La Comisión de Salud Pública aprobó ayer la quinta actualización de la Estrategia nacional de vacunación. Así, Sanidad ha decidido, junto a las comunidades y ciudades autónomas, administrar una única dosis de la vacuna COVID-19 a los menores de 65 años que ya hayan pasado la enfermedad.

El documento de la actualización señala que la evidencia científica muestra que las personas priorizadas para la vacunación que tengan antecedente de infección asintomática o sintomática, e independientemente de la gravedad, “obtienen una respuesta inmune muy satisfactoria con una sola dosis, que no mejora con la administración de una segunda dosis“.

Por lo tanto, Sanidad considera que hay suficiente evidencia para administrar una única dosis en personas de 65 años o menos con antecedente de infección previa. Asimismo, mantendrá la pauta de dos dosis para las personas de 65 años o más.

Novedades sobre las vacunas de AstraZeneca y Janssen

La vacunación con AstraZeneca se reanudó en España el pasado 24 de marzo tras unos días de parón. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) estudió la posible relación de esta vacuna con episodios trombóticos en personas inmunizadas, pero al concluir su evaluación determinó que estos casos no están asociados con la vacuna y que ésta es “segura y eficaz“.

Por ello, después de las conclusiones positivas de la EMA sobre esta vacuna, Sanidad decidió elevar la edad de administración de AstraZeneca hasta los 65 años. Ahora, en el documento de la actualización de al estrategia, se incluye esa ampliación de la edad en el tramo de 55 a 65 años.

Con AstraZeneca se completará la vacunación de los grupos de población priorizados por su actividad esencial, como personal sanitario y sociosanitario que no es de primera línea y trabajadores de instituciones sanitarias, y colectivos en activo con una función esencial en la sociedad, como los de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o docentes (grupos 3 B y C y 6). Se continuará vacunando a personas de 56-65 años (grupo 8), comenzando por las de mayor edad.

Además, la actualización recoge también las características de la vacuna de Janssen. Cuando haya disponibilidad de dosis de esta vacuna, se podrá utilizar de forma paralela a las vacunas de ARNm para incrementar el ritmo de vacunación de los grupos etarios de mayor edad.

Grupo de riesgo muy alto

La Actualización incluye un apartado para las personas con condiciones de riesgo muy alto, que ha sido trabajado teniendo en consideración a las sociedades científicas agrupadas en FACME y las coordinadas desde el Plan Nacional sobre el SIDA.

Este punto establece que estas personas se vacunarán de manera simultánea al grupo de aquellas con edades comprendidas entre los 70 y los 79 años. Asimismo, se utilizarán vacunas de ARNm, para alcanzar la mayor protección en un periodo de tiempo menor.

Este grupo está formado por las personas con trasplante de progenitores hematopoyéticos, trasplante de órgano sólido y lista de espera para este, personas en hemodiálisis y diálisis peritoneal, enfermedad oncohematológica, cáncer de órgano sólido en tratamiento con quimioterapia citotóxica, cáncer de pulmón en tratamiento con quimioterapia o inmunoterapia, infección con VIH inmunodeprimidos, personas con inmunodeficiencia primaria y personas con
Síndrome de Down mayores de 40 años.

Otras indicaciones

El documento, además, tiene en cuenta otras consideraciones. Por ejemplo, la vacuna a administrar no puede ser a demanda o elección para “no socavar los principios y valores éticos” de la Estrategia. La vacuna a aplicar debe basarse en la eficacia y la indicación de la o las vacunas para los diferentes grupos de población. Además, la pauta completa se administrará con la misma vacuna.

En el caso de las personas que residen en otras comunidades autónomas o extranjeros residentes en España, recibirán la vacunación correspondiente en el lugar donde se encuentren residiendo cuando se priorizan para vacunar. Y, las personas priorizadas para vacunación por su trabajo se vacunarán en la comunidad autónoma donde lo ejerzan.

Respecto a residentes y grandes dependientes en los que hay varios tutores legales que no están de acuerdo en cuanto a la vacunación, prevalecerá la decisión que la ciencia apoya como mejor opción para estas personas, que es la vacunación, salvo que haya algún motivo clínico que justifique no hacerlo.


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