Alberto Cornejo Madrid | miércoles, 20 de febrero de 2019 h |

“Valoramos positivamente que los colectivos de Farmacia y Enfermería hayan acercado posturas, pero quien legisla es la Asamblea, no actores externos”. Esta es la posición que, a consulta de EG, han coincidido en repetir la mayor parte de grupos políticos con representación en la Asamblea de Madrid —a excepción de PP— respecto a la remisión a esta Cámara por parte de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos y Enfermeros de Madrid, y el sindicato Satse, de un nuevo texto “de consenso” en torno a la nueva Ley de Farmacia regional que ayudase a desbloquear (y aprobar) esta norma antes de que expire la legislatura. Un texto en el que, como algunos cambios principales, se apuesta por reflejar el perfil sanitario frente al “asistencial” de las farmacias y se delimita aún más la Atención Farmacéutica Domiciliaria, quedando supeditada al conocimiento y consentimiento previo tanto de médicos como enfermeros y únicamente ligada al medicamento y seguimiento—.

En concreto, la opción que planteó el Gobierno regional este martes 19 de febrero en la Mesa de Portavoces de Sanidad fue la de tramitar esta Ley por el procedimiento de lectura única, frente al debate en la Comisión de Sanidad de las enmiendas parciales presentadas por los grupos al proyecto de ley y una futurible remisión al Pleno del texto resultante. No obstante, la opción planteada por el PP —a través de su vocal de Sanidad Eduardo Raboso— fue rechazada por toda la oposición, según confirman a EG desde los grupos políticos. Cabe recordar que los reglamentos parlamentarios limitan el procedimiento de lectura única para aquellas normas que necesitan una respuesta legislativa urgente ( por ejemplo, por su necesidad y/o la disolución de las Cámaras por finalización de su mandato) o bien por tratarse de leyes ‘sencillas’.

“No se dan las condiciones”

Según destaca a EG Francisco Igea, portavoz de Sanidad de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, y también ‘voz’ de esta formación en este asunto regional, “no se cumplen ninguna de las condiciones para esta forma extraordinaria de tramitación”. “Aun siendo una ley importante, no es razonable en caso alguno que haya que saltarse el procedimiento ordinario porque no es una ley que requiera una tramitación urgente”, opina el representante de la formación naranja. Cabe recordar que la formación naranja fue clave para que este proyecto de Ley siga con ‘vida’ en la Asamblea, al abstenerse en las votaciones de sendas enmiendas a la totalidad presentadas por PSOE y Podemos debatidas en Pleno en diciembre.

De igual manera opinan en PSOE y Podemos. “No hay ningún elemento de urgencia en esta ley”, indica a EG José Manuel Freire, portavoz de Sanidad regional del Grupo socialista. Este diputado critica que, “si tanta prisa tenía el Gobierno en tramitar esta ley, hay que preguntarse por qué ni siquiera ha constituido la Ponencia de estudio del proyecto en la Comisión de Sanidad”.

Para Freire, la situación actual es que “este proyecto de Ley ha terminado su recorrido; está muerto (sic)”. También desde Podemos se critica la “trampa parlamentaria” que aseguran buscaba el Gobierno regional con esta lectura única: “Querían aplicar a esta ley lo que ya hicieron con la Ley del Suelo; saltarse lo trámites reglamentarios”, indica a EG Mónica García, representante en la Comisión de Sanidad de la formación morada.

Ahora bien, no solo es un problema con las formas sino también con el fondo. En este sentido, desde los grupos políticos de la oposición se critica que se haya dado por válido (para su debate) un texto proveniente “de fuera”. “Es la Asamblea quien tiene que legislar, no sectores profesionales”, indica Igea (C’s). Un parecer prácticamente calcado al existente en Podemos. “No nos parece normal que sean los colegios quienes dicten o quieran dictar las leyes y el Gobierno haga suyos los textos que recibe. No entendemos que se haya intentado gestar esta norma fuera de la Asamblea”, expone García. También Freire critica que los colegios “desconozcan los cronogramas parlamentarios” y hayan remitido una propuesta de texto “cuando el plazo de presentación de enmiendas parciales ya había expirado y por tanto solo se puede debatir en función de esas enmiendas”.

Tras esta negativa a la lectura única, falta por saber si el Gobierno regional seguirá intentando reconducir esta ley por el trámite ordinario —vía debate de enmiendas en la Comisión de Sanidad—, aunque parece casi ‘misión imposible’ dado el escaso tiempo para que expire la legislatura. Con las elecciones autonómicas fijadas para el 26 de mayo, la Asamblea debe disolverse a principios de abril.

Mientras, desde los Colegios de Farmacéuticos y Enfermeros de Madrid se sigue apostando y reivindicando este texto de consenso que califican de “histórico”.