La Federación Internacional Farmacéutica (FIP) ha realizado una declaración en la que se posiciona a favor de realizar cribados sanitarios en la farmacia comunitaria. La FIP afirma que las boticas pueden llevar a cabo una amplia gana de pruebas, desde la detección de enfermedades –COVID-19, VIH–, hasta el control de indicadores de enfermedades crónicas –colesterol o niveles de glucosa en sangre–. Unas pruebas que reportarían beneficios tanto sanitarios como económicos. Estos servicios contribuyen a la eficiencia y la sostenibilidad de los sistemas de salud, porque “son valiosos no sólo para los pacientes individuales que los reciben, también desde el punto de vista de la salud pública”, reza el documento de la FIP.

“Es fundamental que los profesionales farmacéuticos se incluyan en las estrategias nacionales y locales de los servicios de salud”

Julien Fonsart, copresidente Comité de Políticas FIP

El escrito aportado por la Federación insta a que los servicios de cribado se incorporen a la asistencia sanitaria financiada por el sector público o las aseguradoras privadas, y que estén disponibles para su compra por parte de los particulares. Para la FIP, las pruebas en entornos farmacéuticos son “una forma de fortalecer los sistemas de salud en todo el mundo, algo particularmente importante en los países de ingresos bajos. Es fundamental que los profesionales farmacéuticos se incluyan en las estrategias nacionales y locales de los servicios de salud”, sostiene Julien Fonsart, copresidente del Comité de Políticas de la FIP.

La FIP solicita que los farmacéuticos tengan acceso a la lectura y registro de las historias clínicas

Además, según la organización mundial, la Farmacia también puede contribuir a la atención primaria desde el punto de vista de la alfabetización de los ciudadanos, la prevención de enfermedades o la derivación a otros profesionales sanitarios. Para ello, solicitan que los farmacéuticos tengan acceso a la lectura y registro de las historias clínicas electrónicas para que los resultados puedan ser compartidos con todo el personal sanitario.

Mejorar la atención primaria

Las pruebas en las farmacias pueden ofrecer una información valiosa para la toma de decisiones sobre salud pública y también ayudaría a reducir la carga de los sistemas de atención primaria. Una labor farmacéutica rápida y segura que ahorraría tiempos y costes sanitarios. “La detección temprana de enfermedades reduce el gasto en salud y amplía la capacidad de los sistemas para responder a las necesidades de los ciudadanos”. Esto es especialmente importante en aquellos países con menos recursos que pueden tener mayores dificultades en el acceso a la atención médica.

El objetivo es que los Gobiernos eliminen barreras normativas y colaboren con las organizaciones profesionales de Farmacia

Cambiar las políticas

Para conseguir que estas pruebas queden recogidas en la práctica de los profesionales de Farmacia, la FIP exhorta a los Gobiernos para que faciliten una cobertura legal a los farmacéuticos y eliminen las barreras que les impiden desempeñar nuevas funciones. Para ello, animan a que las Administraciones colaboren de manera decidida con las organizaciones profesionales de Farmacia para que les consideren como un componente esencial de la atención sanitaria integral.


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