Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 21 de octubre de 2016 h |

Los estadounidenses parecen levantarse a diario con un nuevo informe que alerta del impacto del coste de los medicamentos. A las aportaciones remitidas por consumidores, aseguradoras y organismos gubernamentales se han sumado los hospitales con un estudio firmado por dos de los mayores grupos de Estados Unidos en torno a 28 fármacos. El trabajo confirma el impacto en el presupuesto de los centros de la factura farmacéutica asociada a pacientes hospitalizados: entre 2013 y 2015, esta factura creció un 23,4 por ciento; mientras que la asociada a cada nueva hospitalización lo hizo en un 38,7 por ciento.

Mucho se ha escrito sobre el crecimiento de la factura de receta en las farmacias de Estados Unidos, pero el gasto en pacientes hospitalizados había escapado hasta la fecha de una evaluación sistemática, salvo en casos puntuales. El más reciente es el de un centro que denunció que, sólo en 2015, los incrementos de precios registrados (de entre el 479 y el 1.261 por ciento) en cuatro medicamentos de uso común equivalieron a la remuneración de 55 enfermeras a tiempo completo.

La comparativa no es trivial, ya que la factura farmacéutica de los hospitales puede condicionar desde la provisión de los incentivos a los profesionales hasta la modernización de las instalaciones, pasando por la inversión en nuevas tecnologías o el pago de las facturas. Tal es la conclusión a la que llega el estudio de la AHA (Asociación de Hospitales Americana) y de la Federación de Hospitales Americanos, tras analizar 712 respuestas recibidas de centros hospitalarios y otras 1.400 de los grupos de compra que actúan como intermediarios en la cadena de suministro.


Sólo en 2015, los incrementos de precio registrados en cuatro fármacos en un hospital equivalieron a la remuneración de 55 enfermeras


Más del 90 por ciento de los encuestados reconocieron que el gasto tiene un impacto moderado (el 56,9 por ciento) o severo (un 33,8 por ciento) en el presupuesto del hospital. Otras cifras refuerzan estas observaciones: el incremento del gasto farmacéutico en pacientes hospitalizados no sólo superó el del gasto de receta en farmacia (éste creció un 9,9 por ciento en el periodo analizado), sino también la tasa de inflación anual de los medicamentos. Fue del 6,2 por ciento en 2014, año en el cual el incremento del gasto de los pacientes hospitalizados superó el 24 por ciento. El año pasado la diferencia, aunque menor, siguió existiendo: 7,2 frente al 11,8 por ciento.

¿Precio o volumen?

Comparando los cambios en los precios con los cambios en el uso de los medicamentos analizados, los autores fueron capaces de determinar que el incremento del gasto registrado en los hospitales estadounidenses se debe a una cuestión de precios, y no de volumen.

“Los incrementos de precios parecen ser aleatorios e inconsistentes”, dicen los autores, cuyas cifras apuntan a una variación del precio unitario no sólo significativa, sino también impredecible: muchos (no todos) eran fármacos muy consumidos; otros no eran innovadores; algunos incrementaron su precio en tasas anuales similares, mientras que otros experimentaron cambios radicales de un año a otro.

Los agentes entrevistados sugieren mejoras presupuestarias para lidiar con estos crecientes precios. Muchas de sus preocupaciones se dirigen hacia los incrementos de precios de los genéricos y la falta de alternativas disponibles, ya que de los 28 fármacos analizados la mitad no tenían competencia.