La transformación digital es un proceso imparable y Europa se ha sumado a ella. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentó su Estrategia Digital a mediados del pasado mes de febrero. Además de apostar por una economía digital justa y competitiva, también incluye al ecosistema sanitario.

El objetivo de este plan es realizar un esfuerzo para garantizar que el desarrollo tecnológico sirve a la sociedad. Asimismo, se marca la meta de construir una sociedad abierta, democrática y sostenible.

“Hay mucho en juego, ya que el futuro tecnológico de la UE depende de si se lograr aprovechar sus puntos fuertes y las oportunidades que ofrece la producción cada vez mayor del uso de datos”, asegura en su planteamiento el propio documento. “Para asegurar su futuro digital, la UE debe aprovechar su ventana de oportunidad en los datos”.

Los modelos regulatorios y de investigación actuales se basan en el acceso a los datos de salud, incluidos los individuales. Fortalecer y extender, por tanto, el uso y la reutilización de estos datos “es vital” para la innovación en el sector sanitario. Así lo expone esta estrategia que, además explica que podrá ayudar a las autoridades sanitarias a tomar decisiones basadas en evidencia para mejorar la accesibilidad, efectividad y sostenibilidad de los sistemas de salud.

Competitividad industrial

La competitividad de la industria Europea también se vería reforzada, apunta el documento. También contribuye a la competitividad de la industria de la UE. “Mejorar el acceso a los datos de salud puede respaldar significativamente el trabajo de los organismos reguladores en la atención médica, en la evaluación de productos sanitarios y la demostración de su seguridad y eficacia”.

Los ciudadanos tienen derecho en particular a acceder y controlar sus datos personales de salud y a solicitar su portabilidad, pero la implementación de este derecho está fragmentada.

La Comisión Europea explica que los ciudadanos también deben estar seguros de que, una vez que hayan dado su consentimiento para que sus datos sean compartidos, los sistemas de salud utilizan dicha información de manera ética y aseguran que el consentimiento puede ser retirado en cualquier momento.

La salud es un área donde la UE puede beneficiarse de la revolución de los datos, aumentando la calidad de cuidado de la salud, al tiempo que disminuye los costes. El progreso a menudo dependerá de la voluntad del miembro. Los estados y los proveedores de atención médica unirán fuerzas y encontrarán formas de usar y combinar datos, de acuerdo al reglamento de protección.

Medidas legislativas

En este escenario, la Comisión Europea desarrollará medidas legislativas y no legislativas específicas del sector sanitario europeo. Asimismo, tomará medidas para fortalecer el acceso de los ciudadanos a los datos de salud y la portabilidad de estos datos y abordar las barreras a la provisión transfronteriza de servicios y productos de salud digital.  

Asimismo, se implementarán infraestructuras de datos, herramientas y capacidad informática para soportar la información que se genera en el contexto sanitario. “Más específicamente se apoyará el desarrollo de registros de salud electrónica nacional”. En cuanto a la interoperabilidad, la UE apuesta por un formato de intercambio electrónico de registros de salud. Mediante este sistema, la información genómica podría estar disponible y facilitaría así el intercambio de información entre países.

Información interoperable

Otro de los objetivos marcados es habilitar el intercambio de resúmenes electrónicos de pacientes y recetas electrónicas entre los estados miembros en la Infraestructura de Servicios Digitales de eSalud para 2022. El trabajo en red permitirá llevar a cabo proyectos de big data. “Estas acciones apoyará la prevención, el diagnóstico y el tratamiento frente al cáncer, las enfermedades raras, crónicas y complejas. Asimismo, permitirá la investigación y acercará la innovación. En el plano político permitirá el desarrollo de políticas y compartir actividades reguladoras de los Estados miembros en el ámbito de la Salud Pública”.

Libro blanco

Para la Comisión, Europa reúne todos los requisitos para ser líder mundial en sistemas de inteligencia artificial. “Contamos con excelentes centros de investigación, sistemas digitales seguros y una posición sólida en robótica”. De hecho, el Libro Blanco que acaba de presentar apuesta por un marco para una inteligencia artifical basado en la excelencia y la confianza, donde, a través de la colaboración público-privada se movilicen recursos y se respalde a través de incentivos a las empresas para acelerar la implantación de la inteligencia artificial.

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Con todo, la inteligencia artificial se está desarrollando rápidamente. Está claro que, como explica la CE en su propuesta, cambiará nuestras vidas mejorando la atención médica (por ejemplo, haciendo diagnóstico más preciso, permitiendo una mejor prevención de enfermedades), contribuyendo a la mitigación y adaptación al cambio climático, entre otras cuestiones.

Este Libro Blanco estará abierto a consulta pública hasta el próximo 19 de mayo de 2020.