El Ministerio de Sanidad ha publicado un documento para la población general explicando que es el herpes zóster (HZ) y como se puede prevenir. El documento cuenta con 10 páginas con las preguntas más comunes sobre esta enfermedad poniendo el foco en la importancia y la eficacia de la vacunación en el abordaje del herpes zóster. Además, explica las posibles preguntas que se pueden generar en torno a la seguridad y a la casuística de la vacunación, así como los grupos recomendados o las posibles contraindicaciones que pueda tener.
De hecho, en España se administra la dosis Shingrix de la compañía GSK, que está autorizada por la Comisión Europea desde el 21 de marzo del 2018. Es una vacuna de subunidades recombinante adyuvada que contiene la glicoproteina E del virus varicela zoster (VVZ) y el adyuvante AS01B.
Es una vacuna recombinante adyuvada que contiene la glicoproteina E del virus VVZ y el adyuvante AS01B
En cuanto a la forma de administración de la vacuna, el documento aclara que la pauta de vacunación consiste en dos dosis, que se administran por vía intramuscular, con intervalo entre dos y seis meses entre cada una. En el caso que hayan pasado más de seis meses desde la primera dosis, no es necesario reiniciar la pauta de vacunación y la segunda debe administrarse cuanto antes. Pero si la segunda dosis de vacuna se administra antes del mes tras la primera dosis, puede que no se haya generado una adecuada protección, por lo que se recomienda la administración de otra dosis a partir de los dos meses de la última administrada. No obstante, en situaciones de inmunosupresión en las que interese una protección precoz el intervalo puede acortarse a un mes.
Grupos recomendados
Además, esta vacunación está recomendada para diferentes grupos de edad incluidos pacientes inmunosuprimidos. Se recomienda a personas de 65 años y a personas a partir de los 18 años que tienen un alto riesgo de padecer herpes zóster, por presentar condiciones concretas como: Trasplante de progenitores hematopoyéticos; trasplante de órgano sólido; tratamiento con fármacos anti-JAK; infección por VIH; hemopatías malignas; tumores sólidos en tratamiento con quimioterapia; antecedente de dos o más episodios de herpes zóster. Asimismo, las comunidades autónomas están vacunando progresivamente a las cohortes entre 66 y 80 años, comenzando por la población que cumple 80 años.
Afectación del herpes zóster
El herpes zóster es una enfermedad producida por el virus varicela zóster. Se trata del mismo virus que causa la varicela en la infancia. Tras el padecimiento, generalmente sin complicaciones, el virus se queda alojado en las raíces nerviosas, para reactivarse meses o años más tarde causando lo que se conoce como herpes zóster. La clínica del herpes zóster consiste en un dolor ardiente seguido de la aparición de pequeñas manchas rojas en la piel que más tarde se convierten en vesículas (pequeñas ampollas llenas de contenido líquido) y que se distribuyen como una cinta, generalmente en una zona concreta de un solo lado del cuerpo. Aparecen principalmente en el tronco, pero también puede ocurrir en la zona de la cabeza. Una vez que la erupción ha sanado puede quedar dolor del nervio, lo que se conoce como neuralgia posherpética, en la región de la piel previamente afectada, que puede persistir durante varios meses o años. En muy raras ocasiones el herpes zóster puede causar una enfermedad diseminada grave con riesgo de muerte, principalmente en personas con inmunosupresión.