Asturias se suma así a Cantabria y Navarra, que ya anunciaron en 2008 que arrancarían las pruebas piloto a comienzos de 2009

Castilla y León y Madrid quedan como las únicas regiones en las que no existe aún fecha para el cambio del formato papel al digital

| 2009-02-01T18:37:00+01:00 h |

alberto cornejo

Madrid

El mapa de la receta electrónica en España se asemeja a una montaña rusa. Según avancemos de punta a punta del país, podemos hablar de un sistema implantado al 90 por ciento (como es el caso de Andalucía), al 50 por ciento (Comunidad Valenciana y Baleares) e incluso, en el peor de los casos, al cero por ciento, como así ocurre en regiones del interior peninsular: Castilla y León y Madrid. Otras comunidades, como Cantabria, Navarra y Asturias, ya han anunciado la inminente puesta en marcha de la prueba piloto, lo que las permitirá salir de la nula presencia de prescripciones electrónicas en la que estaban sumidas en 2008.

Esto permite decir que, exceptuando al País Vasco, donde llevan cierto adelanto respecto a sus vecinos, el litoral cantábrico ha abierto los brazos conjuntamente a la e-receta, ya que Galicia también está dando sus primeros aunque accidentados pasos.

Asturias, la última

Ha sido la Consejería de Sanidad de Asturias la última en anunciar el inicio del pilotaje, que se llevará a cabo en el municipio de Jarrio, en el occidente del Principado. Según indica José Ramón Riera, director general de Calidad e Innovación de la Consejería de Sanidad asturiana, no se tendrá precipitación alguna para su progresiva implantación, por lo que se han dado un plazo aproximado de cuatro años para ello. “Puede parecer mucho, pero en realidad no es tanto, teniendo en cuenta la complejidad del sistema”, apunta Riera, que destaca que están siendo tenidas en cuenta “todas las noticias que llegan” sobre aciertos e imperfecciones del despliegue de la prescripción electrónica en otras comunidades. Los siguientes municipios que acogerían la e-receta serían Gijón y Arriondas.

Los ciudadanos cántabros no sentirán envidia de sus vecinos asturianos, ya que desde marzo también verán cómo la receta papel empieza a dejar paso al formato digital. Así lo corrobora la vicepresidenta del COF cántabro, Marta Fernández: “Tenemos todas las cuestiones tencológicas y de gestión de datos definidas”, dice.

El primer semestre de 2009 también será el de la puesta en escena en Navarra, siendo las boticas del barrio pamplonés de Mendillorri las escogidas para la prueba inicial.

‘Receta interruptus’

Cuando las anteriores regiones arranquen sus pilotajes, y si no hay novedades de última hora, que no parece que las vaya a haber, sólo serán Castilla y León y Madrid las que sigan sin dar pasos reales hacía la digitalización de las prescripciones. Especialmente extraño es el caso de Madrid, donde, a los pocos días de llevar a cabo un simulacro de prueba piloto en las farmacias en Móstoles, en 2007, la Consejería de Sanidad madrileña se descolgó con un manifiesto, fechado en noviembre de ese año, en el que anunciaba “la interrupción temporal del ensayo por la necesidad de realizar mejoras y ajustes en el sistema informático con vistas a la total implantación de la receta electrónica en 2008”.

Casi año y medio después, esa “total implantación” no sólo no ha llegado sino que, lo que es peor, ni se la espera. Nunca se reanudó esta primera prueba. “Poco sabemos de la situación actual. Todo indica que esto va para largo; no la esperamos a corto plazo”, manifiesta la presidenta de la patronal madrileña (Adefarma), Alexia Lario.

En Castilla y León fue el mismo decreto que la debía regular el que no entró con buen pie. El sindicato Uscal recurrió parte de esta normativa (los criterios para el acceso a los datos del paciente), un recurso con fundamento, según la posterior sentencia del TSJ de esta autonomía. La receta digital aún se encuentra judicializada en Castilla y León, puesto que la Junta recurrió la sentencia. Su Consejería de Sanidad indica que, si bien el proyecto está detenido, esperan dar nuevos pasos en 2009.