El Global Madrid | lunes, 02 de julio de 2018 h |

El Consejero de Salud del Gobierno vasco, Jon Darpón, ha presentado el Plan Oncológico de Euskadi 2018-2023, que plantea un modelo asistencial con un enfoque multidisciplinar y que profundiza en el desarrollo de la medicina personalizada o de precisión (MPP) con el apoyo de un sistema informático que incluya en la Historia Clínica Electrónica toda la información del proceso oncológico, desde los tratamientos recibidos hasta la calidad de vida de la o el paciente, para que así pueda resultar de utilidad en la toma de decisiones.

El Plan Oncológico de Euskadi 2018-2023 define los ámbitos de actuación en atención oncológica con el objetivo de mejorar la supervivencia al cáncer, uno de los principales problemas de salud de nuestra sociedad. El documento está alineado con los principios que inspiran el Plan de Salud 2013-2020, ha sido elaborado por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco con el asesoramiento de grupos de expertos y profesionales sanitarios implicados en la atención de pacientes oncológicos y sus familiares.

Como punto de partida, Darpon ha recordado que se ha producido un aumento generalizado y significativo de la supervivencia del cáncer en Euskadi desde el año 2000, que alcanzaba en 2012 el 52,2 por ciento en los hombres y el 59,9 por ciento en mujeres, tasas superiores a la del Estado y también a la de Europa. “Son datos esperanzadores, pero nuestro compromiso es seguir mejorando y avanzando en el abordaje integral del cáncer, porque hoy por hoy sigue siendo una enfermedad de gran impacto en nuestra sociedad”, ha asegurado el consejero.

Teniendo en cuenta que la detección precoz es un aspecto fundamental a la hora de obtener mejores resultados en supervivencia, el Plan plantea continuar con los programas de cribado ya implantados en Euskadi, como son los de mama y colon, aumentando las actuales tasas de cobertura efectiva. Asimismo, establece líneas de actuación con el objetivo de reducir la variabilidad entre centros y profesionales y poner pone el foco en grupos de personas con necesidades especiales que precisan de una consideración diferenciada en su tratamiento.

MPP y sistemas de información

En relación a la medicina de precisión, aunque ya se viene trabajando en este campo, el Plan Oncológico de Euskadi plantea su despliegue, entendida como el establecimiento de estrategias específicas de prevención, diagnóstico y tratamiento aprovechando el cada vez mejor conocimiento de las bases genéticas y moleculares de los diferentes tipos de tumores. Un modelo asistencial que contemple la medicina de precisión, a través de técnicas de diagnóstico y tratamientos aplicados a subgrupos de población (en función de sus características y las del tumor), que permita aumentar el número de personas que sobreviven más tiempo y mejor.

En definitiva, ha dicho del consejero, se trata de ir incorporando los avances tecnológicos a la práctica clínica y medir los resultados, de forma que si se comprueba su éxito, estas técnicas se puedan ir incorporando al mayor número de pacientes.

De cara a los sistemas de información, el reto es que la histórica clínica electrónica aporte una información integral del paciente (tratamiento, calidad de vida, efectos secundarios…), que incluya también resultados de los tratamientos que se le aplican con el fin de poder evaluarlos. Esto ayudará a las y los profesionales en la toma de decisiones oncológicas y en las actuaciones a llevar a cabo. En esta línea se establece la implantación y despliegue de Onkobide, un sistema que va a permitir al personal médico obtener información y resultados de la medicación administrada durante todo el proceso asistencial.

La evaluación, resalta el gobierno vasco, va a permitir además “definir un marco de diálogo con la industria farmacéutica dirigido al pago en función de los resultados obtenidos en cada paciente, especialmente cuando se trata de incorporar nuevos medicamentos”.

Investigación

Por último, el Plan plantea avanzar en un nuevo marco de organización en la investigación clínica que permita mejorar el trabajo en red y las sinergias entre los tres institutos de investigación sanitaria (Biocruces, Bioaraba y Biodonostia), lo que ayudaría a atraer el mayor número de ensayos clínicos. En este sentido, aborda la colaboración entre el tejido industrial y los grupos de investigación para el desarrollo de la Medicina Personalizada en cáncer atendiendo a la estrategia RIS 3, así como el fomento de los programas de innovación en tecnología quirúrgica, tras identificarse como un área emergente de amplio impacto potencial.