63 Congreso de la SEFH

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Esther Martín del Campo Madrid | viernes, 16 de noviembre de 2018 h |

La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) ha sentado las bases en Palma de Mallorca de las líneas de presente y futuro de la especialidad. El 63 Congreso Nacional de la sociedad científica ha conseguido reunir en su Palacio de Congresos a cerca de 1.400 profesionales que, bajo el lema “tu salud en movimiento”, han podido sacar el máximo provecho a nada menos que alrededor de 250 ponencias.

El presidente de la SEFH, Miguel Ángel Calleja, tiene claro que el congreso pone de manifiesto la hoja de ruta para el nuevo farmacéutico hospitalario aliado en la innovación terapéutica de calidad que debe anticiparse a la aparición de problemas para las personas, antes de ser pacientes, sin límites espaciales yendo más allá del hospital, superespecializado, priorizando las características individuales de cada paciente, aplicando las técnicas de selección y priorización para maximizar la efectividad y reducir la toxicidad de los tratamientos, liderando las nuevas terapias como CAR-T, terapias celulares y génicas y trabajando en equipo con otras especialidades y de su propio equipo priorizando la capacitación de los técnicos en farmacia. Junto a este nuevo espacio que aspiran a ocupar los especialistas, durante el encuentro también se presentaron los principales proyectos de la SEFH: sus planes de humanización, de investigación y formación y las novedades en Mapex para estratificar a los pacientes.

No hay foro científico que escape al desafío que supone el avance imparable de la medicina de precisión, y el congreso de la SEFH no ha sido una excepción. Una de las mesas de este encuentro ha dibujado el papel de la farmacia hospitalaria en este campo. En palabras de Raúl Díez, farmacéutico especialista del Hospital Universitario de Getafe y uno de los ponentes de este foro esta forma de entender la medicina ya es presente, pero con mucho por llegar en el futuro. “Aunque llevemos años con tratamientos dirigidos en el cáncer seguimos teniendo necesidades no cubiertas”, explica a GM. En este sentido destaca que hay que seguir definiendo nuevas dianas y también los mecanismos que llevan a que algunos pacientes, aun presentando el marcador, no respondan al tratamiento.

En su opinión, el papel del farmacéutico hospitalario en este nuevo escenario es claro. “Como hasta ahora debe pelear por que los pacientes se beneficien cuanto antes de los nuevos fármacos contra el cáncer.”, sostiene. Además, remarca que con un ratio beneficio riesgo más favorable en estos fármacos, el coste no debería limitar el acceso. La clave, indica es “buscar fórmulas para financiar estos medicamentos o estrategias para mejorar la eficiencia mediante acuerdos con los fabricantes”.

Según su visión, los farmacéuticos hospitalarios están absolutamente preparados para asumir este rol. “Llevamos años especializándonos en áreas clínicas para poder atender mejor a nuestros pacientes”, recuerda, y añade que ya hay farmacéuticos de hospital dirigiendo unidades de farmacogenético en los servicios de Farmacia.

Como ellos, entiende que el resto de profesionales también están preparados para la transformación, aunque destaca que habría que decidir si no sería más eficiente centralizar la determinación de las pruebas necesarias para hacer medicina de precisión en unos pocos centros para hacerlo no solo de manera más rentable sino también con resultados más fiables.

Para afrontar con éxito el futuro, la farmacia hospitalaria tampoco pierde de vista la necesidad de revisar el trabajo realizado hasta la fecha. En este sentido, uno de los focos de atención en el congreso se ha dirigido hacia el diseño de los estudios en oncología con un debate sobre la viabilidad y fiabilidad de los trabajos actuales, frente a otras fórmulas innovadoras.

Margarita Nigorra, farmacéutica hospitalaria del Son Llátzer y una de las responsables de oncología y hematología del centro, explica a GM que en este foro se analizaron las ventajas y los inconvenientes de los nuevos diseños. Los estudios con diseños clásicos, asegura, requieren muchos recursos tanto económicos como de tiempo y un número de fármacos importantes se caen durante las fases iniciales de la investigación, tal y como expone. La llegada de la biología molecular hace que los especialistas hayan asistido a una reclasificacion de los tumores: “hemos pasado de pocas enfermedades con muchos pacientes, a muchas enfermedades con pocos pacientes”, sentencia.

En esta situación, los modelos de estudios tradicionales no se adaptan fácilmente, y el reclutamiento de pacientes también se complica. Además, subraya que se necesita tener resultados de los estudios rápidamente para que los fármacos se utilicen cuanto antes, con eficacia y seguridad.

