Á. De Rueda Valencia | viernes, 19 de octubre de 2018 h |

La Comunidad Valenciana es la única que ofrece de forma transparente los datos de penetración de los medicamentos biosimilares (entre otros) desde 2016. Con cerca del millón de euros de ahorros estimados y con una cuota de mercado del 45 por ciento, las cifras llevan a reflexionar sobre la importancia de los fármacos innovadores y las decisiones que influyen en su implantación. Así se puso de manifiesto en el encuentro de redacción ‘Medicamentos biosimilares. Vías de acceso a la innovación en la C. Valenciana’, organizado por Wecare-u, que analizó la vertiente clínica, económica, de gestión y de los pacientes.

Como explicó el director general de Farmacia de la Consellería de Sanitat Valenciana, José Manuel Ventura, “la transparencia y la observación de los datos ha sido la herramienta de gestión más potente que hemos tenido, aunque probablemente haya que implementar otras”. En el lado opuesto se sitúan muchas CC.AA. “que se guardan sus datos como si fueran suyos, y esto no beneficia a nadie, ni a ellos mismos”, insistió el presidente de honor de la Alianza General de Pacientes (AGP), Antonio Bernal.

La apuesta valenciana está clara “primamos que se utilice el biosimilar sobre otro, pero no es obligatorio”, indicó Ventura. En este sentido el director general considera que fomentar el biosimilar es “estratégicamente muy importante, no solo para mantener los precios bajos sino porque la innovación penetra a un menor precio”.

Si bien hay cuestiones que generan incertidumbre, para Ventura el debate sobre la intercambiabilidad “es algo “forzado, puesto que en la práctica clínica los procedimientos terapéuticos están claros”. En esta línea, Bernal planteó la necesidad de que los datos sobre intercambiabilidad sean transparentes, “ojalá lo pudieran ser a nivel nacional, todo el mundo lo entendería mucho mejor, incluidos los pacientes”. A pesar de ello, la diferencia es notable. Joaquín Hinojosa, jefe de Servicio de Medicina Digestiva del Hospital de Manises, reconoce que, a pesar de que en la Comunidad Valenciana existe “un grado de información claro en ese sentido, llama mucho la atención la gran variabilidad que hay entre hospitales”. Éste es, en su opinión, uno de los aspectos a mejorar. Para el especialista, “todavía existe confusión entre sustitución e intercambiabilidad”.


José Manuel Ventura: “La transparencia ha sido la herramienta de gestión más potente en la C. Valenciana”


Resultados y ahorros

Aunque el ahorro producido por los biosimilares es algo notable, no es lo único por lo que estos medicamento suponen un elemento a considerar. Tal y como recordó Ventura, “ayudan a que la carga de la enfermedad, el coste, sea menor y a que el conocimiento mayor”. Es por ello que Ventura se declaró “a favor de los biosimilares”, en tanto en cuanto está a favor “de que haya cada vez más alternativas terapéuticas y ayuden a mejorar la salud de todas las personas a las que se trata”, añadió.

En esta línea la directora general de Asociación Española de Biosimilares (Biosim) Regina Múzquiz, apostó porque “el precio no sea el único elemento a tener en consideración para la adjudicación, sino que haya criterios técnicos que ayuden a los biosimilares”. Hinojosa también recordó, en este sentido, que, en los medicamentos “la ganancia terapéutica debe compensar el coste, y por ello es necesario disponer de datos en salud”. En la misma línea, Néboa Zozaya, directora del departamento de Economía de la Salud de Weber, recordó que el potencial de los biosimilares no está solo en los ahorros directos que generan, “sino en cómo consigue introducir competencia en el mercado y hacer que los biológicos de referencia que ya están instaurados en el mercado bajen el precio”. Al mismo tiempo, “esas empresas se ven incentivados a desarrollar nuevos productos, porque van a tener competencia antes de que expire su patente”, añadió Zozaya.

Aunque el ahorro es vital, lo que no quieren los pacientes, apuntó Bernal, “es que le pongan un medicamento porque es más barato, sino porque le vaya a ir bien. Es importante no transmitir al paciente que la decisión no es por ahorro, sino porque así lo ha considerado el médico”, puntualizó. Por otra parte se sitúa el reto normativo. Múzquiz considera que “es necesario adaptar la normativa a las peculiaridades de los medicamentos biosimilares. Nos centramos en la reforma de Real Decreto de Precios de Referencia, porque entendemos que estar sometidos a la normativa precios de referencia es una garantía para ambas partes, compañías y Administración, pero en condiciones distintas” señaló.


Joaquín Hinojosa: “Llama la atención la gran variabilidad que hay entre hospitales. Es un aspecto a mejorar”


Incentivar formación e información

La necesidad de que los profesionales conozcan la innovación es fundamental para que se aprovechen todas sus ventajas, más aún para el futuro que viene con más de 700 biosimilares en fase de desarrollo, apuntó Zozaya. Sin embargo, “la formación no debería depender solo de la industria”, planteó Hinojosa, que apostó porque sea la empresa la que proporcione los medios, aunque reconoció que no es fácil, además por el problema de la presión asistencial y la falta de tiempo de los facultativos. Así, “sin tener los conceptos bien definidos es difícil que puedas transmitir o explicar al paciente lo que es un tratamiento innovador”, añadió

Por su parte, José Manuel Ventura apostó por ampliar la formación en biosimilares a Atención Primaria, que son la primera línea de atención al paciente. Desde Biosim apuestan por fundaciones y asociaciones para fomentar la formación en hospitales. “Insistimos en el respeto a la libertad de prescripción de los médicos. Creemos que solamente con la entrada ordenada y paulatina de los biosimilares al sistema, y con el convencimiento de los médicos será posible consolidar su uso”, señaló Múzquiz.

Sin embargo, “la formación es una cosa y su financiación otra”, como apuntó el director general. “No se trata sólo de ir a un curso, sino también de investigar”, insistió. En la ecuación hay que incluir al paciente, porque al final es el que tiene la última palabra, algo en lo que todos coinciden. A pesar de ello, el presidente de honor de la Alianza General de Pacientes reconoció las limitaciones de financiación de las asociaciones de pacientes, que supone una brecha para que estén bien informados.