almacenan datos para facilitar el trabajo, carecen de sistemas de ejecución para ayudar al profesional a tomar decisiones.