J. R-T. Madrid | viernes, 25 de octubre de 2019 h |

La campaña de vacunación de la gripe ha venido de la mano de la recomendación del Ministerio de inmunizar a personas mayores, grupos de riesgo y personal sanitario, con especial énfasis en los profesionales de los centros de AP, especializada y hospitalaria y de oficinas de farmacia que tienen contacto mantenido con grupos de alto riesgo. Las cifras apuntan a que el año pasado solo el 33,9 por ciento del personal se vacunó, algo que los expertos creen preciso atacar.

Si la misión principal es proteger a la población más susceptible de tener complicaciones por la gripe (mayores de 65 años, embarazadas y personas con alguna patología crónica respiratoria), “para alcanzarlo tenemos que reforzar el compromiso con el personal sanitario, valorar sus reticencias y aumentar la cobertura porque es una responsabilidad ética”, aseveró Laura Sánchez (imagen superior), coordinadora del grupo de Vacunas de la Dirección General de Salud Pública, durante la sesión científica Estrategias de prevención frente a la gripe estacional, coordinada por el Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, Ángel Gil. El papel del profesional es doblemente importante porque, según las encuestas, el 17 por ciento de los españoles no se vacuna por desconfianza y es el profesional el eslabón fundamental para superar estas reticencias e informar a la ciudadanía sobre las bondades de la vacunación.

Más allá, la discusión en el SNS viene de la mano de la vacuna tetravalente, cuya implantación en España, a diferencia de en otros países de su entorno, es desigual. En relación a la pregunta de si el precio justifica el beneficio social, las sociedades lo tienen claro. “La tetravalente aumenta la protección hasta en un 20 por ciento”, dijo Esther Redondo (a la izquierda), coordinadora nacional del Grupo de Actividades Preventivas y Salud Pública de Semergen. Al final, el debate del precio va ligado a la inversión. Y, tal y como recordó Pedro Alsina, director de RR.II. de Sanofi Pasteur (en la derecha), las vacunas en España suponen el 0,3 por ciento del gasto sanitario (unos 220 millones de euros) y el 1,3 por ciento del gasto en medicamentos.

El precio de la vacuna no es la clave de su inclusión

En las Comisiones de Salud Pública y, previamente, en las ponencias de vacunas, el último criterio al que se atiende es al precio de las mismas. Así lo ha asegurado en el Congreso de los Diputados la directora de Salud Pública, Pilar Aparicio, durante una jornada sobre concienciación sobre la vacunación que se ha celebrado en la Cámara Baja. “Medimos muchísimo la eficacia y la seguridad de cada una de las vacunas que analizamos porque cuando se decide introducirlas hay que estar muy seguros. El último criterio que se pone sobre la mesa es el precio. Por tanto, ninguna vacuna está fuera del calendario por el precio, lo estarán por otro motivo, como por ejemplo que no hagan una gran aportación”, afirmó tajante.

Junto a Aparicio, también participaron en la jornada representantes de los grupos parlamentarios. Desde Ciudadanos se demandó que las políticas de salud pública sean vinculantes en toda España. Por su parte, los representantes del Partido Popular y del Partido Socialista coincidieron en pedir al Ministerio que actuara para conseguir aumentar la cobertura, sobre todo en profesionales sanitarios.