A modo de resumen, Nigorra destaca que los estudios con fármacos dirigidos y diseños nuevos son más eficientes y más cortos, con menos coste y un acceso precoz a los fármacos. Como inconvenientes, destacan que muchas veces son estudios en fases iniciales, sin grupo comparador. Para poder posicionar el fármaco, puntualiza la especialista, es preciso compararlo con alternativas.

El perfil molecular no lo es todo

Otra dificultad es que el perfil molecular no lo es todo y en la respuesta también influyen el microambiente y la localización tumoral. Asimismo, remarca que el análisis estadístico se complica con los nuevos diseños.

La innovación, en opinión de los especialistas, pasa por introducir en algunos casos los nuevos diseños de estudios (diseños enriquecidos tipo basket o umbrella, secuenciales o adaptativos), asegura Nigorra. En este punto, considera que es fundamental elegir bien el diseño para que los resultados obtenidos sean fiables, al mismo tiempo que aboga por intensificar la participación del farmacéutico hospitalario en esta fase de diseño, ya que un mal diseño puede invalidar los resultados, advierte.

Por otra parte, con respecto a las variables empleadas en los estudios para mostrar la eficiencia y toxicidad de los medicamentos, destaca que deberían refllejar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes, “Si se usan variables subrogadas, tienen que haber demostrado su correlación con las variables duras”, sentencia.

En la misma línea, se puso sobre la mesa que en áreas como la inmunoterapia los análisis clásicos que miden hazard ratio, mediana de supervivencia libre de progresión o supervivencia global no reflejan ni los largos supervivientes ni la separación tardía de las curvas, por lo que se necesitan nuevas formas de analizar la eficacia de este tipo de tratamientos. Con tantos matices, insiste en que es fundamental que los profesionales actualicen su formación en este campo para poder interpretar adecuadamente los resultados de los estudios.

En su mirada hacia el futuro, los farmacéuticos hospitalarios también se han preguntado por el lugar que ocupará la inteligencia artificial. José Manuel Martínez Sesmero, director de Investigación de la SEFH, está convencido de que empieza a ocuparlo en el presente en áreas como el diagnóstico por imagen, asistencia de voz, sensores inteligentes o telemonitorización.

Entre sus ventajas, destaca la capacidad de identificar patrones ocultos de datos, de agilizar procesos (especialmente los repetitivos y peligrosos), y de automatizarlos, aumentando la seguridad. Al otro lado de la balanza, sitúa que por ahora la inteligencia artificial no es capaz de desarrollar pensamiento relacional, por lo que la creatividad es nula o limitada, no tiene emociones.

Dentro del ámbito de la FH, Sesmero subraya confía en que podrá ayudar a mejorar los sistemas de soporte a la prescripción, prevención de efectos adversos, detección de mutaciones genéticas, optimización de stocks y desarrollo de nuevos fármacos.

Con todo ello, los profesionales tendrán que reorientar su actividad y estrechar la colaboración con otros especialistas.

Una de las herramientas básicas en FH, el apoyo a la prescripción, ha experimentado cambios que también se han abordado aquí. Para Montserrat Vilanova, jefa del Servicio de FH del Son Llátzer, las tecnologías disponibles actualmente en muchos centros eran inimaginables hace unos años. Los sistemas de prescripción electrónica, tal y como se puso de manifiesto, son a día de hoy un estándar de calidad para la seguridad del paciente.

Los especialistas repasaron los diferentes sistemas de ayuda a la prescripción y plantearon algunas áreas de mejora. “Desde el grupo Tecno de la SEFH se elaboraron estándares mínimos que deben ser implementados en los programas de prescripción electrónica”, indica como ejemplo.

Asimismo, recuerda que la actividad farmacéutica tiene requisitos comunes en todos los hospitales, por lo que el trabajo en una base de datos común de ayuda a la prescripción sería fundamental y aumentaría la eficiencia en los servicios.

En el desarrollo de este tipo de dispositivos, los farmacéuticos hospitalarios aportan una visión global e integradora en opinión de Vilanova. “Por su conocimiento del medicamento y sus características, este especialista puede contribuir al desarrollo de ayudas en la prescripción específicas adaptadas a cada centro o especialidad y basadas en la evidencia científica disponible”, asegura. De igual manera, concluye con la afirmación de que es el profesional más adecuado para llevar a cabo la valoración técnica de estas aplicaciones, siempre de manera consensuada con otros clínicos.


Precisión
A día de hoy, ya hay farmacéuticos de hospital dirigiendo unidades de fármaco genómica en FH



Estudios
”Hemos pasado de pocas enfermedades para muchos pacientes a muchas enfermedades para pocos”



Inteligencia artificial
En un futuro próximo, podrá ayudar también a la optimización de stocks y desarrollo de fármacos



Prescripción
Los sistemas de apoyo a la prescripción en muchos centros eran inimaginables hace unos años