Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 08 de marzo de 2019 h |

Ante el discurso de la privatización ella expone el de la ‘publitización’, convencida de que no hay dos caras opuestas, sino una sola moneda para hacer sostenible el sistema sanitario. Cristina Contel recibió a la revista EDS a las pocas semanas de haber sido nombrada presidenta de la Comisión de Sanidad de la CEOE. Este es un extracto de esa entrevista y precede a su publicación, prevista para el primer número de EDS del año.

Pregunta. Toma las riendas de la Comisión de la Sanidad de la CEOE en la antesala de elecciones europeas, municipales, autonómicas y generales. ¿Cómo define la situación del sistema sanitario?

Respuesta. El mapa sanitario es muy diverso y lo son también los 17 subsistemas con los que tenemos que lidiar. La predisposición nunca falta, pero los constantes cambios políticos y de interlocución han provocado la paralización o ralentización de muchos asuntos. Hemos ido trabajando paralelamente con los agentes sociales para avanzar, pero encima de la mesa hay temas urgentes que requieren no sólo de reflexión, sino de toma de posicionamiento y de decisión.

P. ¿Cómo combatir esta inestabilidad?

R. Hay una dolencia crónica: la infrafinanciación de materias básicas. Debemos ser muy conscientes de que el reto que tenemos por delante es exponencial. No nos van a servir ideas cortoplacistas. Esto necesita de un pacto.

P. ¿Cómo ha afectado esta situación a las inversiones del sector privado?

R. Ha sufrido muchísimo. La privada que hoy está encima de la mesa es la privada superviviente, la que ha tenido que reinvertir lo que tenía y lo que no tenía para mantenerse. Esto, unido a la concentración del mercado y a las inversiones de entidades de capital riesgo, ha hecho que no haya dejado de invertir en tecnología y equipamientos. Tanto que, hoy por hoy, la dotación tecnológica y de equipamientos del sector privado está muy por encima de la del ámbito público. Este año tendremos dos centros de protonterapia en España, algo impensable a nivel mundial, donde hay cinco. También tenemos la mayoría de los sistemas quirúrgicos Da Vinci. Nada de esto es de la privada. Es del sistema sanitario. Aprovechémoslo.

P. Escoger a una líder de la sanidad privada para representar ante las administraciones los intereses de empresas sanitarias en la CEOE en un momento en el que se ha impulsado la creación de una Comisión de Desprivatización no parece casual. ¿Siente presión o es una oportunidad?

R. Todo se debe leer en clave de oportunidad. El tema de esta comisión es curioso… Cuando se publicitó su creación, desde el minuto uno dijimos que teníamos que estar en la mesa, porque la capacidad para defendernos es absolutamente legítima. Así se lo trasladé a la ministra.

P. ¿Qué respuesta obtuvo?

R. Que no había ninguna comisión, ni organismo oficial creado a tal efecto, sino un grupo de trabajo entre dos partidos políticos. Todo depende de cómo se vende, porque estamos en un escenario donde la gestualidad y el efecto de impacto cuentan. La realidad es que a nivel europeo no hay ningún sistema de salud que sea sostenible sin la colaboración público-privada, pero cuando algo como esto se publicita, crea poso y la gente lo lee de distintas maneras. Hoy la privatización está en boca de todos, cuando en función de la persona con la que hablas entiende algo distinto. Primero tendríamos que definir el concepto y luego entender si estamos hablando de privatizar o ‘publitizar’, o si privatizamos desde la privada o desde la pública… Todo es un poco confuso.

P. ¿Qué papel puede jugar la Comisión de Sanidad de la CEOE en este debate?

R. Quizá contribuir a aclarar las cosas. Tenemos que aunar fuerzas para poner en valor qué estamos haciendo. Estamos colaborando. Y colaborar no es privatizar. Es sumar sinergias, cada uno en su ámbito. El Sistema Nacional de Salud es uno. El sistema público y el privado son vasos comunicantes en los que hay capacidad de concurrencia por parte de todos. Dejarnos vencer por el cortoplacismo, por ideologías electoralistas, no ayuda.

P. Antes hablaba de gestos y otro claro ha sido el Consejo Asesor de Sanidad…

R. La ministra también nos trasladó que le gustaría que tuviésemos en cuenta que es un Consejo Asesor para el que no se iba a nombrar sectores, ni representantes de sectores. Que Sanidad solo ha buscado a personas muy expertas y mentes brillantes. Alguna mente brillante estará en el sector privado, pero de momento no la han encontrado.

P. ¿Cuál es el peor escenario que plantearía un hipotético éxito de esa Comisión, o grupo de trabajo, de Desprivatización?

R. El sector sanitario público moriría de éxito porque sería inasumible. No obstante, tengo el convencimiento de que los propios que hacen estas gestualidades son conscientes de que esto es simplemente un brindis al sol porque hoy por hoy es impensable.

P. Pase lo que pase en las elecciones, seguiremos hablando de ciertos temas, como el copago. ¿Qué posicionamiento defenderá desde su altavoz de la CEOE?

R. Es un instrumento que puede ayudar a hacer sostenible el sistema, pero tenemos que analizar y valorar cómo se implementa. Porque el copago, como todos los instrumentos, es neutro, si bien puede ser más o menos injusto en función de los parámetros. Habrá que copagar en función de los recursos.

P. La CEOE también ha trasladado su inquietud por la Ley de Contratos del Sector Público, que no favorece ni la agilidad ni la transparencia en los procesos de contratación, y ha seguido insistiendo en que la compra pública no se rija solo por el criterio del precio. ¿Está de acuerdo?

R. Hasta ahora hemos tenido una visión muy cortoplacista y economicista, con ejemplos como las subastas de medicamentos, que solo tienen en cuenta el volumen. Lo más barato no es siempre lo más eficiente.

P. ¿Qué supondrá la presencia de un farmacéutico —Luis de Palacio, presidente de FEFE— en la Comisión Ejecutiva de la CEOE de cara a la farmacia asistencial?

R. Luis de Palacio es la persona idónea para representar a la farmacia y para emitir posicionamientos en el ámbito social. Puede aportar mucho a la hora de comunicar el trabajo que durante años llevan haciendo las farmacias. No somos conscientes del valor que aportan, sobre todo en determinadas poblaciones y a personas mayores, a la hora de seguir la continuidad de la medicación. El farmacéutico ha jugado siempre un rol importante, pero desde un segundo plano. Se merece que se le reconozca la labor que está haciendo y que se le incorpore como un agente importante más en la coordinación asistencial. Es un recurso muy valioso que tenemos que tener en cuenta.

“Hemos tenido una visión cortoplacista (…) Lo más barato no es siempre lo más eficiente”
“El farmacéutico se merece ser incorporado como un agente más en la coordinación asistencial”