Dijo Pedro Sánchez durante el debate de investidura que “es preciso reorientar las políticas relativas a la industria farmacéutica“. Pero una de las grandes preguntas que Salvador Illa ha dejado sin responder tras su primer paso por el Congreso ha sido la de cómo abordará la transparencia en la fijación de precios. No obstante, sí ofreció alguna pista sobre por qué, en su opinión, se debe pedir a la industria “que la terapia esté disponible a un precio razonable”. La respuesta está en la colaboración público-privada.

El ministro se refería a un reto mencionado por casi todos los portavoces parlamentarios de la Comisión de Sanidad: las nuevas terapias, “que son eficientes —dijo Illa—, pero muy caras”. Sanidad reconoce no tener ninguna varita mágica, pero sí defendió una línea de trabajo clara. Lo hizo, además, en respuesta directa a una solicitud que le había hecho la portavoz de Unidas Podemos, Rosa Medel: “Trabajar mucho desde lo público”.

Según aclaró Illa, se trata de poner en valor que “muchas investigaciones que hace la industria solo se pueden hacer con la colaboración de lo público”. Por ello, mencionó la oportunidad de “exigir una contrapartida a cambio: que la terapia esté disponible a un precio razonable”.

Una era de diálogo en Sanidad

La transparencia y el precio están llamadas a ser dos elementos clave dentro de la nueva estrategia en política farmacéutica que Sanidad quiere sacar adelante. Salvador Illa destacó que se trata de un reto compartido y apeló al diálogo… Un diálogo que el Ministerio quiere hacer extensivo a todos los ámbitos de la política sanitaria y farmacéutica.

Durante mucho tiempo se viene reclamando a Sanidad que asuma el liderazgo de la coordinación y la cohesión en el Sistema Nacional de Salud. El ministro lo tiene en su agenda más allá de la actualización de la Estrategia Nacional de Equidad. Durante su turno de réplica a los grupos, llamó a realizar un “trabajo de coordinación” entre todas las administraciones públicas. Y precisamente para fortalecer la cooperación y la coordinación con las comunidades autónomas, Illa ya había anunciado al inicio de su comparecencia que esta legislatura se reforzará el papel del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

“Esta legislatura se reforzará el papel del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud”

Salvador Illa, ministro de Sanidad

Este anuncio fue especialmente bien recibido por el grupo parlamentario de Vox. Su portavoz de Sanidad, Juan Luis Steegman, también tomó buena nota del discurso del ministro en relación a las compras centralizadas, el refuerzo de la evaluación a nivel nacional o la creación de un Centro Nacional de Terapias Avanzadas. “Bienvenido al programa de Vox. Han comprendido ustedes la importancia de la unificación”, le dijo.

Coordinar y cohesionar, pero no unificar

La respuesta del ministro no tardó en llegar. “Mi tarea, más que unificar, es coordinar”, le respondió. El ministro confía en el diálogo, pero le consta la dificultad de equilibrar las competencias autonómicas y la equidad del sistema.

Así se expresó en torno a este debate: “No hay financiación finalista porque así se decidió en su momento. Por tanto, hay un margen de discrecionalidad en cada comunidad para decir qué recursos destina a Sanidad. Y es verdad, las decisiones de inclusión en la cartera de servicios las acabamos adoptando desde el ministerio, pero siempre escuchando a las comunidades autónomas“, dijo. Y añadió: “Pero tampoco sería bueno y afectaría a la equidad, y esto tampoco lo puedo permitir, que una comunidad decidiera dar un servicio A y otra, no”.

Sin salir de la equidad, el ministro quiso tranquilizar a los portavoces que mostraron su preocupación por la transferencia al País Vasco de las competencias en Farmacia. Illa, como antes había hecho Joseba Agirretxea, portavoz de Sanidad del grupo vasco, recordó que esta transferencia está incluida en el Estatuto de Guernica, “una ley orgánica que hay que respetar”. En todo caso, aseguró el ministro, “esto no pone en riesgo la unidad de criterio en tema de Farmacia”.