La consejería elabora un Plan de Medidas para la Sostenibilidad del sistema sanitario que fomenta la corresponsabilización con el gasto

Sólo cinco de las medidas que podría poner en marcha el consejero catalán producirían ahorros de unos 160 millones de euros al año

| 2011-03-11T16:26:00+01:00 h |

Medidas por valor de 160 millones de euros

Solamente algunas de las medidas que plantea la Ruiz ahorrarían al año unos 160 millones de euros, según fuentes del sector. La primera sería la sustitución de medicamentos de marca por equivalentes de menor precio, al estilo de lo que se realiza en el País Vasco, pero podría afectar a más fármacos que en el feudo de Rafael Bengoa. La segunda, la introducción de topes máximos de prescripción para ciertos productos. La filosofía de esta iniciativa está muy ligada a la de la unidosis: pagar sólo lo necesario y acabar con los botiquines caseros. Pero esta medida no supondrá restricciones a la incorporación de nuevos medicamentos o diagnósticos, sino que va dirigida a fármacos para crónicos y algunos productos sanitarios.

Para otras dos medidas el consejero necesita el apoyo de los profesionales: el de los farmacéuticos de AP para un programa de resolución de incidencias; y el de los médicos para un programa de intercambio terapéutico. La consejería también prevé ahorrar en la factura aumentando los objetivos de farmacia en la retribución variable de los especialistas en medicina familiar, como forma de corresponsabilización en el gasto.

Pero estas iniciativas no están exentas de conflictos. De llevarlas a cabo, Ruiz tendría que pensarse, y mucho, el impacto que tendrían sobre la industria farmacéutica tanto multinacional como muy especialmente la nacional de origen familiar (un sector con mucho peso en Cataluña).

carlos b. rodríguez

Madrid

La llegada de Boi Ruiz a la Consejería de Salud de Cataluña ha abierto la caja de los truenos de la sostenibilidad, y los anuncios de recortes han encendido de nuevo las alarmas en el sector. Habrá cambios, y muchos, en la política farmacéutica regional. Así consta en el Plan de Medidas Urgentes para la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público, al que ha tenido acceso EG, fechado por su departamento el 2 de marzo.

El punto de partida del documento es, precisamente, el final de la etapa expansiva vivida en años anteriores, que ha permitido que los presupuestos sanitarios de Cataluña creciesen un 76,5 por ciento entre 2003 y 2010. Esta tendencia ha escrito ya su punto y aparte. Ruiz promete ajustar los gastos a los recursos disponibles sin suprimir prestaciones, reordenando servicios y mediante herramientas de incentivación. Y para cuadrar las cuentas, el consejero girará de nuevo las tuercas del gasto farmacéutico en torno a seis ejes: corresponsabilización, eficiencia y coste-efectividad, apoyo a la prescripción, reordenación de servicios y mejoras de facturación.

Acuerdos con la industria

En el primero de esos ámbitos se quiere trasladar la idea de que la corresponsabilización es cosa de todos. Incluye medidas de cara al usuario (políticas activas de comunicación, como la factura sombra), a los hospitales (para minimizar el impacto de la prescripción inducida) y a la industria, con quien la consejería apuesta por firmar “acuerdos de financiación”.

En su explicación, el documento detalla su intención de llegar a acuerdos por volumen de facturación (la ex ministra Ana Pastor ya hizo algo parecido al frente de Sanidad) y resultados (¿riesgo compartido?). La corresponsabilización se completaría con una asignación de presupuestos por gasto máximo asumible.

No hay un catálogo catalán

Fuentes cercanas al Departamento de Salud de Cataluña aseguraron a EG que no se ha pensando en ninguna iniciativa parecida al ‘cataloguiño’, aunque una de las cosas que se plantea Ruiz, en el marco de las medidas destinadas a la eficiencia y el coste-efectividad, es “optimizar el Sistema de Precios de Referencia”.

Este segundo apartado incluye medidas que pueden generar nuevas tensiones en el sector. Además de potenciar los genéricos y las alternativas de precio menor (“sustituciones eficientes de medicamentos”, las llama el documento), y junto a criterios de coste-efectividad en la prescripción (es decir, política de equivalentes terapéuticos), la consejería anuncia un “uso racional de las recetas en papel”, con una limitación de recetas por mes y una reducción de los talonarios, lo que podría ser una manera de conducir la prescripción por la vía electrónica, otra diana del documento.

En el área de la eficiencia cabe resaltar también la revisión de precios en hospitales: en MHDA, o medicamentos de dispensación ambulatoria (33 principios activos, 467 medicamentos) y en los antirretrovirales con más de un principio activo de los cuales alguno disponga de genérico, entre otros.

Por lo demás, Cataluña seguirá con la política de pasar medicamentos DH a los hospitales y reordenará la dispensación en residencias geriátricas en función de criterios de coste-efectividad. Asimismo, reforzará filtros de facturación en función del nivel de cobertura, y no aceptará facturas de MHDA de asegurados de mutualidades públicas, ni de pacientes de otras comunidades autónomas.

La diputada del PSC y ex consejera de Salud Marina Geli ya ha alertado de una posible merma de la calidad y la equidad del sistema sanitario catalán.