¿Cómo rediseñar la asistencia oncológica y adaptarla a las necesidades de los pacientes y clínicos? Esta es la cuestión sobre la que ha girado la Mesa Virtual de las sociedades científicas durante la jornada, ‘Una nueva asistencia oncológica’, organizada por la Fundación ECO, con el apoyo de Fundamed, y la colaboración de Novartis.

Un encuentro donde se ha puesto el foco especialmente en dos cuestiones fundamentales: la equidad y el acceso a la innovación. Para el profesor Eduardo Díaz-Rubio, presidente de Honor de la Fundación ECO, “tenemos una variabilidad enorme en los tratamientos y en la manera en la que hacemos el día a día con los pacientes con cáncer y también con una gran heterogeneidad, lo que significa que el acceso, la calidad y la equidad son enormemente diferentes y diversas”. A su juicio, hay que hacer hincapié en este aspecto y trabajar en materia de  prevención, asistencia, investigación e información. Pilares, en definitiva, “en las que asentar cualquier política sobre oncología”.

En este sentido y como participantes de la Estrategia Nacional del Cáncer del 2003, las sociedades científicas de oncología y de hematología han arrojado su visión y su respuesta a la pregunta.

Prevención, un pilar indiscutible

El presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Álvaro Rodríguez-Lescure, ha puesto el foco en la prevención. “Más del 30 por ciento de los tumores que atendemos, son prevenibles”, ha recordado.

Álvaro Rodríguez-Lescure, presidente de SEOM.

A su juicio es necesario mejorar la nueva asistencia a través de seis premisas: Promover las unidades de referencia, redefinir las plantillas, organización de la asistencia,  acceso equitativo, incorporación de la medicina personalizada de precisión, sistemas de información comunes, eficaces y con capacidad de evaluar los resultados.

Asimismo, el presidente de SEOM ha remarcado la importancia de la incorporación de los biomarcadores al diagnóstico, Algo en lo que la sociedad científica ya trabaja desde hace tiempo.

La hemato-oncología de precisión

Ramón García Sanz, presidente de la SEHH.

El presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), Ramón García Sanz, ha explicado sus prioridades en cáncer. Así, ha recordado que unos 40.000 pacientes al año se diagnostican de cáncer hematológico en España. “Nuestra especialidad es donde la investigación científica ha tenido más desarrollo y facilidad porque es sencillo, sobre todo en las leucemias”.

De este modo, el presidente de la SEHH aboga por una Nueva Estrategia de Asistencia en Cáncer, poniendo el foco en el sistema de gestión clínica de España. “El sistema de salud tiene que empezar a cambiar la sistemática de gestión sanitaria porque se nos ha quedado bastante antigua (más de 50 años)”. En su opinión, habría que mejorarla en dos aspectos: la división tradicional de atención primaria y la atención especializada. Así, García Sanz aboga por una mayor coordinación. “Tienen que ir más de la mano en cuanto al cáncer”. Además, la integración entre los equipos también es otro de los pilares fundamentales.

Otro de los aspectos en los que ha puesto el foco es en la revisión  de la dicotomía que existe entre los derechos laborales del personal sanitario y los derechos de los pacientes porque, según ha explicado,  en ocasiones chocan y generan distorsiones a la hora de la asistencia sanitaria. En definitiva, “pensar más en el paciente y menos en nosotros”.

El diagnóstico también ha sido protagonista. Para García Sanz, “no tiene sentido tratar a un paciente con la mejor terapia si el diagnóstico es incorrecto”. El paso está claro: Es necesario centrarse en llevar a cabo un buen diagnóstico molecular e implementar en España la secuenciación de nueva generación y búsqueda de nuevos marcadores por genética absolutamente imprescindibles.

En cuestión de acceso, el presidente de la SEHH ha puesto en valor la equidad. “Necesitamos un buen sistema en red”, ha destacado, al tiempo que ha abogado también por la mejora del desarrollo de la investigación pública.

El cáncer infantil

Desde la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (SEHOP), su presidenta Ana Fernández-Teijeiro, ha abogado por un plan específico para el cáncer pediátrico. Un plan, ha dicho, que debe estar alineado con los programas de cáncer infantil en la Unión Europea.

Ana Fernández-Teijeiro.

Cada año se diagnostican en España 1.100 niños menores de 14 años con cáncer, que son atendidos en 42 unidades de oncología pediátrica”, ha recordado.

Como ha explicado la oncóloga, aunque la infección por COVID-19 constituye apenas el 1 por ciento de los pacientes, para todo el sistema sanitario la pandemia ha añadido una nueva variable en la atención a nuestros niños con cáncer. “Desde el inicio de la pandemia hasta el 27 de abril, se diagnosticaron 47 niños con cáncer que padecieron COVID. La mayoría se recuperó y hubo un único fallecimiento”.

En su opinión, aunque los pacientes han sido perfectamente tratados y diagnosticados, es difícil saber cómo la pandemia ha condicionado el tratamiento de estos pacientes y su repercusión a largo plazo. “El temor al virus ha podido retrasar que los pacientes acudan al centro sanitario”.

