Se estima que desde el inicio de la pandemia COVID-19 se han diagnosticado 62.000 pacientes oncológicos menos respecto a los datos de 2019. Donde los meses más afectados fueron abril y mayo con reducciones en el diagnostico de nuevos pacientes hasta del 42 por ciento. Además, el inicio de nuevos tratamientos oncológicos disminuyó un 5 por ciento por la pandemia. Así lo señala un informe presentado este martes por IQVIA, que alerta sobre el impacto de la pandemia en los pacientes con cáncer.

Y es que desde que el COVID-19 irrumpió en los sistemas sanitarios se registraron grandes cambios en el volumen y en el tipo de pacientes que asistieron a los centros, centrándose en los afectados por el virus. Además, según ha explicado Isabel Ricote, manager de oncología en IQVIA, en el encuentro organizado “El cáncer no espera”, los pacientes experimentaron cierto rechazo a acudir a los hospitales y a recibir incluso tratamientos por el miedo al contagio.

Precisamente por ese motivo hubo un impacto grande en los nuevos diagnósticos. Según los datos de la consultora para la industria farmacéutica, casi un 20 por ciento de pacientes de cáncer no fueron diagnosticados durante el año 2020 en España. “Se diagnosticaron menos pacientes debido a la congelación del screening en muchos de los tumores y también a esa disminución en el volumen de los pacientes que asistían a las consultas.”

Según cuenta Isabel Ricote, la consecuencia de todo esto es que probablemente tengamos una población potencialmente oncológica aun no diagnosticada.

Las intervenciones quirúrgicas programadas en oncología fueron otras de las grandes afectadas. Llegaron a disminuir un 47 por ciento en abril del 2020, coincidiendo con el punto de mayor carga asistencial COVID-19 en los hospitales. Según ha indicado Ricote, se estima que desde el comienzo de la pandemia se han dejado de programar 31.000 cirugías en pacientes oncológicos. Siendo los tumores de colon, próstata, pulmón y mama los más afectados.

En relación con el tratamiento, muchos pacientes sufrieron retrasos importantes a la hora de recibirlo. “Todo esto conlleva un gran impacto en la supervivencia del paciente y el manejo clínico de estos pacientes que muchas veces van a llegar al sistema sanitario con un estadio de tumor más avanzado.”

Además, los datos que aportaron dicen que se registró una caída de un 5 por ciento en el número de pacientes que inician un nuevo tratamiento activo contra el tumor.

En este contexto, el Ministerio de Sanidad publicó en febrero de 2021 un paquete de iniciativas de prioridades para tratar de hacer frente a esta situación, afrontar el reto que ha supuesto la pandemia y garantizar un sistema sostenible a largo plazo.

Retos e impactos

Tras la presentación de este estudio, se celebró una mesa redonda en la que participaron expertos en el abordaje del cáncer: Mariluz Amador, Directora médica de la AECC, Josep María Borrás, Director del Plan Director de Oncología de Cataluña y Coordinador de la Estrategia Nacional del Cáncer en el Sistema Nacional de Salud, Emilio Monte, Jefe de sección de farmacia hospitalaria en el hospital La Fe de Valencia y Ruth Vera, Jefa de Servicio de Oncología Médica del Complejo Hospitalario de Navarro.

En primer lugar, se puso el foco en los principales impactos y retos en oncología a raíz de la pandemia. En este sentido, Ruth Vera destacó que mantener la actividad desde los servicios de oncología de los pacientes que estaban en tratamiento en condiciones de seguridad, fue uno de los grandes desafíos.

“Hemos podido mantener en la mayoría de los centros los tratamientos que ya estaban empezados, aunque quizás con algún cambio en los protocolos para podernos adaptar”

Ruth Vera, Jefa de Servicio de Oncología Médica del Complejo Hospitalario de Navarro.

Además, ha subrayado que los pacientes han acudido a las consultas en peores condiciones físicas debido a la disminución de la movilidad en los confinamientos en casa. “El cáncer va asociado a la edad y tenemos muchos pacientes en edades avanzadas que han acudido en peores condiciones físicas y psicológicas”.

Por su parte, Josep María Borrás, ha añadido que la COVID-19 ha sido de lo más disruptivo que se ha vivido en el sistema sanitario, “los hospitales se volcaron en el virus y la actividad se redujo de una forma muy impactante”.

Además, ha destacado que una de las cosas que ha mostrado el sistema sanitario es que es capaz de reorganizarse de una forma muy rápida para responder al desafío. Y ha puesto el foco en el acceso, “volver a organizar los hospitales para volver a la normalidad en todos los circuitos de acceso tanto a las pruebas diagnosticas como la transferencia entre centros, es prioritario”.

Desde el punto de vista del servicio de farmacia, Emilio Monte, ha señalado que la prioridad ha sido garantizar en todo momento la disponibilidad de los tratamientos y tratar de mantener la accesibilidad.

“De alguna manera intentamos abrir vías de comunicación para continuar accesibles a los pacientes”

Emilio Monte, Jefe de sección de farmacia hospitalaria en el hospital La Fe de Valencia.

Según ha explicado, se produjo más desabastecimientos de medicación de lo habitual, pero en general la situación se pudo salvar “bastante bien.”

Por otro lado, ha destacado la iniciativa que pusieron en marcha con un programa de envío de medicamentos a domicilio. “Muchos de los pacientes nos decían cuando les llamábamos por teléfono que de no haber sido por esta iniciativa no hubieran tenido su medicación porque no se atrevían a ir al hospital.”

Mariluz Amador, quiso aportar también el punto de vista desde la parte del paciente, en la Asociación Española contra el Cáncer.

“Tuvimos que manejar la angustia y el miedo, que en muchos casos fue mayor que el resto de la población por la situación vulnerable que tiene ya de base el paciente oncológico”

Mariluz Amador, Directora médica de la AECC.

Por otra parte, ha explicado que los esfuerzos desde la AECC se centraron en manejar muy bien la información y en atender a los pacientes. Sus retos: la incertidumbre, la falta de preparación para algo desconocido y el colapso del sistema sanitario.

Soluciones

El director del Plan Director de Oncología de Cataluña ha explicado en la mesa de debate, que el foco esencial es recuperar de alguna manera toda la actividad que pueda ser posible en atención primaria. Lo que implica que todos los pacientes se sientan seguros de acudir a los centros de atención primaria.

Además, “es de vital importancia el acceso a pruebas diagnósticas y al screening. Hay programas para prevenir la COVID-19 que implica que la capacidad de realizar pruebas diagnósticas no sea la misma.”

Ruth Vera quiso destacar una fortaleza de la atención oncológica en España: tener una Estrategia Nacional del Cáncer, que ha promovido desde hace muchos años la necesidad de tener comités multidisciplinares para garantizar la atención del paciente con cáncer.

La directora médica de la AECC, ha hecho hincapié en la importancia de consultar con el médico ante cualquier sintomatología. “Muchos indicadores confirman que muchos pacientes no acuden a consulta por miedo a la COVID-19, incluso una vez pasado el colapso del sistema”.

Desde el punto de vista de la farmacia hospitalaria, Emilio Monte ha señalado que las oficinas de farmacia son establecimientos sanitarios muy numerosos y con una distribución geográfica muy cercana a la población. Y que bajo “su punto de vista están claramente desaprovechadas, e incorporarlas al sistema sanitario seria altamente beneficioso para toda la población”.


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