Más allá del coste beneficio, los clínicos buscan nuevas fórmulas que permitan ponderar el valor real que aporta un nuevo fármaco en la práctica diaria. El debate sobre los criterios que se han de tener en cuenta en la evaluación y posicionamiento de estos medicamentos forma parte del día a día de los especialistas.

Para ayudar a los profesionales, un total de nueve oncólogos, liderados por Carlos Camps, director de Programas Científicos de la Fundación ECO y Jefe del Servicio de Oncología del Hospital General Universitario de Valencia, y el director de la revista EDS, Xavier Badía, han desarrollado un marco de referencia para un análisis de decisión multicriterio que publica JCO Oncology Practice.

Valor y beneficio clínico

Se trata de una iniciativa de la Fundación ECO en el marco del proyecto Oncovalor, que aúna los esfuerzos de la entidad con los de la publicación especializada para promover en nuestro país la cultura del valor de los fármacos y del beneficio clínico.

En un escenario en el que existen distintos modelos para la evaluación de fármacos, los autores han diseñado una fórmula específica que combina aspectos que no contemplan otras herramientas alternativas, como la calidad de vida o las necesidades insatisfechas.

La herramienta permitirá que los oncólogos valoren la contribución individual de estos criterios en la evaluación de un fármaco de manera objetiva, estructurada y sistemática, lo que les permitirá posicionar estos fármacos de forma adecuada.

Ocho criterios

Los especialistas analizaron una lista de 15 criterios, que finalmente quedaron resumidos en ocho. Estos criterios son la gravedad de la enfermedad, necesidades insatisfechas, eficacia comparativa, comparativa de seguridad/tolerabilidad, intención de tratamiento, comparativa de costes de tratamiento, comparativa con otros costes médicos y calidad de la evidencia.

El marco desarrollado ha sido validado con el estudio de dos fármacos oncológicos. Por un lado, abemaciclib, para el tratamiento de mujeres con cáncer de mama localmente avanzado o metastásico, positivo para el receptor hormonal (HR) y negativo para el receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2). Por otro, TAS-102 en cáncer colorrectal metastásico. Dos experiencias piloto, recuerda Camps, que añade que este esquema se puede aplicar a cualquier medicamento e incluso a cualquier técnica.

Se asignó diferente puntuación a cada criterio y se empleó la puntuación final para promover un debate sobre el valor de cada uno de estos medicamentos en la práctica clínica.

Como conclusión principal, los autores encontraron que evaluar qué criterios contribuyeron en mayor medida a la puntuación final puede ser más valioso que la puntuación en sí, y observaron que resultó de gran utilidad a la hora de decidir sobre el posicionamiento de cada fármaco, tal y como destacan en el artículo.


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