José A. Rodríguez Barcelona | viernes, 14 de octubre de 2016 h |

El Congreso de la Sociedad Europea de Oncología (ESMO 2016) ha sido testigo de la presentación de más de 2.800 trabajos en campos como la inmunoterapia, los tumores sólidos, los tumores hematológicos… Y tres de los estudios más relevantes tienen que ver con el cáncer de mama. En concreto, se esperaban los resultados del ensayo clínico de fase 3 Falcon, que comparó una dosis de 500 mg de fulvestrant (Faslodex, de AstraZeneca) más placebo frente a una dosis de 1 mg de anastrozol (Arimidex, también de AstraZeneca) más placebo, en mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama localmente avanzado o metastásico HR+ que no habían recibido ninguna terapia hormonal previa. Anastrozol es el tratamiento en primera línea para estas pacientes.

Los principales resultados del trabajo muestran que la mediana de supervivencia libre de progresión (SLP) fue 2,8 meses mayor con fulvestrant que con anastrozol. Esta mediana fue de 16,6 meses en el grupo de fulvestrant frente a 13,8 meses en el grupo de anastrozol. En el estudio, multicéntrico, aleatorizado y doble ciego, participaron 462 pacientes.

Como explicó Miguel Martín, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón y presidente de Geicam (Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama), “este trabajo ha demostrado lo que ya se sospechaba, que fulvestrant es superior al tratamiento estándar en primera línea”. Este fármaco ya se administra en este tipo de pacientes en escalones más avanzados de tratamiento. A juicio de Martín, los datos recientemente presentados van a suponer “un cambio de paradigma” en el abordaje terapéutico de las mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama avanzado con receptor hormonal positivo. Este experto señaló que este grupo de pacientes supone “entre el 20 y el 30 por ciento de todas las pacientes con cáncer de mama”.

Por otro lado, Martín también quiso destacar que este aumento de la eficiacia se produce sin un incremento de la toxicidad. “Probablemente, la toxicidad sea menor, sobre todo en aspectos como la rigidez y los dolores articulares”, dijo.

En cuanto al mecanismo de acción de este fármaco, Martín comentó que, a diferencia de otros tratamientos hormonales, este “degrada el receptor de estrógeno de las células tumorales. Es decir, no se limita a bloquearlo, como hace, por ejemplo, el tamoxifeno, sino que va más allá y lo destruye, lo que potencia su efecto antitumoral”.

Análogo de la trabectedina

También en cáncer de mama se comunicaron resultados de un estudio de fase 2 con lurbinectedina (PM1183, en desarrollo por PharmaMar) con 54 pacientes con cáncer de mama metastásico y mutaciones en BRCA 1 o BRCA 2 que habían recibido previamente, como máximo, tres tratamientos con quimioterapia para la enfermedad metastásica. Como explicó Judith Balmaña, especialista en Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona e investigadora principal del ensayo, “el 40,7 por ciento de las participantes respondieron a este fármaco. La duración del tratamiento fue de 6,7 meses. La supervivencia media libre de progresión fue de 4,1 meses, mientras que la supervivencia global fue de 20 meses”. Esta experta también destacó otros datos interesantes derivados del estudio, como que las pacientes que no habían recibido tratamiento previo con platino respondieron mejor (56 por ciento vs. 26 por ciento). También respondieron mejor las pacientes con mutación en BRCA 2 en comparación con aquellas con mutación en BRCA 1 (61 por ciento vs. 26 por ciento).

La lurbinectedina es un análogo de la trabectedina, aunque más evolucionado, y presenta un mecanismo de acción selectivo, comentó Balmaña. “Inhibe la transcripción activa de la ARN polimeresa II, uniéndose a ella —añadió—. De este modo, provoca roturas de la cadena doble del ADN, que tienen que repararse mediante el sistema de la recombinación homóloga. Además, también tiene efecto sobre el micromabiente tumoral, inhibiendo la transcripción de citoquinas”. En cuanto a la seguridad, Balmañana señaló que “la toxicidad se concentró a nivel hematológico, observándose neutropenia grado 4 y trombocitopenia en el 5 por ciento de las pacientes. Y sólo una paciente sufrió náuseas y vómitos”.

Por otro lado, se presentaron datos de del ensayo clínico de fase 3 Monaleesa-2 que demuestran que ribociclib (LEE011, en desarollo por Novartis) en combinación con letrozol redujo el riesgo de progresión o muerte en un 44 por ciento comparado con el tratamiento de referencia, letrozol, en primera línea en mujeres postmenopáusicas con cáncer de mama avanzado o metastásico, receptor hormonal positivo y receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano negativo (HR+/HER2-). Además, mejoró significativamente la SLP en todos los subgrupos de pacientes. Este fármaco es un inhibidor selectivo de quinasa dependiente de ciclina, un nuevo tipo de fármaco que ayuda a ralentizar la progresión del cáncer inhibiendo dos proteínas llamadas quinasas dependientes de ciclinas 4 y 6 (CDK4/6).