| lunes, 02 de septiembre de 2013 h |

Uno de los medicamentos clásicos de los últimos años, con un nombre bien conocido por toda la población dice adiós a la financiación pública y, con ella, a las recetas del Sistema Nacional de Salud (SNS). Se trata de Prozac (fluoxetina DCI), de Lilly, que desde el pasado 1 de septiembre ha dejado de ser financiado por el SNS.

La decisión adoptada por la compañía americana no implica, como es lógico ningún problema para la salud de los pacientes que podrían seguir siendo tratados con el mismo principio activo ya que hay numerosas versiones genéricas de Prozac. Es más, España era prácticamente el único país en el que seguía comercializándose Prozac.

No es el único caso relevante de baja en el nomenclátor. Varias presentaciones de Cozaar (losartan DCI de MSD), Renitec (enalapril DCI de MSD), Cetraxal (ciprofloxacino DCI de Salvat) así como los anticonceptivos basados en drosperinona DCI más etinilestradiol DCI, que ya avanzó EG hace unos meses han dejado de estar disponibles a través de recetas del Sistema Nacional de Salud.

Facturación al SNS por las farmacias

Según una circular del CGCOF en la que recoge la respuesta del Ministerio de Sanidad acerca de la facturación de estos medicamentos en los meses siguientes a la fecha de exclusión del nomenclátor, los medicamentos que se han dado de baja mediante el procedimiento de “bajas exclusión financiación individualizada (facturable)” no pueden prescribirse desde la fecha en la que dejan de estar financiados por el Sistema Nacional de Salud. No obstante, pueden seguir siendo facturados por las oficinas de farmacia al SNS, durante 3 meses más.