La ministra explica las prioridades en Ciencia para la Presidencia española

Elena Salgado anuncia que las deducciones por I+D subirán “un 50%”

| 2009-11-27T16:22:00+01:00 h |

carlos b. rodríguez

Madrid

En época de vacas flacas hay que arrimar el hombro. Después del suma y sigue de críticas contra la gestión y presupuesto de la política científica española, la Comisión Mixta UE ha otorgado a la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, un apoyo sin fisuras ante el reto de la Presidencia española de la UE, donde la I+D juega un papel fundamental a raíz de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa. Esta actitud es un reflejo de lo que ocurre en Europa. El año 2010 abrirá una nueva etapa marcada por el diseño de la Estrategia UE 2020 en un contexto de la crisis. “Y en ese contexto, Europa tiene la obligación de establecer una nueva hoja de ruta, quizá más realista que su antecesora”, dijo Garmendia.

La ciencia europea se enfrenta a las pesimistas previsiones lanzadas en el estudio “El mundo en 2025”, que en materia de investigación y desarrollo sitúa el eje de la ciencia fuera de los países que hasta ahora han sido considerados líderes. Si la tendencia continúa, dentro de 15 años ni la Unión Europea ni Estados Unidos ostentarán la supremacía científica y tecnológica. Serán sustituidos por Asia, China y la India, que doblarán su cuota actual.

Esto arroja pocas posibilidades. Europa sólo podrá asegurar su protagonismo en la escena internacional si actúa de manera más unida y enfocada en sus retos. Para ello, Ciencia e Innovación ha definido tres ejes de acción que articulan sus prioridades. El primero y más importante es, precisamente, el eje de la integración.

Eliminar barreras

Bajo esta premisa se sitúa la intención de articular mecanismos que ayuden a alinear prioridades y evitar la actual fragmentación y redundancia de los instrumentos que se dedican en Europa al fomento de la I+D. Actualmente, el 85 por ciento de la financiación disponible en Europa está en los Estados, distribuida entre programas regionales y nacionales. La financiación comunitaria, concentrada en su mayoría en el Programa Marco, actualmente en proceso de revisión, según confirmó la ministra, sólo representa el 5 por ciento. El resto corresponde a programas internacionales que, en muchos casos, incluyen países de fuera de la Unión Europea, con lo que no pueden ser considerados estrictamente fondos europeos. “Francamente, no es suficiente para crear un verdadero espacio de investigación comunitaria”, aseguró Garmendia.

En el súper objetivo de trabajar para eliminar barreras y compartir mejor las infraestructuras disponibles, Garmendia quiere, precisamente, “exportar a Europa el planteamiento integrado de ciencia e innovación” al que responde el ministerio que dirige. Lo mismo en el caso de la transferencia de tecnología. Los enfoques actuales, dijo la ministra, “han demostrado ser insuficientes para movilizar la innovación que Europa necesita”.

Por eso, España cree que el futuro Plan Europeo para la Innovación que hay que diseñar debería incluir los cinco elementos que incorpora la estrategia española: un entorno financiero proclive a la innovación, el desarrollo de los mercados líderes e innovadores, la internacionalización, la difusión a escala regional y la apuesta por las personas como eje del cambio del modelo productivo.

Los otros dos ejes que conforman la estrategia española en Ciencia para el primer semestre de 2010 son los de la implicación y la inclusión que, según palabras de Garmendia, irán destinados respectivamente a “pasar de la reflexión a la acción” y hacer que la ciencia y la innovación tengan un papel más activo en la búsqueda de la cohesión social y en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.

“La deducciones por I+D subirán un 50%”

En el debate que se celebró en el Congreso de los Diputados sobre el proyecto de Presupuestos Generales para 2010, la ministra de Economía, Elena Salgado, sólo lanzó dos anuncios novedosos. El primero de ellos (ver EG núm. 448) prometía compensar con ayudas fiscales el recorte presupuestario en materia de investigación, desarrollo e innovación. El marco lo aportaría el proyecto de Ley de Economía Sostenible que la semana pasada aprobó el Consejo de Ministros y que ahora inicia su trámite con la intención de alcanzar el máximo consenso posible. “Una ley de mucho contenido y de grandes e importantes reformas”. Así definió la ministra de Economía el proyecto de ley que pretende hacer realidad la famosa frase de “sustituir el ladrillo por la tecnología y la innovación”. En el caso de las deducciones por I+D+i, la intención del Gobierno es incrementarlas en un 50 por ciento. Actualmente están en el 8 por ciento.