Alberto Cornejo Madrid | viernes, 11 de octubre de 2019 h |

El uso de las nuevas tecnologías de cara a extender la asistencia al paciente de puertas afuera de la farmacia ya es una opción que aplican muchos establecimientos. Herramientas digitales como apps, wearables, mensajería (whatsapp) son ya utilizadas en el seguimiento farmacoterapéutico —recordatorio y confirmación de tomas— y en la monitorización de parámetros.

Sin embargo, el uso de la tecnología para crear nuevos escenarios de atención va más allá de estos primeros pinitos en España, como así queda demostrado en una visión del espectro internacional.

En el caso nacional, si de lo que se trata es de dar un paso más en cuestiones como la telefarmacia o la atención farmacéutica digital, surge el debate: ¿choca esta apuesta con la poca flexibilidad de la regulación del sector en España? ¿Es siquiera necesaria en un país en el que el 95 por ciento de la población tiene acceso a una farmacia física a menos de cinco minutos de su domicilio y donde se asegura el servicio 24 horas? ¿Daría respuesta a las necesidades que plantean retos de la Sanidad como la dependencia?

Vaya más camino de la realidad o de la utopía, sea necesaria o no, bien haría la profesión en observar qué iniciativas se están desarrollando en este campo. En el reciente IV Encuentro Asefarma, los expertos en este campo Jordi Rovirosa (director de Concept) y Jaime Acosta (miembro de la Sección de Farmacia Comunitaria de la Federación Internacional Farmacéutica y de su Foro de Tecnología) desgranaron algunas de ellas que EG resume a continuación.

Dispensarios sin farmacéutico in situ

En algunas zonas de Estados Unidos, consideradas “desiertos farmacéuticos”, existen una suerte de dispensarios al frente de los cuales está un técnico en Farmacia (especialista en telefarmacia) bajo la tutela (en la distancia) de un farmacéutico titulado.

Cuando el paciente acude con una prescripción, el técnico contacta e interactúa por videollamada con el farmacéutico, el cual valida que la prescripción es segura y legal. Tras ello, el técnico se encarga de preparar la medicación (en dosis individualizadas y etiquetas, como es habitual en Estados Unidos) y, una vez lista, el farmacéutico debe hacer una autorización final.

Estos dispensarios también valen para resolver consultas a pacientes, mediante la videoconsulta con el farmacéutico. Todo el proceso es grabado y auditado.

Plataformas de telefarmacia

En Suiza, diversas aseguradoras de salud cuentan con convenios con farmacias para crear plataformas de telefarmacia como servicio a los asegurados. Incluso, ante un posible problema ‘leve’ de salud, los pacientes hacen uso primero de este servicio en vez de acudir directamente a Urgencias de algún centro concertado, reciben un descuento en la póliza.

E- Healthcare en Australia

En Australia existen plataformas digitales gestionadas por la Administración que comparan las fechas previstas de renovación de tratamientos con las fechas reales en las que se ha producido la retirada. En casos de desfase o discrepancias entre ambas, inmediatamente se lanza una alerta que apareja la puesta en marcha de un programa de adherencia, con llamadas directas al paciente para remitirle a la farmacia.

Una vez se introduzcan en la farmacia los datos del paciente, le saltará un aviso en el sistema para iniciar un programa de adherencia retribuido,