Fernández-Teijeiro ha recordado el papel de la telemedicina en este sentido. De cara al futuro, considera necesario que el planteamiento de una nueva asistencia oncológica no debe olvidar la posibilidad de nuevos rebrotes de COVID.

Asimismo, desde el punto de vista de la SEHOP,  el rediseño de la asistencia oncológica y su adaptación a las necesidades de los pacientes y clínicos debe contemplar siete ejes.

Por un lado, la ordenación del cáncer infantil. “Establecer 10 ó12 unidades de referencia de cáncer infantil que trabajen en red con el resto de unidades”. Además, deberán contar con apoyo económico para el desplazamiento de los pacientes y sus cuidadores.

En segundo lugar, la atención a los adolescentes. Cada año, 500 adolescentes de entre 15 y 19 años se diagnostican tumores malignos.

La tercera premisa para SEHOP es la medicina personalizada y por tanto, el mejor diagnóstico, pronóstico y tratamiento. “Definir dos o tres centros para el diagnóstico de pacientes con tumores raros”.

El diagnóstico precoz también forma parte de las prioridades. Para Fernandez-Teijeiro es necesario mejorar la formación en información en centros de salud, colegios y otros colativos sanitarios como farmacias.

La  prevención de secuelas y el seguimiento de los supervivientes es la quinta premisa. No solo curar, sino curar mejor. En este bloque, la sociedad científica apuesta por incorporar nuevos perfiles profesionales como los neuropsicólogos.

Dentro de la lista de tareas, esta sociedad científica no se olvida de la investigación en cáncer infantil. Además de contar con los mejores cuidados paliativos.

La huella de la COVID-19

Por último, y debido a la situación actual, la experta ha insistido en la necesidad de tener presente a la pandemia. “El planteamiento de una nueva asistencia oncológica intentar que los pacientes con cáncer no se resientan en posibles futuros brotes de COVID-19”, ha destacado.

Desde la cirugía

Desde la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica (SEOQ), Jacobo Cabañas, su presidente ha recordado que cuanto más precoz sea el diagnóstico del cáncer, mejor serán los resultados. Algo que “también cuesta más dinero”. Si bien, como ha explicado si gastamos más dinero en prevención y diagnóstico, gastaremos menos dinero en asistencia.

Jacobo Cabañas, presidente de la SEOQ.

De hecho, Cabañas ha puesto el ejemplo de la COVID-19. “Donde la pandemia ha atacado con más fuerza, nos hemos provisto de recursos imprescindibles como anestesistas, enfermería de quirófano y respiradores”.

Por otra parte, también ha puesto de manifiesto la necesidad de crear hospitales y centros de atención más cercanos a las diferentes poblaciones. De hecho, Cabañas ha señalado que no es solo unidades de referencia en un concepto elitista, sino que la actualización del plan del cáncer lo que tendría que plantear es “si realmente en cualquier sitio se puede plantear cualquier tratamiento”. Es aquí, ha destacado, donde entra en juego el consumo de recursos y la eficiencia. “Un centro que tenga mejores resultados la ventaja que tiene es que además ahorra dinero. Ahorra complicaciones, demoras y probablemente es capaz de ofertar el mejor tratamiento”.

La investigación

Desde el prisma de la investigación, el presidente de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA), Xosé Bustelo, ha puesto en valor que en un momento en el que estamos hablando de reconstrucción económica y social y nuevas estrategias de futuro, es necesario abordar de manera seria los problemas que existen en sanidad, en investigación y en cáncer. “Se ha matizado mucho el tema de la medicina personalizada, el diagnóstico y las nuevas terapias. Creo que todavía estamos en la infancia de estos desarrollos. Estamos en la punta del iceberg”, ha aseverado.

Es cierto que en la actualidad se sabe mucho pero, “falta mucho por conocer, por ejemplo en la evolución de tumores tras el tratamiento, que es algo importantísimo para entender la metástasis o el fenómeno de resistencia”. En inteligencia artificial, todavía el SNS está “en pañales”.

Xosé Bustelo, presidente de Aseica.

El presidente de Aseica ha puesto en valor el papel de los ensayos clínicos iniciados por investigadores y por los grupos cooperativos, que “favorecerían la traslación rápida de esas investigaciones al ámbito de los pacientes”. Así, ha sido rotundo: “Hay que favorecer iniciativas cooperativas como el que ya tenemos pero que están infrautilizadas, como el Ciberonc”.

En todo este contexto, para Bustelo es necesario potenciar el investigador a nivel hospitalario. “Apostar no solo por médicos sino también por biólogos o informáticos”.

La oncología radioterápica

El presidente de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), Jorge Contreras, ha querido resaltar la importancia del tratamiento radioterápico en la curación de los pacientes con cáncer. “Actualmente se estima que cerca del 40 por ciento del total de los pacientes podría aspirar a la curación de su tumor mediante un tratamiento radioterápico,  ya sea usado de forma exclusiva o en combinación con otras modalidades terapéuticas, tanto cirugía como radioterapia, etc”.

