Pese a que la pandemia parecía que iba a tocar “de refilón” la Inspección y Ordenación Sanitaria, pues estaba tocando de lleno al área asistencial, finalmente se vio fuertemente involucrada en muchísimos aspectos. Así lo ha afirmado Elena Mantilla, directora general de Inspección y Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid, en un coloquio online organizado por Executive Forum, con la colaboración de la biotecnológica Amgen y de la biofarmacéutica UCB.

Coloquio online con Elena Mantilla, directora general de Inspección y Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid

Mantilla ha explicado que, junto a su equipo, tuvo que tomar “medidas excepcionales en un momento excepcional”. Y ha admitido que gestionar la ayuda humanitaria y los materiales donados por ciudadanos y empresas, al mismo tiempo que continuaba con la inspección, ha sido “lo más difícil” que ha hecho en su vida.

Nicolás Roldán, gerente regional de Acceso al Mercado en UCB Iberia, ha felicitado a la Comunidad de Madrid por haber sido “un ejemplo de buena gestión“, recordando el gran reto que ha supuesto la pandemia.

Por su parte, Teresa Martín, gerente nacional de Relaciones Institucionales y Acceso al Mercado de la biotecnológica Amgen, ha destacado que uno de los grandes aprendizajes de la pandemia ha sido la importancia de la colaboración público-privada: “Si vamos todos en la misma dirección y sumamos esfuerzos, realmente se consiguen resultados muy buenos y provechosos para todos”.

Dispensación a domicilio

Elena Mantilla

Una de las acciones que puso en marcha Madrid en el ámbito de la colaboración público-privada fue la dispensación domiciliaria de medicamentos hospitalarios. Un proyecto donde, según Roldán, la industria farmacéutica “tiene mucho que aportar”.

Respecto a las boticas, la Orden de dispensación de medicamentos a domicilio fue la primera decisión que tomó Mantilla cuando irrumpió la COVID-19. “Se tomó porque los centros de salud, en ese momento colapsados, no podían atender a todo“, ha señalado. Así, en el mes de mayo de 2020, decidió que los farmacéuticos podrían acudir a los domicilios particulares y entregar la medicamentos a los pacientes más vulnerables.

No ha habido un solo error en la entrega de medicamentos en el domicilio por parte de los farmacéuticos”, ha aseverado la directora general de Inspección y Ordenación madrileña. Y es por eso que Mantilla ha asegurado que están trabajando para darle el mejor encaje jurídico posible dentro de la futura Ley de Farmacia.

Mejora de la farmacia rural

Precisamente, la nueva Ley de Farmacia también tiene previsto mejorar la farmacia rural, algo en lo que Mantilla se ha comprometido fervientemente. “La farmacia rural, para mí, es una prioridad absoluta. Tengo la intención de mejorar sus condiciones”, ha apuntado.

¿En qué se va a mejorar? En “todo lo relacionado con los horarios y ampliación de los mismos teniendo en cuenta su propia identidad; la agilización de los trámites y la autorización de los mismos; la instalación de botiquines cuando no se den las condiciones; y las exigencias en cuanto al tamaño del local, pues muchas veces es difícil encontrar locales con una determinada superficie en el medio rural”, ha indicado Mantilla.

Asimismo, están estudiando cuestiones respecto al establecimiento de servicios de guardia en los municipios con farmacia única.

Flexibilización de visados

Otro de los aspectos destacados en los que la Inspección ha trabajo durante la pandemia y que puede que haya llegado para quedarse, es la flexibilización de los visados de medicamentos para pacientes crónicos –en Madrid, hay alrededor de 1.400.000–. “En marzo, esos pacientes nos llamaban porque tenían pánico de ir a su centro de salud porque pensaban que se iban a contagiar”, ha lamentado Mantilla.

Así, decidió suspender los visados de recetas en la Comunidad. “Firmé una instrucción en la cual todos los pacientes crónicos de Madrid tenían ya visada su medicación en su tarjeta sanitaria. Simplemente con ir a su farmacia de proximidad tenían la medicación a su disposición. Y es que algo que nos preocupaba era que los pacientes crónicos no se tomaran su medicación por ese miedo a salir”, ha explicado Mantilla.

Como la competencia de eliminar visados corresponde al Estado, en Madrid lo que hicieron fue flexibilizarlo y crear visados por autocontrol o visados “automáticos”. El objetivo es hacer permanente esta nueva modalidad del visado, que será una realidad en uno o dos meses, ha informado Mantilla. “Hasta que no esté perfectamente niquelado el sistema informático no se lanzará”, ha expuesto.

Ha recordado que este tipo de visados se aplicará a medicamentos para pacientes crónicos o aquellos derivados de la cortisona, entre otros múltiples ejemplos. Sin embargo, sí se mantendrán visados en “medicamentos que requieren mucha seguridad para el paciente y un control exhaustivo”, como medicamentos para mujeres que se están sometiendo a ciclos de reproducción asistida.

Aumento del gasto farmacéutico

“El gasto farmacéutico derivado de la eliminación del visado para mejorar la vida del paciente no se ha incrementado”. Mantilla ha sido contundente en esta cuestión. Y es que, si bien es cierto que el gasto farmacéutico ha aumentado, no lo ha hecho por los visados, sino “por otras causas”.

Así, ha explicado que ese aumento se debe al incremento del uso de determinados medicamentos durante la pandemia, como los antibióticos, los anticoagulantes de acción directa y algún medicamento para diabéticos. Y todo ello porque “se ha visto que su uso es mejor para estos pacientes”.

“Un paciente crónico, porque no tenga el visado, no se va a atiborrar de un medicamento que no esté visado. Los pacientes se toman la medicación que necesitan“, ha concluido Mantilla.


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