J. Ruiz-Tagle Madrid | viernes, 23 de febrero de 2018 h |

Hace cinco meses la directora de Farmacia del Ministerio de Sanidad, Encarnación Cruz, reconocía que la principal línea de trabajo de su departamento sería promover el uso de medicamentos genéricos y biosimilares. Hace tres semanas ya anunció para los primeros que se firmaría un acuerdo que lleva en el cajón dos años y la semana pasada fue el turno de los segundos. Habrá un convenio de colaboración entre la Administración y Biosim y la clave —grosso modo— donde se sustentará las diferentes acuerdos será ligar la erosión del precio del medicamento a la cuota de mercado que vaya alcanzando.

La idea que transmite el secretario general de Sanidad, Javier Castrodeza, es que la prescripción de biosimilares debe ser “cada vez más atractiva”. La clave de estas palabras está en la asunción de que estos fármacos tienen un coste de fabricación mucho más alto que los genéricos y que la reducción de su precio no puede ser drástica desde un principio. Actualmente, y a pesar de que existen otros acuerdos por hospitales, la media de reducción del precio que acarrea la entrada de un biosimilar en el mercado ronda el 25 por ciento (por el 40 de los genéricos).”Hay que conjugar reducción del precio con aumento de la cuota para que no peligre el desarrollo de biosimilares en el futuro”, explica Joaquín Rodrigo, presidente de Biosim.

El camino para impulsar el medicamento biosimilar será largo pero no parece que sea tortuoso. Las administraciones autonómicas son conscientes de la necesidad de utilizar estos medicamentos para liberar presupuestos y reinvertir en otras partidas farmacéuticas pero la dificultad radica en que las 17 comunidades vayan de la mano. Para ello se utilizará la Comisión de Farmacia y, posteriormente, el Consejo Interterritorial. “Hace falta un marco atractivo y el Ministerio de Sanidad va a poner sobre la mesa una estrategia que se va a discutir con las comunidades autónomas en la Comisión de Farmacia”, aseguró Cruz.

La estrategia que presentará el Ministerio a las comunidades, además de consensuar el protocolo de colaboración, contendrá tres líneas más de actuación: fomentar su uso, compartir los datos de utilización y diseñar campañas de formación tanto a profesionales como a pacientes. Las dos primeras áreas a incidir están motivadas por la actual desigualdad en la prescripción de biosimilares. Actualmente hay 8 principios activos comercializados en España (cinco hospitalarios y tres ambulatorios) y los datos que maneja el Ministerio arrojan una inequidad palpable. “Las cifras de consumo de hospital, con datos actualizados a junio de 2017, muestras que estos medicamentos tienen una cuota de mercado del 47 por ciento de media —hay disparidad entre moléculas— respecto a los fármacos de referencia. La penetración, sin embargo, no es homogénea entre comunidades y, como ejemplo, se puede mirar el infliximab. En algunos territorios se alcanza el 80 por ciento mientras que en otras sólo se llega al 16”, afirma Cruz.

Esta variabilidad en la prescripción de medicamentos biosimilares no es sólo un mal endémico de España. Otros países como Italia, donde la estrategia a seguir es comenzar los tratamientos con estos fármacos, también presenta grandes inequidades entre las regiones del país transalpino. En la zona del Piomonte el uso de biosimilares alcanza el 80,5 por ciento mientras que en Calabria la cuota de mercado se queda en el 17,2.

La SEFH aboga por la PPA

Los biosimilares se encuentran con algunas resistencias porque se suelen asociar con recortes presupuestarios. Su auge se produjo cuando la crisis económica más golpeaba a España y durante un tiempo la principal defensa que tenían era su contribución a la sostenibilidad. Bajo este panorama se deslizó un argumentario que vinculaba al biosimilar sólo con un abaratamiento de costes farmacéuticos, dejando de lado su contrastada capacidad terapéutica.

La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria ha querido dar un paso adelante en la defensa de estos medicamentos y los califica de “innovación sostenible”. El presidente de esta sociedad, Miguel Ángel Calleja, defiende además que los trabajos realizados por las Comisiones de Farmacia y Terapéuticas de las Comunidades Autónomas deben jugar un papel importante y que es precisamente éstos los que aseguran la trazabilidad de los medicamentos biológicos. “La Prescricpción por Principio Activo no impide la trazabilidad porque ya hay un trabajo previo en la elaboración de un protocolo de selección de medicamentos a utlizar”, dijo desvinculando esta práctica de la sustitución automática dictada por algunas administraciones.

El biosimilar en España

8

Este es el número de principios activos comertcialidos en España de medicamentos genéricos. Actualmente hay cinco en hospitales y tres en oficinas de farmacia.

47%

Este es el porcentaje medio de penetración de medicamentos biosimilares respecto a los medicamentos de referencia. El filgrastim alcanza el 86 por ciento.

5%

El porcentaje de penetración de los tres biosmilares que se dispensan en las oficinas de farmacia. La orden de no sustitución y la prescripción por marca lastra el avance.