iria gonzález

Córdoba

Ligado al COF de Córdoba desde hace muchos años, Práxedes Cruz toma ahora el testigo de su compañero y amigo Fernando Grande al frente de la institución colegial. Con la intención de no permanecer en el cargo tantos años como su predecesor, que ha estado más de dos décadas, Cruz viene cargado de proyectos para los próximos cuatro años, aunque reconoce que lo mismo se siente tentado a continuar otros cuatro más, lo máximo que permiten ahora los estatutos.

Pregunta. Enhorabuena por su elección, ¿cómo afronta este reto?

Respuesta. Asumo esto desde el conocimiento. Soy viejo en estas lides y sé que el momento no es bueno. La profesión siempre ha estado amenazada, pero ahora el acento se ha marcado más en esa amenaza. Pero vengo lleno de ilusión y de ánimo para servir a mis compañeros y a la profesión.

P. ¿Qué objetivos se plantea de cara a esta legislatura?

R. Muchísimos. Por ejemplo, consolidar la modernización de este colegio. También la unificación de toda la profesión alrededor del mismo a todos los niveles del ejercicio profesional. Es el momento de primar la unidad. Así tendremos muchas más oportunidades, porque los individualismos no conducen a nada. Hay que perder un poco ese egoísmo, esa actitud del farmacéutico de refugiarse en su botica y aislarse un poco.

P. Para conseguirlo, ¿con qué equipo va a contar?

R. Aunque repiten algunos porque también hay que dar tintes de veteranía, he incorporado a mucha gente joven. Eso va a ser un revulsivo para que la gente joven, que actualmente estaba quizá un poco separada del colegio, vuelva a integrarse. El amor a la casa y a la profesión se consigue estando dentro de la propia corporación.

P. ¿Le ha dado algún consejo su predecesor en la presidencia?

R. Fernando me ha enseñado la actividad política y colegial durante los años que he trabajado codo con codo con él. Siempre será mi presidente, en él tendré un aliado, un amigo y un consejero.

P. Inicia su mandato en un momento de negociaciones entre SAS y Cacof, ¿qué espera de estas conversaciones?

R. Estoy seguro de que va a haber un consenso, porque estamos condenados a entendernos. Esta vez quizá las cosas se han desorbitado un poco porque estamos muy tensos por la situación económica que vivimos, pero pienso que se va a reconducir. Esto está abocado a un consenso y un acuerdo inmediato.

P. Ese consenso, ¿pasaría por aprobar las subastas?

R. No lo sé. Estamos intentando llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes, donde todos cedamos un poquito. Nosotros estamos en contra de todo lo que suponga distingos y separaciones entre los españoles.

P. ¿Las subastas no rompen ese principio de igualdad?

R. Depende de cómo se orienten. Yo creo que las subastas, de entrada, no suponen ninguna reducción del vademécum, aunque no conozco el tema de primera mano. En otras iniciativas no se ha cumplido lo mismo. Ahora mismo estamos en una situación casi límite económicamente y tenemos que buscar soluciones ingeniosas. A la farmacia ya no se la puede estrujar más, porque tocarla más supone poner en peligro la asistencia sanitaria farmacéutica tal y como está ahora mismo estructurada.