El asunto va de desmarques, primero la Consejería de Salud Universal de la Comunidad Valenciana se desmarcó del resto de autonomías cuando decidió no dispensar en farmacias el fármaco de diagnóstico hospitalario (DH) Elonva. Una medida que contradecía la decisión que había adoptado previamente el Ministerio de Sanidad, cuando modificó las condiciones de prescripción y dispensación del medicamento de DH, por las cuales, a partir del 1 de julio pasaba a dispensarse en farmacias.
Sobre este asunto, la justificación se basó en razones de “equidad”, que no son compartidas por los colegios, como ya informó EG. De este modo, la Comunidad Valenciana es la única de toda España donde este fármaco se queda exclusivamente en los hospitales. En este sentido, la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante, Fe Ballestero, ha manifestado en declaraciones a EG que “no es lógico que se vaya en contra de una decisión que es competencia del Ministerio, no de una Comunidad Autónoma”.
Los tres colegios siempre han ido juntos y, por ello, sorprende la decisión de Valencia de no sumarse al recurso presentado
El segundo desmarque lo protagonizó el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia hace unos días, cuando no se sumó al recurso presentado conjuntamente —el pasado 26 de septiembre— por los COF de Alicante y Castellón (tenían hasta el día 30 de plazo). El tema era recurrir la medida adoptada por la Consejería de Sanidad Universal de no permitir que se dispensara en las oficinas de farmacia el citado medicamento. Desde luego, hay diversidad de criterios entre las organizaciones colegiales de la Comunidad Valenciana sobre cómo proceder en la lucha por no perder la dispensación de medicamentos de DH. Así, a pesar de que los tres colegios van a la par en sus planteamientos, este tema ha abierto una pequeña brecha.
Por su parte, el COF de Valencia ha reconocido a EG que “creímos oportuno no adherirnos a este recurso, para así poder trabajar conjuntamente en el desarrollo de próximos proyectos que integren a la farmacia comunitaria, de una vez por todas, en el sistema sanitario”. De este modo, los motivos que arguyen están relacionados con su “actual línea de trabajo”. Según el colegio, por un lado, están trabajando en “la búsqueda de sinergias entre modalidades profesionales farmacéuticas (en este caso hospitalaria y comunitaria)”, y por otro lado, “se está trabajando con la Administración en nuevas formas de colaboración para hacer el sistema sanitario más viable y sostenible”, según afirma el COF de Valencia.
Desde el COF de Alicante consideran incongruente no recurrir cuando están luchando por la vuelta de los DH a la botica
Estos argumentos se entenderían si fuera incompatible denunciar o reclamar algo, con crear puentes o vías de colaboración. Sin embargo, “una cosa no quita la otra”, como afirma Fe Ballestero, presidenta del COF de Alicante.
La decisión del colegio valenciano “nos ha sorprendido, porque siempre hemos ido los tres colegios juntos en estos temas”, explica Sergio Marco, presidente del Consejo Valenciano de Colegios Farmacéuticos y del COF de Castellón. “No nos hemos puesto de acuerdo”, lamenta. Además, aunque la relación es muy buena con la Consejería, recuerda Marco, “si el Ministerio dice que el medicamento se dispense en las farmacias, la administración autonómica no tiene la competencia para decidir que se dé en la farmacia hospitalaria”. En definitiva, esta decisión “no se entiende para nada”, insiste.
La no adhesión del colegio valenciano tampoco tiene sentido para Ballestero, “estamos luchando por que los DH vuelvan a la farmacia o, por lo menos, que no vayan directamente a hospital y, para una ocasión en la que sin pedirlo el Ministerio lo saca, sería incongruente no recurrirlo”, explica. De hecho, la presidenta alicantina considera que “ningún medicamento DH debería salir de la farmacia, porque somos profesionales que estamos tan capacitados como la farmacia hospitalaria para hacerlo”.
Ambos presidentes colegiales coinciden en subrayar que la decisión de la Consejería de Salud es una medida adoptada por motivos económicos. Además, identifican un perjuicio para los pacientes que, por ejemplo, viven en una población y que van a tener que desplazarse al hospital de la ciudad para recoger el medicamento.
