Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 06 de julio de 2018 h |

A pesar de que el Tratado Transatlántico de Comercio entre la Unión Europea y los Estados Unidos (TTIP) nunca llegó a adoptarse, hay quien cree que la Comisión Europea lo está utilizando como plantilla para las negociaciones de otros tratados comerciales. La Alianza Europea por la Salud Pública (EPHA, por su siglas en inglés) lo asume como posible en un informe que, tras analizar los acuedos comerciales que la UE está negociando con México, Chile y con los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), ha encontrado hasta nueve áreas de peligro potencial para la Salud Pública. El nivel de riesgo detectado es especialmente elevado en materia de acceso a los medicamentos.

Las políticas de Comercio y Salud Pública están vinculadas en muchos sentidos, pero la EPHA da por seguro que, en las negociaciones examinadas, la Unión Europea “ha subordinado explícitamente” las segundas sobre las primeras. En materia de fármacos, concretamente, el informe Unhealthy Trades: The side-effects of the European Union´s Latin American trade agreements alerta de que “reglas demasiado estrictas sobre los derechos de propiedad intelectual podrían amenazar el acceso a los medicamentos, particularmente en los países latinoamericanos”.

Riesgo muy elevado

Actualmente, el Acuerdo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (los conocidos Adpic) cubren las relaciones de propiedad intelectual entre países que no tienen provisiones específicas en sus acuerdos de comercio. La Alianza Europea por la Salud Pública acusa a la Unión Europea de querer acabar con este statu quo, incluyendo capítulos sobre propiedad intelectual que, en la práctica, intensificarían la protección en estos países. “La UE menciona rutinariamente su apoyo a la declaración de Doha sobre los ADPIC y a la Salud Pública, al tiempo que sugiere medidas que la debiliten”, critica.

El mejor ejemplo de esta doble vara de medir que la EPHA achaca a la Unión Europea tiene que ver con la inclusión en los acuerdos del Mercosur de los certificados de protección complementaria (SPC, por sus siglas en inglés). Documentos filtrados el pasado mes diciembre mostraban que la postura de la UE seguía siendo imprecisa en este punto y motivaron el lanzamiento de un llamamiento conjunto a la Comisión Europea firmado tanto por la EPHA como Health Action International. Posteriormente, la carta fue suscrita por otras 25 organizaciones, así como por varios miembros del Parlamento Europeo.

Ahora que la Comisión Europea está examinando la posibilidad de modificar la legislación comunitaria relativa a los SPC, la Alianza Europea por la Salud Pública califica de “cuestionable” que siga impulsando este enfoque en sus negociaciones comerciales, e insiste en los efectos secundarios que estas “normas globales” podrían tener en países de ingresos medianos, como son los países del Mercosur, Chile y México.

Junto al acceso a los medicamentos, otras tres áreas presentan riesgos muy elevados para la Salud Pública: el debilitamiento de las provisiones relativas a las evaluaciones de impacto, el capítulo de inversiones y el capítulo de tabaco. EPHA encuentra este último especialmente dañino y cree que su inclusión en el acuerdo con Mercosur es “una de las formas más evidentes con las que la Comisión Europea ha abandonado su obligación convencional de proteger y promover la salud y el bienestar”.

Otras áreas de riesgo

En inferiores niveles de riesgo, el informe hace referencia a las políticas de compras, al alcohol o a las medidas en materia de salud animal. En este ámbito, no sólo chirrían las disposiciones propuestas por la Unión Europea para agilizar la aprobación de productos destinados a ser importados por la Unión Europea, lo que podría rebajar los estándares en materia de seguridad alimentaria, sino la inclusión de un capítulo sobre resistencia antimicrobiana en el acuerdo con México limitado exclusivamente a la cooperación y al intercambio de información que no es suficiente, según la EPHA, para reducir los riesgos.

“Se incluya o no un capítulo así, es vital que el resto del acuerdo no socave los esfuerzos para abordar la resistencia antimicrobiana”, comenta la EPHA, que también insta a la Unión Europea a abordar con países productores de antibióticos (especialmente en India y China) la introducción de nuevas medidas de seguridad como paso previo a la entrada de productos en el mercado europeo.

Otra carta para la Comisión

Tras la publicación de este informe, la EPHA y sus socios en Latinoamérica y a nivel global han remitido a la comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmström, y al primer vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, y al comisario de Salud, Vytenis Andriukaitis, una carta en la que les solicitan que cambien el rumbo de sus políticas y prioricen la salud pública por encima de los intereses privados en sus acuerdos comerciales.

“Al impulsar los intereses del tabaco en las negociaciones con Mercosur, la Comisión Europea está traicionando sus propios compromisos y los de los gobiernos de la UE a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el control del tabaco. Este enfoque supondrá una carga para los países en forma de enfermedades crónicas, como enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer, y socavará su desarrollo sostenible“, aseguró Nina Renshaw, secretaria general de la EPHA.


A pesar de que el TTIP no llegó a adoptarse, la EPHA cree que la UE lo usa como plantilla para negociar otros acuerdos



EPHA cree “cuestionable” que la UE quiera incluir los SPC en Mercosur cuando los quiere modificar dentro de la UE