Es preciso adaptar el sistema sanitario para convivir con el virus y fortalecerlo de cara a futuros rebrotes o pandemias. Por ello, más financiación y reformas son las dos grandes ideas que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha destacado durante su comparecencia en la Comisión para la Reconstrucción. La transformación del SNS que defiende el Ministerio avanza en cuatro ejes para dar respuesta a todas las lecciones que deja esta crisis. Entre ellas, la necesidad de desarrollar “un modelo productivo competitivo” en torno al Instituto de Salud Carlos III.
Desde el principio de la crisis, el Gobierno ha reiterado que será la ciencia la que permita dejar atrás el virus. Retomando esta idea, Illa ha resaltado que será clave “invertir, fomentar y aportar los recursos suficientes” a la I+D. “Debemos invertir en el desarrollo de vacunas, tratamientos y productos para hacer frente al coronavirus”, ha dicho. Pero también, pensando en el futuro de nuestro país, para el desarrollo de un modelo productivo competitivo que aporte recuperación y desarrollo social tras la pandemia”, ha añadido.
El papel del Instituto de Carlos III
En este ámbito, el ministro ha destacado el papel del Carlos III como referente internacional de investigación e innovación sanitaria. “Debemos ser capaces de seguir potenciando el Instituto de Salud Carlos III para que crezca y atraiga un ecosistema en el que pueda seguir asentándose un tejido empresarial e industrial biomédico y biotecnológico competitivo a nivel internacional”, ha asegurado Illa.
Para apoyar esta idea, el ministro ha recordado el trabajo del organismo dirigido por Raquel Yotti durante estas semanas. “El Instituto ha coordinado la encuesta nacional de sero-epidemiología, uno de los estudios de estas características a nivel mundial con mayor representación muestral de toda la población, y que está siendo reconocido por su importancia y rigor científico a nivel internacional. Ha sido además un ejemplo de coordinación y trabajo conjunto con las CCAA y los respectivos servicios de salud”, ha resaltado.
Refuerzo de la producción nacional
Si una de las prioridades es prepararse ante nuevas olas de Covid-19 o ante nuevas pandemias, el objetivo, ha dicho Illa, es asegurar la capacidad de respuesta pero “sin las tensiones” a las que se ha visto sometido el sistema. Esta preparación requiere un refuerzo a nivel profesional y de la Atención Primaria, pero también “garantizar la disponibilidad de los productos sanitarios críticos esenciales”.
A este respecto, el ministro ha recordado que se están desarrollan reservas estratégicas de material esencial tanto en las CCAA como a nivel central. “Pero una reserva estratégica es el primer escalón. Es necesario además garantizar la disponibilidad de material fundamental a lo largo del tiempo”, ha subrayado Illa.
Por ello, uno de los objetivos del Gobierno desde hace meses ha sido “afianzar y reforzar la producción nacional de productos y fármacos esenciales”, ha explicado el ministro. En concreto, en materia de equipos de protección, un ejemplo de ello ha sido la producción puesta en marcha por parte del Grupo Mondragón y el propio Gobierno de líneas de producción de mascarillas, que fabricará 60 millones de mascarillas en los próximos seis meses.
Respecto a los equipos de respiración asistida se ha trabajado junto con los dos fabricantes a nivel nacional, Hersill y Escribano, para que multiplicaran su capacidad de producción por cinco en un corto plazo. “El contrato que hemos suscrito con estas empresas supone un compromiso de proporcionar una cantidad de 5.000 equipos de ventilación mecánica invasiva, de los que ya se han recibido 4.590, una parte de ellos serán utilizados para la reserva estratégica”, ha indicado Illa.
Salvador Illa: “Es necesario desarrollar la Ley General de Salud Pública”
Una de las ideas más repetidas en la Comisión para la Reconstrucción ha sido la necesidad de desarrollar la Ley General de Salud Pública y el ministro no ha sido una excepción.
“Durante los últimos años las políticas de salud pública no habían tenido la atención necesaria, y apenas se habían empezado a recuperar el último año y medio”, ha expuesto el ministro. “Debemos, por tanto dotar a la salud pública de las estructuras y recursos que requiere, no solo para la vigilancia epidemiológica sino para promover la salud y la educación para la salud, para impulsar estilos de vida saludables, para, en definitiva, lograr un sistema preventivo y no solo curativo, que genere salud y no solo sanidad”, ha añadido.
En este aspecto, se ha sumado a quienes consideran necesario desarrollar la Ley General de Salud Pública de 2011. “Esta ley prevé la creación del Centro Estatal de Salud Pública en el artículo 47. Este podría ser un punto de partida para reordenar e impulsar una parte de las funciones que deben desarrollarse y reforzarse desde la salud pública, como es la vigilancia, la evaluación de impacto en salud o la preparación y apoyo a la respuesta ante emergencias sanitarias, entre otros aspectos”, ha defendido el ministro.