Carlos B. Rodríguez Madrid | jueves, 21 de febrero de 2019 h |

El adelanto de la convocatoria de elecciones generales no ha modificado los planes del Ministerio de Sanidad en relación a la búsqueda de un nuevo marco de relaciones con Farmaindustria, según ha confirmado Faustino Blanco en un desayuno informativo del Foro Salud, organizado por Nueva Economía Fórum bajo el mecenazgo de Bidafarma. “En este tiempo vamos a encontrar entorno suficiente como para proyectar un nuevo acuerdo a más largo plazo”, ha asegurado el secretario general de Sanidad, que considera el diálogo abierto con la patronal de la industria farmacéutica innovadora como “un ejemplo” de relaciones con el sector privado que podría extrapolarse en el futuro.

Precisamente, buena parte del discurso de Faustino Blanco giró en torno a la necesidad de desarrollar un “nuevo modelo con futuro” que facilite la cohesión y la eficiencia del sistema sanitario y permita hacer frente a sus retos principales. En ella encajaría perfectamente, no sólo este nuevo marco de relaciones con Farmaindustria, sino el impulso de “una nueva arquitectura” del Consejo Interterritorial del SNS. Para el secretario general de Sanidad, el diseño del CISNS la habilita para cumplir unas funciones, pero se preguntó si “en el que estamos, eso es suficiente”. Su respuesta es clara: “Se ha demostrado que no es suficiente”. No hay más que ver algunas de las “expresiones públicas de oportunidad política” que, según Blanco, tienen lugar después de que se lleven a cabo “difíciles consensos” en el espacio del Interterritorial. “Lo último es lo que ha pasado en Canarias”, reafirmó Blanco, en referencia implícita a la decisión de la Consejería de Sanidad del Gobierno insular de financiar el medicamento Orkambi para los pacientes diagnosticados de fibrosis quística con la mutación F508 del gen CFTR, a pesar del rechazo del Ministerio de Sanidad a abordar el tema. “Los consensos se construyen aportando nuevas ideas, pero no haciendo unilateralmente expresiones públicas que a nada conducen, generan confusión y debilitan el conjunto”, destacó Blanco.

El momento no es propicio para abordar este asunto, pero a juicio del número tres del Ministerio de Sanidad cabe plantear esa “nueva arquitectura” que respete el principio de subsidiariedad de las comunidades autónomas, encargadas de la gestión de los servicios, pero que aproveche las “enormes potencialidades” que, según Blanco, la Administración General del Estado —en este caso el Ministerio de Sanidad— puede aportar desde el ámbito corporativo.

Reconocimiento a la farmacia

En un discurso marcado por la necesidad de plantear una relación proactiva entre la industria y los organismos públicos y privados también encajan las relaciones profesionales. Preguntado al respecto del papel que la farmacia comunitaria puede jugar en el abordaje del envejecimiento y la cronicidad y la colisión que algunos ven a nivel competencial con otros profesionales sanitarios, el secretario general de Sanidad optó por no hablar de conflictos para centrarse en un “análisis sosegado del papel de cada uno de los actores e interlocutores en la Atención Primaria”. En este sentido, reconoció el de oficina de farmacia como “un modelo de referencia” que ha permitido “ganar en cohesión”, especialmente en el caso de la farmacia rural.