Juan I. Güenechea Salazar Vicepresidente de Cofares | viernes, 10 de junio de 2016 h |

El impacto de las medidas de contención del gasto ha significado un duro desafío para el sector, tantopara la Farmacia como para la Distribución. No debemos ser demasiado optimistas por el hecho de que los dos últimos años se hayan producido crecimientos muy moderados. Un número importante de farmacias han quedado dañadas y con posibilidades muy reducidas de desarrollo de la actividad. La Distribución ha realizado un esfuerzo enorme para mantener la rentabilidad en compras de las boticas, la calidad del servicio y el soporte financiero de sus socios y clientes. Un cierto número de empresas – en particular aquellas que no han podido ajustar sus costes a la nueva demanda, o cuya estructura financiera se ha visto perjudicada por el riesgo asociado a la morosidad – están teniendo serias dificultades. La inviabilidad ya se ha concretado en algunos casos y no podemos descartar alguna otra situación similar en el futuro, con factores agravantes como las inversiones necesarias para la adaptación de las GDP o la implementación de la Directiva antifalsificación.

La distribución se enfrenta a una problemática global con notas parecidas. En la reunión del GIRP se pusieron en evidencia las mas relevantes: los problemas de suministro, pérdida de mercados relacionados con la specialtys , la adaptación a las nuevas necesidades de la botica, la “generificación” y su impacto en el volumen y margen o debate sobre la remuneración.

Las respuestas son claras, pero no fáciles. Redimensionamiento de las empresas y solidez financiera; diversificación, con el desarrollo de servicios dirigidos a los coparticipes de la cadena de suministro (farmacia, pacientes, industria y administración); digitalización como soporte a la racionalización de costes y desarrollo de esos servicios. Se trata de orientarnos hacia sus necesidades.

La aparición de grandes conglomerados con presencia transnacional es otro factor de cambio. Nuestro modelo de farmacia necesita de empresas de distribución alineadas en su defensa, y para ello es necesario readaptar y fortalecer nuestras estructuras y procesos.