Cambio climático: otra oportunidad de ganar la batalla a un enemigo implacable

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La movilización de recursos, incluyendo tanto la innovación como la capacidad industrial, es una de las aportaciones de la humanidad a la pandemia. En esta tarea, las compañías y los Gobiernos, a través de sus instituciones, como la Unión Europea, han logrado empezar a proporcionar medios para ganar la batalla a la pandemia.

El reto de la pandemia

El avance del conocimiento de la COVID-19, la investigación en red, los tratamientos, la mejora del conocimiento de los mecanismos fisiopatológicos y, por fin, las vacunas, son el logro de una era moderna que no siempre nos trae satisfacciones.

El incremento global de la temperatura y el cambio climático traen enfermedades. Las indirectas son, como ya se sabe, la pandemia. Incluso siendo un “escape” de un laboratorio, los coronavirus se liberan de glaciares que se descongelan en el norte de China. Unos glaciares formados hace millones de años que liberan muchos microorganismos al descongelarse, como coronavirus desconocidos para el hombre. Con un poco de ayuda, pueden ser, no sólo desconocidos, sino altamente infecciosos para el ser humano.

“Más de 300 millones de personas en el mundo sufren esta enfermedad. Son el doble que los casos de COVID-19 declarados oficialmente en el mundo a día de hoy”

Enfermedades respiratorias

Pero el impacto directo del cambio climático es menos complejo de trazar. El asma es una enfermedad común que requiere de un gran esfuerzo asistencial y terapéutico. Más de 300 millones de personas en el mundo sufren esta enfermedad. Son el doble que los casos de COVID-19 declarados hoy oficialmente en todo el planeta.

Las elevadas temperaturas incrementan el nivel de ozono y otros contaminantes. Pero también el polen y otros alérgenos contaminan el aire que respiran los asmáticos. El asma grave afecta a un 18% de los enfermos de asma.

Aire contaminado

Todos respiramos aire contaminado. Y un total de 30.000 personas fallecen al año en nuestro país como consecuencia de la polución. Hoy el móvil me indica en Madrid 103 mcg/m3 de Ozono, 21,5 mcg/m3 de PM10 (partículas menores de 10 micras) o 5,25 mcg/m3 de dióxido de azufre, entre otros datos. No son malos datos, ya que se mueven entre “bajos” y “muy bajos”. Pero a pesar de eso, personas sensibles a estos contaminantes y niveles están siendo afectados.

El martes 8 de junio una nueva edición de Greentalks contará con visiones mutidisciplinares.

“Quizás si juntamos esfuerzos, conocimiento y prioridades políticas podremos ir atenuando el terrible impacto del ser humano en una naturaleza que se apaga ante nuestros ojos

La solución: trabajo común

No será muy distinta la lucha contra el cambio climático de la que estamos librando con la pandemia. El avance de la ciencia debe correr paralelo al compromiso industrial y personal. Escuchar a europarlamentarios que tienen entre sus 5 objetivos de legislatura el cambio climático será muy interesante. La postura de personas que conocen bien la sanidad nos puede dar pistas. Los clínicos, en este caso neumólogos, saben bien el impacto de la polución y lo ven cada día en sus consultas.

Quizás si juntamos esfuerzos, conocimiento y prioridades políticas podremos ir atenuando el terrible impacto del ser humano en una naturaleza que se apaga ante nuestros ojos.