Tras una desaparición, las primeras 24 horas son vitales. Motivo de ello, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), junto al Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES), ha lanzado la campaña “Cada minuto cuenta”. El objetivo de la misma es sensibilizar e informar a la población en general, y a los farmacéuticos, en particular, sobre la importancia de denunciar de inmediato cuando se produce una desaparición. La presentación de la misma ha tenido lugar en el marco de la II Jornada de la Red de Coordinadores Sociales de la organización farmacéutica colegial, bajo el nombre de “Construyendo juntos el rol social del farmacéutico”.

De izquierda a derecha: Cristina Tiemblo, Jesús Aguilar y Pilar Muniesa.

El presidente en funciones del CGCOF, Jesús Aguilar, ha incidido en la importancia de promover iniciativas innovadoras que ayuden a la profesión a abordar numerosos desafíos sociales como el de las personas desaparecidas. “Estamos convencidos de que la profesión farmacéutica y la red de farmacias pueden desempeñar un papel de enorme valor en su gestión gracias a esa gran capilaridad, esa accesibilidad y a esa cercanía que nos caracteriza”, ha enfatizado.

En esta línea, ha querido recalcar que tanto desde el Consejo General como desde los propios Colegios Oficiales de Farmacéuticos (COFs), y los profesionales que los conforman, “estamos totalmente comprometidos en la creación de alianzas y en potenciar la actuación de los farmacéuticos como agentes sociales de primer orden“. De hecho, ha resaltado la necesidad de “seguir haciendo equipo”, dado que, según ha remarcado, “juntos somos más fuertes”. Además, ha querido poner sobre la mesa que iniciativas como la que han presentado son un paso más en la “construcción de esa nueva cara de la profesión farmacéutica que pone a las personas y al desarrollo sostenible en el centro de la acción”.

Modus operandi de la campaña

Por su parte, Cristina Tiemblo, tesorera en funciones del Consejo General, ha presentado la campaña y, en su intervención, ha hecho alusión lo vital que es actuar inmediatamente cuando una persona desaparece. Asimismo, ha asegurado que la formación de los profesionales es indispensable, al igual que su implicación en la causa. A continuación, ha profundizado sobre el material que se va a distribuir, empezando, en una primera fase, con un cartel que tiene como protagonista a la población mayor. “Se ha comprobado que este grupo poblacional es el que tiene mayor riesgo de desaparecer por aspectos como el deterioro cognitivo“, ha asegurado.

Además, Tiemblo ha querido incidir en que la Farmacia es para muchos de ellos “un punto de referencia” al que acuden casi a diario. Por ello, ha garantizado que las oficinas de farmacia son el “aliado perfecto” para una campaña como esta. A parte de las personas mayores, también han querido poner el foco en los jóvenes, en una segunda fase de la campaña, dado que son otro de los grupos de edad con más riesgo de desaparecer.

Para todo ello, la tesorera en funciones del CGOCOF ha remarcado que se han armado de un sólido plan de comunicación. Así, se distribuirán los materiales a los 52 COFs y a las 22.220 oficinas de farmacia, para posteriormente realizar “una intensa campaña” en redes sociales. “Con el esfuerzo conjunto crearemos una mayor conciencia sobre la importancia de la denuncia temprana y lograremos, en consecuencia, salvar vidas”, ha garantizado Tiemblo.

Mayores con enfermedades neurodegenerativas y menores de edad, los grupos más vulnerables

La directora del CNDES, Pilar Muniesa, ha puesto sobre la mesa datos como que, en España, en 2023 se interpusieron ante las Fuerzas y los Cuerpos de Seguridad del Estado 24.581 denuncias por desaparición, las cuales se corresponden con 15.126 personas. “La disparidad de ambas cifras se debe a que, a lo largo del año, hay personas que han sido objeto de dos o más denuncias”, ha explicado. Esto saca a la luz que en torno al 29 por ciento de las personas que desaparecieron fueron reincidentes.

En su intervención Muniesa ha resaltado como grupos especialmente vulnerables las personas mayores con enfermedades neurodegenerativas o psicológicas o los menores de edad. Además, ha sostenido que “el fenómeno de las personas desaparecidas es un fenómeno poliédrico que tiene afección a muy diferentes ámbitos tanto personal, profesional y social como civil, judicial y económico”. “Como tal debe abordarse también de diferentes perspectivas para intentar darle una solución”, ha añadido.

Al respecto, ha querido remarcar que desde el CNDES siempre han apostado por el trabajo en equipo y la colaboración institucional para estudiar diferentes enfoques e identificar los actores y las fortalezas de cada uno de ellos para, si no eliminar, sí minimizar, en la medida de lo posible, el drama a que deben enfrentarse diariamente los familiares de las personas desaparecidas. Siguiendo esta reflexión, se ha referido especialmente al caso en el que estas desapariciones o bien se dilatan en el tiempo o existen causas degenerativas cognitivas o mentales que incrementan la vulnerabilidad de determinados colectivos.

Distribución geográfica, cercanía y confianza, fortalezas de las boticas

En lo que respecta al papel de las boticas, la directora del CNDES ha destacado “la extensa distribución geográfica” de la red de farmacias y su “cercanía con la sociedad” como sus principales fortalezas. “La existencia de más de 22.000 farmacias, en lugares donde la administración no tiene una presencia directa, ofrece una gran capacidad de difusión de campañas de información y sensibilización”, ha precisado Muniesa. Además, ha profundizado sobre la confianza que la sociedad deposita en los farmacéuticos, “un colectivo que cuenta con los conocimientos necesarios para detectar cualquier evolución degenerativa, psicológica, o médica que puedan sufrir sus pacientes y que reduzca sus capacidades haciéndoles más vulnerables y convirtiéndoles en grupos de riesgo”.

Finalmente, ha aludido a la gran capacidad de la red de farmacias para actuar como “un sistema de alerta temprana” en el campo de las desapariciones y de proceder de forma preventiva antes de llegar “a situaciones más gravosas”. De hecho, ha hecho hincapié en su capacidad de distribución de pulseras identificativas o de dispositivos que permitan identificar a personas que estén padeciendo alguna enfermedad degenerativa o que se desorienten y que, en un momento determinado, no sepan dónde están.


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