n Determinados medicamentos contribuyen a la deshidratación o golpes de calor

n La Aemps presenta sus recomendaciones de uso y conservación para el verano

| 2010-06-25T16:44:00+02:00 h |

redacción

Madrid

Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología apuntan a que este verano se registrarán en España las temperaturas más altas de los últimos años. Ello requerirá una mayor atención de lo habitual por parte de profesionales y pacientes, ya hay que tener presentes ciertas pautas a seguir respecto a la conservación y administración de algunos medicamentos en estos meses de calor.

Como ya ha sido habitual en anteriores años, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) ha trasladado a los profesionales sanitarios una serie de recomendaciones específicas de vigilancia de los tratamientos en esta época. Entre ellas, se sugiere a los profesionales que revisen la lista de fármacos utilizados por el paciente para identificar los que pueden alterar la adaptación del organismo al calor, ya que existen grupos farmacológicos, como los diuréticos, antiinflamatorios no esteroideos o antihipertensivos, que sin ser la causa principal sí pueden contribuir a la aparición de síntomas de deshidratación o golpes de calor en el paciente, especialmente en ancianos y niños.

Para estos casos, la Aemps insta a reevaluar la necesidad de su administración y a sopesar su reducción, interrupción o eliminación de cualquier fármaco que no resulte indispensable.

Respecto al papel concreto de los farmacéuticos, en este informe se invita a la notificación “inmediata” de efectos adversos que puedan observar en la relación entre el excesivo calor y el consumo de medicamentos, así como “recomendar al paciente que se abstengan en verano de tomar ningún fármaco por iniciativa propia, incluidos los ‘sin receta”.

Para evitar complicaciones asociadas al consumo de fármacos en días de excesivo calor también hay que atender a otro importante factor: su conservación. En este aspecto, la Aemps recomienda que se avise a los pacientes de la especial vigilancia de fármacos que deben mantener una temperatura entre 2º y 8ºC. En estos casos, se incide en la importancia de mantenerlos en esa temperatura en casos de transporte (viajes) y “consumirlos tan pronto como se hayan sacado del frigorífico”.

Supositorios, óvulos y cremas, son algunas formas farmacéuticas señaladas por la Aemps como más sensibles al calor. En este caso, se estima “relativamente fácil” vislumbrar posibles deterioros del producto “en base a su aspecto al abrirlo”, indica este organismo.