El Global Madrid | miércoles, 16 de noviembre de 2016 h |

El Parlamento Europeo ha celebrado este 15 de noviembre una jornada profesional bajo el título “El Estado de salud de la Unión Europea: contribución de las farmacias comunitarias” en el que se ha analizado el papel que juegan, y pueden jugar, estos establecimientos en los retos que afronta la salud pública: resistencia antimicrobiana, prevalencia de la cronicidad, envejecimiento de la población, problemas de acceso y adherencia a los tratamientos, etc. El encuentro ha sido promovido por la eurodiputada popular Françoise Grossetête, y, amén de la participación de otros eurodiputados y de Sylvain Giroud (director general de Salud Pública de la Comisión Europea), también ha contado con la participación de Hanne Bak Pedrrsen (miembro de la División de Sistemas Sanitarios Europeos de la OMS), Darragh O’Loughlin (presidente saliente de la patronal de los farmacéuticos europeos PGEU), Ricchard Bergstrom (director general de la patronal europea de la industria farmacéutica Efpia), Adrian Van den Hoven (presidente de la patronal continental de fabricantes de genéricos), Melanie Carr (de la Agencia Europea EMA) y diversos representantes de asociaciones de pacientes.

La reunión ha puesto en relieve la contribución de las farmacias comunitarias europeas en la sostenibilidad de los sistemas de salud a través de la prestación de servicios enfocados al paciente como la revisión del uso de la medicación (RUM), programas de seguimiento a pacientes crónicos, vacunación… etc. Unos servicios que son realidad en algunos países continentales y aún “desafíos” en otros, se expuso en este encuentro. “No podemos abordar todos los desafíos que afrontan los sistemas de salud europeos si seguimos haciendo lo que siempre hacíamos; hemos oído hoy un compromiso muy fuerte de los farmacéuticos comunitarios y debemos apoyar sus esfuerzos”, ha apuntado la promotora del encuentro, la eurodiputada Grossetête.

Por su parte, el presidente de los farmacéuticos europeos, Darragh O’Loughlin, ha recordado que “más del 90 por ciento de las medicinas son distribuidas por las farmacias comunitarias, lo cual coloca a esta profesión en una situación inmejorable para mejorar la adherencia terapéutica, dirigir programas de seguimiento en polimedicación y ayudar a los pacientes en su autocuidado”. El presidente de la PGEU ha recordado la existencia de una red de 160.000 farmacias comunitarias en Europa que proporciona “una oportunidad única” para mejorar a través de ellas “la prevención de enfermedad y la temprana intervención”. Todo ello redundara, a juicio de O’Loughlin, en “sistemas de salud eficaces, accesibles y resistentes”. Unos sistemas de salud que “deben permitir a los farmacéuticos participar en ellos totalmente”, ha destacado.