n La venta sin receta en oficinas de farmacia fue anunciada por el Ministerio de Sanidad el pasado 11 de mayo

n Se reabre el debate sobre el derecho de los boticarios a la objeción de conciencia a la hora de la dispensación

| 2009-05-15T18:17:00+02:00 h |

ARTURO DÍAZ

Madrid

Tras el anuncio por parte del Ministerio de Sanidad el pasado 11 de mayo de la posibilidad de adquirir sin receta médica la píldora postcoital en las oficinas de farmacia españolas a partir del próximo mes de septiembre, los boticarios de nuestro país, lejos de moverse por intereses económicos, han vuelto a demostrar su función sanitaria y que la protección de la población prima en su profesión. Después del anuncio, no tardaron en llegar las primeras reacciones, a mitad de camino entre la sorpresa y la cautela, por parte de los colegios de farmacéuticos.

Los pilares sobre los que giran sus advertencias, ya que han sido escasos los COF que manifiestamente han alabado la decisión, no son otros que la poca consideración que ha tenido la ministra Trinidad Jiménez respecto a los efectos negativos que puede suponer su toma, bien de forma indiscriminada o por un mal uso de ella, y la posible banalización de su uso.

Con esta denuncia, que se une a la petición generalizada del establecimiento de un límite de edad para el libre acceso a ella o la creación de protocolos consensuados de dispensación, los boticarios echan por tierra las acusaciones que a menudo soportan respecto a la supuesta primacía que otorgan a sus intereses económicos.

Reacciones de los colegios

No ha habido institución que no hay valorado la medida. Así, desde el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos (Cacof), afirmaron que el anuncio les “había cogido por sorpresa”, aunque señalaron que acatarán la nueva norma. Por su parte, el COF de Barcelona, por medio de su vicepresidente, Frances Pla, recordó que la pastilla es sólo de “emergencia, no es un anticonceptivo preventivo”. La presidenta del COF de Asturias, Lourdes Bergillos, mostró preocupación por la posibilidad de que “se banalice el uso”, y recomendó que se debe incidir en el uso de anticonceptivos preventivos.

Otra opinión que mostró reticencias acerca de la dispensación sin receta de la píldora postcoital llegó desde el Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León. Su presidente, Jesús Aguilar, afirmó que se trata de “un medicamento de urgencia, no de una aspirina”. Por su parte, el COF de Ciudad Real recordó que su única preocupación es siempre la salud de los pacientes, y desde Galicia solicitaron al Ministerio de Sanidad que se establezcan límites en materia de edad y frecuencia de la toma de la píldora.

En cambio, más comedidos se mostraron en el COF de Cantabria, desde donde se manifestó que los boticarios de la región actuarían igual que en el caso de otros medicamentos que no están bajo prescripción médica, aunque, sin embargo, su presidente, Francisco Asís de la Maza, no observa diferencia entre la píldora y los fármacos que sí requieren receta.

Fuera de los organismos colegiales, hay asociaciones que se mostraron más críticas, como la Asociación Española de Farmacéuticos Católicos. Uno de sus miembros, Antonio Castillo, se quejó de “poder dispensar sin receta la píldora y, sin embargo, para un ibuprofeno nos la están exigiendo”.

Protocolo de actuación

Ante las peticiones de algunos colegios, el Ministerio de Sanidad y el CGCOF llegaron a un acuerdo para elaborar un protocolo de actuación en las oficinas de farmacia en el momento en que se dispense la píldora postcoital, así como cualquier otro producto sanitario relacionado con la actividad sexual. El objetivo del acuerdo suscrito es informar sobre la píldora y otros métodos anticonceptivos y ETS, especialmente a los grupos jóvenes.

Por otro lado, a nivel autonómico hay consejerías de Sanidad que, tras el anuncio, comenzaron también a elaborar sus propios protocolos en colaboración con los COF provinciales. Cataluña y Andalucía fueron dos de ellas, mientras que el COF de Ciudad Real también mostró interés en ello.

Esta necesidad de establecer pautas comunes de dispensación también ha sido reclamada por la Sociedad Española de Farmacéuticos Comunitarios (Sefac), con vistas a evitar que la dispensación sin receta de este medicamento se convierta “en un nuevo problema de salud”. La Sefac ya trabaja en su propio protocolo, que pondrá a disposición de sus asociados.

Otras reacciones

Los partidos políticos también se pronunciaron sobre esta medida. Así, el PP la calificó de “machista”, porque “las mujeres asumen solas la responsabilidad de la anticoncepción evitando la corresponsabilidad del hombre en sus relaciones sexuales”.Desde IU ven la medida como “positiva”, mientras que desde UPN la calificaron de “frívola”, porque, según ellos, acarreará “consecuencias serias”.

De otro modo, el Defensor del Menor anunció que realizará una campaña informativa sobre el uso del medicamento, y la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp), se vio sorprendida “por la denegación del paso a la categoría de publicitarios de otros fármacos de habitual uso mientras que con un medicamento de efectos desconocidos sí lo hacen”, indican.