CARMEN SANDIANES Madrid | jueves, 27 de marzo de 2014 h |

El actual modelo de oficina de farmacia está cambiando en España y va adaptándose a la realidad del momento, eso sí, sin descuidar la calidad que la ha caracterizado hasta ahora. En esta línea, el tema central de la mesa debate ‘Estrategias de rentabilidad y difusión de la cartera de servicios’ que tuvo lugar bajo el patrocinio de Teva durante la segunda jornada del Congreso Europeo de Farmacia, Infarma Madrid 2014, giró alrededor de una pregunta clave: ¿De qué modo se puede conseguir rentabilidad de la cartera de servicios que llevan a cabo las boticas?

A este respecto, Francisco Rúa, farmacéutico comunitario e integrante de la Comisión de Servicios Profesionales de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac), aseguró que “los servicios tienen un valor intrínseco y deben cobrarse”. Y es que, esto que parecería lógico en cualquier otro sector no está tan claro en la oficina de farmacia. “No cobrar el servicio produce pérdidas y no interesa mantenerlo a largo plazo”, indicó. Además, subrayó que cuando no se paga por un producto, no se valora.

En este sentido, Rúa no dejó escapar la oportunidad de recordar que la venta, tanto de productos como de servicios, es “un proceso natural”, por el cual se ofrece una mercancía y otra persona se interesa por ella. “Es un intercambio”, añadió. Igualmente, prosiguió, el valor es aquella cualidad de las cosas que las hace estimables, de manera que para poseerlas se entrega algo a cambio.

A este respecto, Baltasar Pons, otro farmacéutico comunitario también miembro de la Sefac, respaldó esa idea al señalar que si no se cobra por el servicio prestado el valor diferencial que ofrece la oficina de farmacia pierde peso. Asimismo, Pons resaltó que para poder implantar estos servicios no solamente es necesaria una buena formación, conocer bien al cliente-paciente para saber qué ofrecerle, tiempo e inversión, sino que hay que tener clara la importancia del cobro.

¿Cuál debería ser el primer paso para hacer realidad una cartera de servicios remunerada? Según precisó el director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Teva, Rafael Borrás, es muy importante creer que los servicios se pueden desarrollar y que la gente es capaz de pagar por ellos. Y es que, para él, se trata de uno de los primeros pasos que deben darse hacia la implantación en España de ese nuevo modelo farmacéutico.

Necesidades no cubiertas

A pesar de tratarse de una mesa de debate, casi no lo hubo, debido a que prácticamente todos los expertos que participaron en la misma se mostraron de acuerdo en cobrar por algunas actividades sanitarias realizadas en las farmacias. Actividades como la medición del colesterol, la tensión, el índice de masa corporal y la glucosa, entre otros parámetros, los cuales ayudan a medir el riesgo cardiovascular al que se enfrenta cada persona.

¿Y el precio? Para Rúa, no es tan importante, aunque la forma de presentarlo sí, “Cuidado con hablar demasiado pronto del precio”, advirtió, ya que, según él, es preferible dejar este tema para el final, después de haber ofrecido un buen servicio al cliente y de haberle proporcionado consejo farmacéutico.

Precisamente, es la figura de ese cliente/paciente la que quisieron resaltar tanto Rúa como Pons, ya que, tal y como indicaron, es el eje de los servicios que se proporcionan las farmacias. Así, Rúa priorizó en la necesidad de tener en cuenta los servicios que solucionen necesidades no cubiertas, acordes con los recursos que disponibles.