Manuel Machuca

Presidente de OFIL

| 2010-11-19T16:14:00+01:00 h |

ALBERTO CORNEJO

Madrid

La Organización Farmacéutica Ibero-Latinoamericana (OFIL), creada en 1981 en España para extender lazos entre profesionales de la Península y América Latina, tiene todavía mucho margen de recorrido. Sobre todo en lo que se refiere a dar cabida en ella a farmacéuticos comunitarios, ya que actualmente la mayoría de sus integrantes proviene del ámbito hospitalario. El reciente nombramiento de Manuel Machuca, santo y seña de la farmacia comunitaria en España con gran estima en Latinoamérica, como nuevo presidente de la organización para los dos próximos años, puede dar un nuevo impulso a la organización.

Pregunta. Ser nombrado nuevo presidente en el 14º Congreso de la OFIL, celebrado recientemente en Chile, ¿significa un reconocimiento a su implicación?

Respuesta. Así me lo he tomado, como un reconocimiento de los compañeros que forman OFIL. Hace diez años que empecé a viajar asiduamente a Latinoamérica para fomentar la unión con la farmacia española.

P. ¿Se notará el ‘sello Machuca’ en la dirección de OFIL?

R. La gestión de esta organización nunca ha sido presidencialista, se caracteriza por una estrategia común de toda la junta. En este sentido, queremos seguir aumentando el cuerpo de OFIL, dándonos a conocer a otros compañeros. La web que hemos puesto en marcha, www.ofil-internacional.org, será nuestro principal escaparate, además de vehículo de unión de los ya miembros. También queremos elaborar documentos de ayuda para la práctica profesional en los países en los que estamos presentes. En este aspecto, sí se notará mi sello personal, ya que uno de los primeros que se elaborarán será referente a la Atención Farmacéutica. También quiero que haya mayor cifra de jornadas profesionales organizadas bajo el amparo de OFIL.

P. En su primer discurso como presidente indicó que OFIL debía desmarcarse de lo político para centrarse en lo científico.

R. OFIL engloba a 22 países en los que, política y normativamente, ha ocurrido y ocurre de todo. Por lo tanto, es imposible que desde una organización así se pueda defender una misma línea. Siempre he dicho que aquellos que quieran utilizar OFIL como trinchera para atacar otros castillos, se equivocan de lugar. OFIL se creó para ayudar a la profesión, no para crear problemas.

P. Profesionalmente… ¿hay todavía grandes diferencias entre la farmacia ibérica y la latinoamericana?

R. Sí, especialmente en el ámbito de la farmacia comunitaria. En Latinoamérica las farmacias están en manos de empresas privadas, que convierten al farmacéutico en mero administrador, por lo que está muy desprofesionalizada. En OFIL estamos convencidos que el farmacéutico latinoamericano puede ser igual de profesional que sus compañeros portugueses o españoles, y en ello trabajamos.

P. Considerar el medicamento un bien comercial como otro cualquiera, ¿es el principal mal de la farmacia latinoamericana?

R. Exacto. En estos países los fármacos son meras mercancías, un bien de consumo como otro cualquiera. La debilidad política y comercial de estos países, así como la aplicación de políticas de libre mercado en todos los sectores, hace que la salud sea un elemento de competitividad entre empresas. Por ello, ni se considera la salud un derecho humano ni el medicamento es visto como un elemento imprescindible para conseguir salud y que, por tanto, debe ser accesible a todos.

P. La farmacia española también tendrá problemas comunes con Latinoamérica, ¿no?

R. Sí. Por ejemplo, en el campo de la Atención Farmacéutica. Es una práctica en la que todos estamos en pañales. Quizá en España haya más fundamentos teóricos en torno a ella, pero en las experiencias prácticas estamos parejos.

P. Todos estos problemas salieron a relucir en el reciente congreso celebrado en Chile, ¿no?

R. Sí. Además de estas problemáticas, los farmacéuticos chilenos mostraron su preocupación por una iniciativa que también se está sufriendo en España: la salida de ciertos medicamentos de sus farmacias para la dispensación en el canal hospitalario. También destaco la celebración de una mesa redonda en torno al seguimiento farmacoterapéutico (SFT), en la que me resultó satisfactorio comprobar que la visión de la profesión en torno a las ventajas de esta práctica es igual en todos los países. Una opinión que también compartían profesionales médicos latinoamericanos que fueron invitados al congreso.

P. Las ventajas de este seguimiento farmacoterapéutico no entienden de fronteras, ¿verdad?

R. El positivo impacto de esta práctica en el gasto en salud y en la mejora de la farmacoterapia es igual en todos los países. En un país como el nuestro, para seguir garantizando la salud como derecho. Y, en aquellos países con palpables inequidades, el seguimiento sirve para optimizar el gasto y que así los recursos lleguen a más gente.

P. El XV Congreso en Cádiz.

R. Es habitual que nuestros congresos se celebren en el país de origen del presidente. La elección de Cádiz no es casual, ya que 2012 coincide con la celebración del bicentenario de nuestra primera constitución democrática.