C. lópez Madrid | viernes, 22 de septiembre de 2017 h |

El consejero de Sanidad de Canarias analiza para EG los retos a los que se enfrenta su comunidad.

Pregunta. ¿Se ha avanzado en el Pacto por la Sanidad?

Respuesta. Hemos tenido que ampliar un poco más el plazo de presentación porque estamos realmente sorprendidos por el nivel de participación que ha tenido no solo por parte de todo el sector, también por parte de la ciudadanía, con más de de 100 presentaciones vía web. El compromiso pretende ser algo de todos y sin logotipos ni anagramas, nos pertenece a todos los que queremos que la sanidad vaya mejor. Esperamos tener un documento redactado a finales de mes que redactaremos entre todos, y de ese documento tendrán que salir las propuestas definitivas que queramos incorporar a presupuestos.

P. Recientemente ha asegurado que las Islas no tienen suficientes recursos sanitarios para atender a todos los ciudadanos, ¿Cómo se ha llegado a esta situación?

R. Rescatando la historia, todos los consejeros anteriores han ido incorporando una pequeña cantidad. Los últimos datos valoraban en 2.400 millones de euros la evolución de la no inversión en Canarias. Hemos tenido una dificultad añadida, ya que Canarias es una comunidad súper cumplidora con el Gobierno para no exceder los niveles de déficit. Nuestros profesionales nos reprochan que ese cumplimiento no ha sido premiado. Hemos sido tratados igual o peor que las comunidades autónomas que no cumplieron.

P. Hablando de consolidación presupuestaria, está pendiente de convocatoria un monográfico sobre financiación, ¿Canarias tiene alguna propuesta concreta?

R. A día de hoy no la tengo, pero le prometo que si la tuviese no la contaría aquí porque creo que hay bazas que hay que reservar para el momento de la partida. Este año estamos contentos, por cuestiones políticas los votos canarios han sido vitales para el Gobierno, eso ha hecho que revierta de forma económica para la comunidad autónoma y también, desde aquí nuestro agradecimiento al Presidente, Fernando Clavijo, que hizo que una gran partida fuera directamente a Sanidad. Nosotros partimos de un presupuesto de 2.712 millones de euros, y actualmente estamos en 2.980 millones de euros. Los 2.712 era una cifra difícil porque el cierre del gasto real del año pasado había llegado a casi los 2.800, y estos 2.980 nos dan un respiro y esperamos que la cosa siga así.

P. Antes del verano se reunieron con el Ministerio para acordar un nuevo reglamento ¿Se ha avanzado en este asunto?

R. Es de lo más complejo. Llevan reuniéndose mucho. Había una especie de preacuerdo de que antes de finalizar julio hubiera un Consejo Interterritorial. Yo soy de los más inexpertos, y no seré yo el que deba quejarme porque a los seis meses de llegar hubo un Consejo Interterritorial, pero sí lo echo en falta. Es necesario un foro donde los consejeros nos coordinemos y saquemos consensos nacionales porque si no las desigualdades territoriales se pueden agravar.

P. Innovación y sostenibilidad es un binomio prácticamente indisoluble. ¿Qué fórmula considera adecuada para mantener este equilibrio sin frenar la equidad en el acceso a las innovaciones terapéuticas?

R. Estamos en un fase muy primaria de crear un Instituto de Investigación Sanitaria en Canarias que de paraguas a estos principios de innovación, ya que creemos que de alguna manera tenemos que sumar voluntades sin restar protagonismos en el mundo de la investigación y la innovación y hay algunos problemas con determinados pleitos internos… Estoy convencido de que los modelos de parternariado que se puedan crear con la industria son tremendamente positivos y soy un convencido de que tenemos que seguir avanzando en esta línea. Es cierto, que hay dificultades burocráticas por parte de las administraciones, pero en el caso de Canarias estamos empezando a resolverlas.

P. ¿Qué puede contarme sobre el concurso de medicamentos biosimilares?

R. Conseguimos calmar porque lo fundamental es en el sentido común. Entendimos que la prescripción clínica es la que tiene que marcar el ritmo, pero evidentemente había que abrir el espectro terapéutico. De forma inmediata nos pusimos en contacto con los responsables de los pacientes y los clínicos para transmitirles tranquilidad. Creemos que hay cuestiones que es el clínico el que tiene que decidir, y de forma justificada mantendrá lo que considere pertinente, No podemos levantar una alarma innecesaria entre pacientes tratados con un determinado principio porque se imponga al facultativo tratarle con un biosimilar.

P. ¿Tiene alguna medida pensada para ajustar el precio de los medicamentos, ya sean hospitalario o de oficina de farmacia, más allá de las medidas nacionales?

R. A día de hoy no. He empezado a preocuparme porque en los últimos meses, Canarias ha estado dando un crecimiento del gasto de un 1,3 con respecto a la media nacional en el gasto en receta, en hospitales estamos también creciendo. Nos está preocupando porque no encontramos justificación. Canarias se venía beneficiando con unos números buenos gracias a la receta electrónica. Estamos analizando medidas específicas con profesionales, pero no tenemos solución de momento.

P. Por cierto, ¿en qué punto está la receta electrónica?

R. Estamos avanzando en interoperabilidad con otras comunidades autónomas como Extremadura. Incorporadas hay ocho, hemos registrado algún problema con comunidades autónomas que deberíamos estar interoperando, sin embargo, hay datos que apuntan que hay buenos resultados.

P. ¿Cuáles son los desafíos inmediatos a los que se enfrenta su comunidad autónoma?

R. El primero la accesibilidad en esperas. También territorial, tenemos unos programas muy potentes, ya que la insularidad es un hándicap importante y hace que sea difícil el acceso, además esto nos encarece la prestación de la asistencia.

“Es necesario un foro donde los consejeros nos coordinemos y saquemos consensos nacionales porque si no las desigualdades
se pueden agravar”
“Estamos avanzando en interoperabilidad con otras comunidades autónomas como Extremadura; hay datos que apuntan a buenos resultados”
“No podemos levantar una alarma innecesaria entre pacientes tratados con un principio porque se imponga al facultativo tratarle con un biosimilar”