La red de farmacias, un punto más de atención comunitaria del SNS

Por Jordi Casas, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB) y del Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña (CCFC)

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Por Jordi Casas, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB) y del Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña (CCFC)

En líneas generales, el 2021 ha vuelto a ser un año marcado por la pandemia de la COVID-19. En este contexto, el papel de la farmacia ha sido clave para desarrollar estrategias de Salud Pública para la detección y control de la pandemia, así como para contribuir a descongestionar los Centros de Atención Primaria, todo ello gracias a la capilaridad y accesibilidad de la red de oficinas de farmacia en términos de proximidad al ciudadano.

Poco después de empezar el año, el Consell de Col·legis Farmacèutics de Catalunya (CCFC) y el Servei Català de la Salut (CatSalut) firmaron un convenio con el objeto de desarrollar proyectos para el desarrollo de la Atención Farmacéutica comunitaria en el Sistema público de Salud, lo que ha supuesto un gran avance para integrar y consolidar la red de oficinas de farmacia como puntos de información sanitaria y de servicios para la ciudadanía dentro del Sistema de Salud.

Los proyectos que inicialmente se han previsto bajo el amparo de este convenio se engloban en tres grandes ámbitos: promoción de la salud y prevención de enfermedades (contempla proyectos como el programa de primeras dispensaciones, los cribados de cáncer de colon y de cérvix, o el Programa de Educación Sanitaria en el Buen Uso de los Medicamentos -PESBUM-); mejora de la accesibilidad y coordinación asistencial (atención farmacéutica integrada de pacientes mediante entrega de proximidad de MHDA o la dispensación de medicamentos extranjeros en desabastecimiento); y atención y seguimiento farmacoterapéutico (atención farmacéutica de pacientes crónicos mediante el envío de datos de pruebas de autocontrol y la derivación de mediante protocolos consensuados).

En la línea de cooperación e integración con el resto de dispositivos asistenciales que se establecían en este convenio, se puso en marcha a principios de julio un proyecto pionero en España: el Programa TAR (Test de Antígenos Rápidos en Oficina de Farmacia). En el marco de esta iniciativa, se ha integrado la actividad de las farmacias en la red de vigilancia epidemiológica, cribando a participantes y monitores del ocio educativo de verano (de julio a septiembre); y, posteriormente, a miembros de la comunidad educativa.

Estos cribados se llevan a cabo mediante el uso de test de antígenos supervisados, de manera gratuita —se hace cargo el Servei Català de Salut—, y el farmacéutico registra el resultado directamente en la historia clínica. A su vez, las farmacias también pueden realizar test de antígenos supervisados, no financiados, a petición del usuario. Contando las dos modalidades de TAR, desde julio hasta el mes de enero del 2022 la red de farmacias de Cataluña ha supervisado más de 770.000 test de antígenos y ha detectado más de 58.000 positivos.

Me gustaría trasladar mi agradecimiento a todos los farmacéuticos por la gran labor que han realizado en este 2021, por haber demostrado incansablemente su versión asistencial

A toda esta carga asistencial, realizada de manera adicional al trabajo diario, se suma que, desde el 3 de enero, las farmacias catalanas también pueden comunicar los resultados positivos de los test de autodiagnóstico hechos a domicilio para que queden registrados en la historia clínica. En total, ya se han notificado más de 300.000 positivos al Departament de Salut por esta vía.

Pero más allá de la farmacia comunitaria, todos los ámbitos de ejercicio de la profesión se han implicado para hacer frente a la pandemia. A modo de ejemplo, la farmacia hospitalaria ha sido esencial en la gestión del conocimiento en relación al tratamiento agudo de la COVID-19. Los servicios de farmacia de Atención Primaria han sido clave en la gestión y organización de la campaña de vacunación en el territorio. Desde el ámbito de los Análisis Clínicos se ha dado una respuesta de calidad ante el aumento de la demanda, tanto de las pruebas diagnósticas de SARS-CoV-2, como de las pruebas de laboratorio. Salud Pública ha continuado abordando el impacto de la pandemia con tareas de apoyo técnico, organizativo y formativo. La Distribución ha trabajado para asegurar la entrega de medicación y de test de antígenos. Y la industria farmacéutica, en colaboración con la iniciativa pública, se ha volcado en la investigación para conseguir tratamientos y vacunas eficaces en el menor tiempo posible.

Son, sin duda, hechos y datos muy importantes que ponen en valor el gran esfuerzo realizado por parte de todo el colectivo farmacéutico y que son un paradigma de la colaboración de la profesión en las estrategias de Salud Pública. Por todo ello, me gustaría trasladar mi agradecimiento a todos los farmacéuticos y farmacéuticas por la gran labor que han realizado en este 2021, por haber demostrado incansablemente la vertiente asistencial de la profesión, y por haber sido agentes de salud dentro del sistema sanitario.

Si el año pasado terminaba el artículo del Anuario afirmando que la pandemia había evidenciado la necesidad de integrar a la farmacia dentro del Sistema de Salud, este año podemos decir que esta integración ya ha comenzado a ser tangible. Durante el 2022 seguiremos trabajando para continuar con el camino trazado y seguir haciendo lo que mejor sabemos hacer: estar al lado de los ciudadanos para garantizar la atención sanitaria y la adecuada atención farmacéutica de la población.