Las pestañas y las cejas potencian la mirada y la belleza del rostro, pero también ejercen una función protectora: Las cejas y las pestañas evitan la entrada de agentes externos al interior del ojo. Las pestañas protegen frente a la radiación solar, evitando irritaciones. Inducen el reflejo del parpadeo cuando algo está muy cerca. Su estructura de las pestañas está compuesta por escamas de queratina responsables de su elasticidad y resistencia.

Marcas experta en el cuidado y belleza de ojos sensibles, como Belcils, de Laboratorios Viñas, con más de 35 años de experiencia ofrecen formulas de máxima tolerancia, además de un información sobre los riesgos que pueden poner en compromiso las pestañas. Sus productos son testados oftalmológicamente y aptos para personas portadoras de lentes de contacto.

El ciclo de vida del pelo

El crecimiento del pelo se basa en la salud y tamaño del folículo piloso. Su ciclo de vida pasa por varias fases: anágena o de crecimiento, que determina la longitud y grosor del pelo; catágena o de reposo; y, telógena o de caída, momento en el que el pelo se separa del bulbo y deja de recibir nutrientes y oxígeno, mientras empieza a crecer un nuevo pelo en la papila dérmica. A partir de aquí, empieza de nuevo el ciclo y un nuevo crecimiento del pelo. La duración de cada fase es distinta para cejas y pestañas.

¿Por qué se dañan las pestañas?

Las causas que pueden provocar daño en las pestañas son variadas y se pueden dividir en dos grandes grupos: internas y externas.

Causas internas:

Patologías que afectan al ojo y su contorno: blefaritis, dermatitis seborreica o infecciones oculares que pueden producir inflamación en el párpado yen consecuencia, afectar a la salud de las pestañas. Si el folículo se mantiene intacto, el pelo volverá a crecer una vez curada la causa.
El envejecimiento que, además de aumentar la caída del pelo, produce pérdida de grosor, de longitud y de color.

Causas externas:

Malos hábitos de higiene y/o el uso de un maquillaje agresivo o waterproof.
Factores ambientales, como el sol y la contaminación ambiental.
Tratamientos estéticos: pestañas postizas, extensiones o lifting de pestañas pueden dañarlas debido al peso de los postizos y de los productos agresivos habitualmente empleados en estas técnicas.

Riesgos

Excepto en el caso de las pestañas postizas, que se pueden colocar en casa, estos tratamientos deben realizarse por parte de profesionales en un centro de estética y con las máximas garantías de calidad e higiene. A pesar de ello, someterse a ellos puede dañar nuestras pestañas.

Entre los riesgos más comunes, destacan: una reacción alérgica a los productos utilizados, incluso al adhesivo utilizado; el peso de las extensiones, factor que puede acelerar la caída de la pestaña, así como dañar el folículo piloso; deshidratación, debilitamiento y rotura del pelo natural y reducción de la longitud de la pestaña.


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