Jorge Contreras, presidente de SEOR.

Además, ha destacado, en otras situaciones donde  el paciente no puede aspirar a la curación de su tumor, la radioterapia es efectiva para paliar muchos de los síntomas relacionados con el cáncer como dolores, sangrado, etc.

Más presupuesto

“En nuestro país solo se destina un 5 por ciento de la inversión del presupuesto global destinado al cáncer”.  En estos momentos en España se dispone de una asistencia oncológica con radioterapia de muy alta calidad, tanto a nivel científico como técnico. “Recientemente se ha incorporado en toda la geografía nacional más de 110 aceleradores lineales de última generación gracias a la donación a la sanidad pública por parte de una fundación privada. También se han realizado esfuerzos a través del sector sanitario privado incorporando tecnología tan sofisticada y costosa como la prontonterapia, cuya actividad acaba de incorporarse en España con dos centros en Madrid”, ha recordado Contreras.

En cuanto a la pandemia, el presidente de SEOR ha destacado que se ha mantenido la asistencia con radioterapia a los pacientes oncológicos que lo han precisado y con los niveles más altos de calidad y con seguridad para los pacientes. Por tanto, como ha destacado que “con la disponibilidad actual en España de tecnología avanzada en Oncología Radioterápica el cáncer puede tratarse en muchas situaciones de forma eficaz y segura con radioterapia, siendo una excelente alternativa a la cirugía”.

El papel de la enfermería oncológica

Desde 2015 el número de nuevos casos de cáncer diagnosticados cada año aumenta, y ya se aproxima a los 300.000 nuevos casos en España. La incidencia sigue creciendo, así como la prevalencia, pero al mismo tiempo que aumenta el número de casos de esta enfermedad, también se han logrado en los últimos años múltiples avances que han contribuido de manera notable a mejorar las expectativas de los pacientes con cáncer.

Ángeles Peñuelas, presidenta de la SEEO.

Las últimas previsiones sobre incidencia y prevalencia del cáncer son devastadoras. Según asegura Ángeles Peñuelas, presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO), “de aquí a 2040, hasta un 63 por ciento más de prevalencia”. Esto se debe en parte por la elevada supervivencia por las terapias dirigidas, “en cuyo desarrollo estamos solamente en el comienzo de una nueva era”. Y, por otro lado, también se debe a nuestro estilo de vida. “Ahora que el número de casos nuevos va aumentando, frenar esta curva ascendente a través de la prevención o herramientas de educación para la salud se hace imprescindible”, apunta Peñuelas.

De este modo, desde la SEEO, apuestan por una especialidad “que cubra todos los aspectos del paciente con cáncer” desde la perspectiva de una situación compleja, multifactorial y donde esos cuidados son especiales de principio a fin.

Los biomarcadores y el control de calidad

Xavier Matías-Guiu Guia, presidente de la SEAP.

Por su parte, Xavier Matías-Guiu Guia, presidente de la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP) ha invitado al ministro de Sanidad y a los representantes de los grupos parlamentarios a observar la complejidad del trabajo realizado por los servicios de anatomía patológica de los hospitales españoles. El presidente de la SEAP ha puesto en valor la importancia de los controles de calidad externos de los biomarcadores. “La participación de estos controles era del 50 por ciento en 2012 y ahora es del 70 por ciento“, ha destacado. Así, ha insistido en la necesidad de incluir en el plan la obligatoriedad de participar para asegurar la equidad territorial.

Los pacientes

Ana Fernández, representante de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), ha puesto de relieve la “doble vulnerabilidad” de los pacientes oncológicos ante el virus y ante las consecuencias emocionales y sociales de la pandemia. Ha citado los numerosos problemas a los que se han enfrentado: ansiedad por retrasos en tratamientos, pruebas diagnósticas, miedo al contagio, sufrimiento ante las dificultades para acompañar y ser acompañados en el proceso del final de la vida, el confinamiento en sí… Y todo ello ha provocado que “una de cada tres personas con cáncer ha sufrido un nivel significativo de ansiedad y depresión“.

Ana Fernández, directora de RR.II. de la AECC.

Es por eso, que Fernández afirma que esta crisis ha puesto de manifiesto la necesidad de reforzar la atención a la salud mental de pacientes y familiares y de reflexionar sobre cómo estamos cuidando en el proceso final de la vida y la necesidad de garantizar la sostenibilidad de la investigación en cáncer.

La representante de la asociación señala la importancia de analizar el impacto de esta crisis contemplando todas las vertientes del cáncer: la prevención, la atención sanitaria y social a pacientes y familias y la investigación. “A la luz de este análisis será imprescindible adaptar tanto la estrategia Nacional como los planes de cáncer autonómicos a las lecciones aprendidas”. Y concluye: “No podemos bajar la guardia; el cáncer sigue siendo un reto social, sanitario y científico“.

Además, desde AECC, han solicitado un reto claro al Gobierno de España: “aumentar la supervivencia al 70 por ciento para 2030“.