Prevenir, detectar precozmente y llevar el seguimiento farmacológico de los pacientes oncológicos, esta es la hoja de ruta de la Farmacia para frenar la segunda causa de muerte en España: el cáncer. Tanto su accesibilidad, como su confianza y conocimiento de los síntomas convierten al farmacéutico que trabaja en las oficinas de farmacia en un “agente centinela” de cara a detectar el desarrollo de determinados cánceres y su posterior derivación a la consulta médica.

Además, puede ejercer un papel activo de cara a la prevención de esta enfermedad. “El farmacéutico puede promover hábitos de vida saludables, incluyendo la práctica regular de ejercicio, una dieta equilibrada, la reducción del consumo de alcohol y la deshabituación tabáquica, aspectos clave en muchos tipos de cáncer”, alega a EG el director de los Servicios Farmacéuticos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF), Antonio Blanes.

Información personalizada del medicamento

Ciertos medicamentos oncológicos pueden administrarse de manera extrahospitalaria y, por tanto, son dispensados en la farmacia comunitaria. Por ello, es fundamental realizar acciones de información personalizada del medicamento durante la dispensación del mismo, así como el seguimiento de los efectos secundarios de la medicación oncológica y la educación terapéutica de autocuidado y hábitos de vida. En este aspecto, el portavoz resalta que “es esencial la participación en el control de la adherencia terapéutica ya que, aunque en estos pacientes presenta cifras elevadas (en torno al 70 por ciento), se deben incrementar. Es un hecho constatado que la efectividad del tratamiento tiene relación con una correcta adherencia al mismo”.

Estos pacientes desarrollan la mayor parte de su vida en el ámbito ambulatorio, desde donde también hacen uso de otros tratamientos farmacológicos que se complementan con la toma de la medicación oral antineoplásica. Desde sus domicilios, hacen frente a manifestaciones secundarias y toxicidades propias del tratamiento antitumoral. “Deben vigilarse y pueden ser prevenidas o, al menos, parcialmente aliviadas mediante la recomendación farmacéutica de determinados hábitos o de la toma de algunos medicamentos”, recalca.

Diagnóstico y cribado

Las oficinas de farmacia juegan un papel importante en el diagnóstico y cribado de las patologías. Poniendo el foco en el cáncer colorrectal, se ha demostrado que la supervivencia, cuando el diagnóstico se establece en estadios iniciales (0 o I), es superior al 90 por ciento. “El cáncer colorrectal (CCR), de hecho, es uno de los tumores más susceptibles de prevención a través del cribado poblacional, tanto por la disponibilidad de pruebas de diagnóstico rápido (calificadas como productos sanitarios de diagnóstico in vitro) como por la propia historia natural de este tipo de cáncer, caracterizada por un largo periodo preclínico de progresión silente”, afirma Blanes.

Más de 2.500 farmacias de País Vasco, Navarra, Cataluña, Murcia, Comunidad Valenciana y Baleares colaboran en programas de cribado de cáncer de colon

Actualmente, más de 2.500 farmacias comunitarias de País Vasco, Navarra, Cataluña, Murcia, Comunidad Valenciana y Baleares colaboran en programas de cribado de cáncer de colon, implantados por las autoridades de salud pública de estas CC. AA. “También se han llevado a cabo programas para la prevención de cáncer de cérvix en farmacias de Cataluña y se han realizado programas para determinar la prevalencia de factores de riesgo de cáncer cutáneo, así como la realización de campañas informativas para la prevención de este tipo de cáncer, en farmacias comunitarias de Cataluña, Baleares o Extremadura”, asegura.

En esta línea, garantiza que desde el Consejo General se está promoviendo el avance del papel de la farmacia comunitaria en el abordaje de los cribados frente al cáncer y en el seguimiento de los pacientes. Igualmente, destaca que se están promoviendo las prácticas de dispensación colaborativa, que ya se han instaurado en varias autonomías, de forma que los medicamentos de ámbito hospitalario para este tipo de pacientes (como la quimioterapia oral y los medicamentos biológicos autoadministrables) puedan ser dispensados en las oficinas de farmacia y evitar así el desplazamientos de estos pacientes al hospital.

Potenciar la labor farmacéutica frente al cáncer

Con el objetivo de contribuir a potenciar la labor del farmacéutico como recurso esencial en las políticas de prevención, detección y manejo del cáncer, el CGCOF ha firmado un acuerdo con la Asociación Española contra el Cáncer. “Este convenio se enmarca en la misión común de ambas organizaciones de luchar contra el cáncer a través de información, formación, investigación y servicios asistenciales que promuevan la mejora de la calidad de vida de los pacientes. Ha dado sus primeros pasos en común con la colaboración conjunta en una campaña de educación sanitaria en relación con la prevención del cáncer de colon”, explica Blanes.

El portavoz también afirma que es objetivo prioritario de la Organización Farmacéutica Colegial fomentar acciones orientadas al desarrollo e impulso de proyectos de investigación que permitan explorar el papel e interés científico del ejercicio y actividades de la profesión farmacéutica desempeñada en las farmacias comunitarias, en beneficio del cuidado y atención del paciente con cáncer.

“La UE apuesta porque, antes de 2025, el 90 por ciento de la población europea acceda al cribado del cáncer de mama, de cuello del útero o colorrectal”

Antonio Blanes, director de los Servicios Farmacéuticos del CGCOF.

“En este contexto, las autoridades sanitarias, tanto a nivel nacional, como europeo y mundial están modificando los enfoques de la atención sanitaria”, sostiene. Por ejemplo, añade, “la Unión Europea, basándose en los últimos avances y datos científicos disponibles, ha marcado como objetivo que, antes del 2025, el 90 por ciento de la población europea que cumpla los requisitos para someterse a un cribado del cáncer de mama, de cuello del útero o colorrectal tenga acceso”.

Coordinación asistencial

La coordinación asistencial es clave de cara a abordar todo tipo de patologías. En el caso del cáncer, resulta esencial que esta sea eficaz entre los farmacéuticos comunitarios y hospitalarios, dado que, como indica Blanes, los fármacos antineoplásicos “son mayoritariamente medicamentos de estrecho margen terapéutico y toxicidad potencialmente alta, que pueden requerir ajustes frecuentes de dosis en función de la evolución y tolerabilidad por el paciente, por lo que el seguimiento por el equipo de atención especializada resulta clave, así como su continuación en la Atención Primaria“.

“Una correcta coordinación entre todos los agentes implicados contribuye a facilitar y mejorar la monitorización de los tratamientos y a la revisión de la adherencia a los mismos”, incide el director de los Servicios Farmacéuticos del CGCOF. Solo así, añade, “se pueden identificar varias vías de actuación a través de los Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales”.

Blanes también asegura que, en cuanto a las actividades de Salud Pública relacionadas con el cáncer, el farmacéutico tiene amplia experiencia en acciones de promoción de la salud. Más en concreto, señala el desarrollo de campañas informativas ligadas al Día Mundial Contra el Cáncer o a la necesidad del uso de fotoprotección para prevenir el cáncer de piel en verano.


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