El Global Madrid | viernes, 20 de enero de 2017 h |

Las oficinas de farmacia españolas manejan para sus stocks una media en torno a las 8.000 referencias de productos “activas”, según los datos del informe “Evolución y tendencias del mercado farmacéutico español” difundido recientemente por la consultora especializada en el sector farmacéutico QuintilesIMS.

No obstante, QuintilesIMS avisa que esta cifra se “dispara” si las miradas se centran exclusivamente en el mercado de consumer health. En concreto, en el análisis del número de referencias por tipo de producto, las farmacias españolas contarían actualmente con cerca de 9.200 referencias respecto al mercado de prescripción, mientras que las del área de consumer health se elevan por encima de las veinte mil.

Respecto a la gestión de los stocks en las farmacias nacionales, este informe apunta a una rotación “ideal” de doce veces al año (cobertura mensual). Asimismo, se estima que el aprovisionamiento del stock supone en torno al 60-70 por ciento de los costes totales de una oficina de farmacia en España, mientras que otros factores, como el abono de los salarios, consumen en torno 8,9 por ciento de los recursos económicos.

Ticket medio y margen

Otras conclusiones que revela este estudio en el ámbito de la gestión indican que, en el último ejercicio, el ticket medio en las oficinas de farmacia se fijó en 22 euros. En concreto, un ticket conformado por dos unidades con un promedio de 11 euros PVP. Un ticket que se ‘genera’ en operaciones que rondan los 4,5 minutos de media de atención al usuario.

Respecto al mercado de consumer health, y dentro del crecimiento global de este segmento, no todas las farmacias lo estarían potenciando de igual manera. Así, se observan diferencias de crecimiento en el último ejercicio en torno a 8 puntos porcentuales. En líneas generales, las ventas de productos de autocuidado ya representan el 29 por ciento de la facturación de las farmacias.

Servicios de valor añadido

Cara al futuro, Quintiles IMS cree que la óptima gestión de la botica —y su consecuente traducción en términos de facturación— vendrá dirigido por la recomendación y los servicios de valor añadido, siendo fundamental “promover la diferenciación respecto a otros canales no sanitarios”. Así, respecto a esas estrategias, conviene destacar los servicios de diagnóstico (screening en fotoprotección, dermoanalizadores, test de celiaquía e intolerancias alimentarias, etc.); consultas especializadas en tratamientos del segmento natural (homeopáticos, fitoterápicos, probióticos), así como actividades relacionadas con la seguridad del paciente (cosmetolvigilancia).

Por último, este informe destaca la también importancia de potenciar las tarjetas de fidelización, las redes sociales y la organización de charlas informativas en la propia farmacia como otros de los “motores del cambio” en la gestión de estos establecimientos.